BRASILIA, 13 mar (Xinhua) -- El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, máxima autoridad responsable del gobierno brasileño de la organización del Mundial de Fútbol, dijo hoy que el torneo se realizará con éxito, sin mayores problemas de seguridad, a pesar de los anuncios de protestas.
En rueda de prensa, Rebelo aseguró que las obras atrasadas para la copa estarán terminadas antes de la inauguración, el 12 de junio entrante.
Sobre los atrasos, especialmente en ciudades como Curitiba y Cuiabá, Rebelo afirmó que "las dificultades son visibles" pero las mejoras comienzan a aparecer a partir de una mayor fiscalización.
Dijo que no habrá problemas con la capacidad hotelera y la oferta de servicios aéreos que, según indicó, están en condiciones de atender la demanda de los aficionados.
"Tuve una conversación en Sao Paulo con los empresarios de hoteles, y el riesgo que veían era de una superoferta. La tasa de ocupación prevista varía de 50 por ciento en Natal para 90 por ciento en Rio de Janeiro", apuntó.
Señaló que las preocupaciones con la seguridad son de dos órdenes, una vinculada a la posibilidad de actos terroristas y otra al crimen común, que en Brasil presenta "una estadística preocupante".
Los grandes eventos pueden ser blanco del terrorismo, recordó, como mostraron los atentados contra atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich 1974, y los ocurridos en Volgogrado este año, durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Rusia, pero consideró que su país no presenta ese tipo de riesgos.
"La Copa del Mundo en Brasil es la más segura del mundo. No tenemos una sociedad marcada por una disputa fratricida. Tenemos 16.000 km de fronteras sin problemas, no tenemos apartheid étnico. Nuestra población es totalmente mestiza", subrayó.
Reconoció que existe preocupación con las hinchadas extranjeras organizadas que puedan provocar actos de violencia, pero evitó detallar las medidas a ser tomadas porque "el anuncio haría que puedan ser burladas".
Consideró que no debe haber problemas de seguridad durante el torneo porque la Copa será protegida a partir del cariño que los brasileños sienten por el fútbol.
"El fútbol fue la primera plataforma de inclusión social para los pobres y para los negros en nuestro país. Lo que hay es una campaña contra la Copa, de sectores desesperados y de parte de los medios de comunicación", dijo.
"Las manifestaciones del año pasado no tuvieron nada que ver con la Copa de las Confederaciones, la gente se manifestó por otros problemas. Creo que en la Copa no habrá manifestaciones", agregó.
Al realizar un balance de los siete años desde que Brasil fue designado como sede por la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), admitió que "todo podría ser hecho mejor", pero que lo realizado es lo que corresponde a las condiciones del país.
"No tenemos las condiciones de Alemania, de Gran Bretaña, de Francia, nosotros no fuimos un imperio colonial. Somos en cambio un país victorioso en el fútbol, es un elemento de nuestra identidad, ganamos cinco Copas. Brasil dio al mundo grandes astros del fútbol, y continúa dando", señaló.
"En una reunión la FIFA nos dijo que Brasil pedía mucho al organizar la Copa, y le respondimos que para todo lo que Brasil dio al fútbol, no pidió nada", subrayó.
En el plano deportivo, afirmó que varias selecciones pueden aspirar al título, pero apuesta a que la selección dirigida por Luiz Felipe Scolari será la vencedora.
"Creo que Brasil va a ganar la Copa, creo que somos favoritos. Tenemos una gran selección, un jugador extraordinario como Neymar, una gran hinchada, un entrenador y un ayudante muy experimentados. La final puede ser con Alemania, pero hay varios grandes equipos", dijo.
"Además de Alemania está Argentina, con un jugador fuera de serie, España que tiene una selección madura, Italia siempre puede sorprender, Inglaterra, Uruguay siempre se afirma, Francia. Es una Copa del Mundo equilibrada", consideró.
Explicó que cuando asumió el ministerio, observando algunas ofensas contra jugadores negros, conversó con los dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para asumir el tema del racismo en el fútbol durante la Copa del Mundo.
"Recientemente tuvimos dos manifestaciones de racismo en el fútbol de Brasil que considero graves, porque las disputas de hinchadas hiere físicamente a las personas, pero el racismo hiere el alma del país. No podemos aceptar eso, el Estado brasileño tiene que actuar duramente", consideró.
Para el torneo mundial, el gobierno y la FIFA coordinarán acciones, que pueden incluir algún tipo de señal en la vestimenta de árbitros o de los capitanes de selección en repudio al odio racial.
"Creo que la Copa debe tener esa marca, por el impacto que tiene en todo el mundo, con mensajes positivos, de rechazo al racismo, contra el odio étnico o religioso", apuntó.