El ministro del Interior de Bulgaria, Tsvetlin Yovchev, y la alcaldesa de Sofía, Yordanka Fandakova, acudieron al lugar donde ocurrió el accidente. Yovchev dijo a los reporteros que los cilindros de GLP fueron sacados del edificio y que no había peligro para los residentes cercanos.
Yovchev dijo que una fuga de gas del cilindro pudo ser la causa de la explosión.