El equipo de Manuel Pellegrini necesitaba tres goles revertir el marcador y luego, en el minuto 78, fue expulsado Pablo Zabaleta al reclamar un penalti claro de Gerard Piqué sobre el bosnio Edin Dzeko.
Sin embargo, con diez jugadores el Manchester City logró empatar con un gol en fuera de juego del belga Vincent Kompany (89), y ya cuando el encuentro estaba finalizando Dani Alves (min. 91) estableció el definitivo 2-1 en un partido que sirvió para que Barcelona superara los miedos que dejó la última derrota en la liga española.
Un partido que ha ofrecido buenas sensaciones, aunque el club catalán sufre mucho cuando no tiene el balón, y eso le ocurrió en algunas fases del encuentro.