Los manifestantes protestaron con cacerolas que golpeaban con objetos contundentes en las calles, mientras caminaban bloqueando el espacio público destinado a la circulación de vehículos.
En los barrios hicieron sonar los claxones de sus automóviles, mientras que en amplias zonas se carecía de energía eléctrica y, consecuentemente, las calles estaban oscuras.