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'La poesía del campo' da voz a las esperanzas y temores de los niños dejados atrás

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 19 de noviembre de 2025 | 15:31

Por Zhao Xu

Li Bailin (tercera a la izquierda) imparte a sus estudiantes una clase de poesía en la Escuela de la Esperanza Su Yu, Huitong, provincia de Hunan. (Foto: China Daily)

"Papá es como un pájaro/ sale a buscar comida, pero rara vez regresa al nido."

Estos versos provienen de un poema escrito por una niña de 10 años que reside en Huitong, un pequeño condado en Huaihua, provincia de Hunan.

Este poema aparece en “Clases de Poesía al Aire Libre”, colección publicada el pasado año que contiene más de 80 textos de estudiantes de la Escuela de la Esperanza Su Yu.

“Es una soledad expresada de una manera que solo aquellos intimamente familiarizados, tanto con la soledad como con la naturaleza, podrían expresar”, precisa su profesora Li Bailin.

Durante los últimos ocho años, Li, que imparte idioma chino en la escuela primaria, ha iniciado a sus estudiantes en la escritura de poesía, una actividad que podría parecer poco recomendada para niños cuyos padres, en su mayoría trabajadores migrantes de baja instrucción, han tenido que viajar a ciudades lejanas en busca de mejores horizontes laborales, dejando a sus pequeños en el terruño rural.

"Son conocidos como los 'niños dejados atrás'. Aunque existe una gran preocupación pública por su bienestar, se ha hecho poco por proporcionarles un canal interno para la expresión o alivio emocional", señaló Li.

Li (a la derecha) instruye a sus estudiantes durante una lección de poesía en un campo de flores. (Foto: China Daily)

Como profesora de idiomas, Li dedicaba casi toda su energía al desempeño académico de sus alumnos hasta que una carta escrita por una niña a su padre lo cambió todo.

"La carta era una simple tarea de clase", recordó Li. "Esta niña escribió solo dos frases: 'Papá, ¿puedes dejar de pegarle a mamá? Dejaré de ser tu hija si no lo haces.'"

"Me quedé atónita", recuerda Li. "Un profundo sentimiento de culpa me invadió por haber sido tan ciega ante lo que estaba pasando esta niña, y por lo que muchos de mis estudiantes habían pasado. Me había equivocado todo este tiempo, con mi atención centrada en los resultados de los exámenes, cuando en realidad debería haber estado en ellos, en sus vidas, su dolor, sus esperanzas."

Poco después, Li tuvo una revelación que la guiaría hacia la poesía.

"Estaba enseñando a los niños sobre la metáfora, mostrándoles un ejemplo: 'Las uvas son como hileras de perlas moradas.' Un estudiante escribió su propia versión: 'El algodón estalla con su cosecha nevada.' Técnicamente, no era una metáfora, pero contenía su propia poesía."

Li considera que la poesía es la manera perfecta de inspirar a los niños cuyo acceso a la literatura ha estado limitado por escasos recursos y circunstancias familiares de origen humilde.

"Los poemas son cortos", reflexiona Li, "pero precisamente por eso, son fáciles de comprender, fáciles de recordar y abren una puerta al vasto mundo de la imaginación."

Li posa con estudiantes, sosteniendo sus poemas en una escuela primaria en la región autónoma uigur de Xinjiang, durante su programa de enseñanza de este verano. (Foto: China Daily)

Sus estudiantes —tan sintonizados con la naturaleza y el tranquilo ritmo de las estaciones— pronto le demostraron a su profesora que la imaginación era lo único que poseían en abundancia.

Un niño escribió sobre la lluvia como "las lágrimas de una nube que se resbaló mientras subía por el tobogán del arcoiris"; otro comparó la nieve con "los mechones de pelo cortados que caían mientras la nube se recortaba su cabellera"; y otro más vio el crepúsculo "posándose sobre la espalda de la montaña, mientras yo me recostaba en el hombro de mi abuela".

Sobre una luna creciente, una niña de nueve años escribió: "Una luna cuelga arriba/La tomo para darle un mordisco, y solo para descubrir que no tiene sabor/así que la devuelvo".

Su Yingqi, de 14 años, que estudió con Li, recuerda que "ella me instaba a habitar a cualquier persona o cosa sobre la que escribiera, una flor, una brizna de hierba, y a sentir esa picazón interna, el movimiento que podía despertar un mundo entero para ellos".

En uno de sus poemas, Su escribió sobre "crecer sigilosamente, como una semilla acunada por la tierra".

"Mi padre es un trabajador migrante que solo regresa una vez al año", explicó Su. "Yo crezco en gran medida sin ser vista, eso es lo que quería decir con 'sigilosamente'".

