Los inspectores de la ONU partieron del país árabe el día 30 de ese mismo mes para analizar los hallazgos preliminares y más tarde confirmaron el uso del gas sarín en el suburbio oriental de Ghouta en Damasco, el cual supuestamente causó cientos de muertos.
Sin embargo, los rebeldes y el gobierno sirio se han acusado mutuamente de la responsabilidad del ataque.
Fuentes de la ONU revelaron el martes que el equipo volvería para terminar su misión.