Los poemas que arrojan rayos de luz en los rincones más oscuros del corazón de un niño han dejado la huella más profunda en Li.

Una niña de 10 años escribió sobre visitar a su abuela, terminando con los versos: "Me duelen los ojos como si estuvieran ardiendo / pero por una vez, la abuela no me consoló".

"La niña estaba visitando el lugar de descanso final de su abuela durante el Festival Qingming, que se celebra el 4 ó 5 de abril de cada año, un momento en el que los chinos honran a los seresa queridos difuntos", precisa Li.

"Ella proviene de una familia en la que se valoran más los niños que las niñas, lo cual no es raro en esta parte remota del país, pero su abuela siempre la había amado con todas sus fuerzas. Este poema es un homenaje tierno y desgarrador a un alma amable que ha desaparecido de la vida de la niña."

La prolongada ausencia de los padres a menudo coloca a los abuelos, como principales cuidadores de los niños, en el centro de sus vidas emocionales. Sin embargo, por muy cariñosos que sean la mayoría de los abuelos, los límites impuestos por la edad y la comprensión a veces pueden hacer que un comentario casual resulte doloroso.

“Una vez, un niño de mi clase, cuyos padres se habían ido a trabajar a ciudades lejanas, escribió: ‘La gente dice que los que no tienen padres son huérfanos / Yo soy un huérfano.’ Me impactó la fuerza de sus palabras y le comenté al respecto. Pero el niño me respondió que nunca más volvería a escribir.

“Más tarde, supe que él había compartido el texto con su abuelo paterno, quien respondió: ‘¿Cuál es tu problema? ¡Tus padres están bien y vivos!”, recordó Li.

“No discutí con él sobre su abuelo”, dijo Li. “En cambio, lo animé a escribir otro poema y presentarlo a un concurso. Ganó un premio, y el anciano se mostró tan complacido que le dijo a su nieto que nunca dejara de escribir.

Para Li, la puerta al mundo de la poesía reside en abrir el corazón, una tarea formidable para niños acostumbrados a guardar sus sentimientos.

“La poesía fluirá de manera natural desde un corazón desbloqueado. Por esa razón, debo ser implacablemente alentadora y cuidadosa, tanto dentro como fuera del aula”, asegura la profesora.

“Debes afirmar a la persona en su totalidad si deseas convencerla de que crees en la brillantez de su mente y en el genio oculto de sus palabras”, agregó

Una estudiante que parece poseer un toque de genialidad es Su Liyu, de 15 años, quien una vez escribió sobre las estaciones cambiantes:

«La nieve entierra las heridas del año pasado / retirándose silenciosamente bajo el suave sol /Sin embargo, en lo más profundo del corazón planta una semilla de esperanza / esperando que la próxima primavera florezca nuevamente».

Li dijo que después de que al padre de Su Liyu se le diagnosticara uremia en fase terminal, comenzó a percibir un cambio profundo en el tono de la poesía de la adolescente. La profesora señaló versos como: «No me gusta la cuerda de cáñamo / pero solo ella puede ayudar a mi madre / a atar esos fardos con fuerza / esos mismos que cambiamos por dinero».

Con la familia sumida en dificultades y el futuro de la niña incierto, Li está buscando donaciones para ayudarlos a sobrellevar 'el invierno de la vida', mientras la existencia del padre se acerca a su fin.

'No hay dolor más exasperante que ver marchitarse la semilla de la esperanza en el corazón de un niño, antes de que pueda florecer', sostiene Li.

Ella comenzó en 2017 a enseñar a sus estudiantes cómo escribir poesía, unos meses después de convertirse en maestra de primaria con 19 años cumplidos.

'Gracias a este continuo experimento, he crecido enormemente, tanto como maestra como persona. Eso, al final, es lo único que deseo para mis estudiantes', precisa Li, y recuerda que la poesía no garantiza la universidad ni salir de la pobreza.

“Se les recuerda constantemente esto, a veces incluso por sus propios maestros. La sensibilidad aguda les permite sentir profundamente, pero también los deja expuestos y vulnerables; aun así, su supervivencia depende de la fuerza tranquila y constante para perseverar”, recalca Li.

“Hay, por supuesto, innumerables ejemplos de personas que nunca fueron a la universidad y, sin embargo, escribieron extraordinaria poesía. Mis estudiantes son conscientes de esto. Y, aun así, siguen siendo, ante todo, ellos mismos. Si el trabajo que hacemos hoy significará algo a largo plazo es una pregunta que solo el tiempo puede responder”.

En un campo fuera de la escuela, una vez les preguntó a sus estudiantes: “¿Qué es la poesía?”

Un estudiante respondió, mediante un poema:

“La poesía es el papel, y yo soy el crayón/ el papel contiene dentro de sí todo lo que el crayón puede dibujar.”

(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)