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China y Perú, cooperación integral en debate en la FIL Lima 2025
El conversatorio "China influye en el Perú" se convirtió esta semana en uno de los eventos más destacados de la XXIX Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima, que se desarrolla hasta el próximo 6 de agosto.
El tema captó atención por su actualidad y por la creciente relevancia de Perú como eje geopolítico y geoeconómico en América Latina, en el marco de la relación con el gigante asiático.
Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta influencia es la construcción del puerto de Chancay, cuya primera etapa recibió una inversión mixta de 1.200 millones de dólares y que contempla una segunda fase estimada en 3.500 millones de dólares. Este proyecto, liderado por capitales chinos, está llamado a convertirse en un "hub" logístico clave del Pacífico sur, con impacto regional.
Durante el conversatorio participaron los exministros Luis Miguel Castilla (Economía y Finanzas) y Edgar Vásquez (Comercio Exterior y Turismo), así como el investigador Omar Narrea, del Centro Estudios sobre China y Asia-Pacífico, de la Universidad del Pacífico.
Uno de los consensos fue que China se ha consolidado como una potencia global con una visión multipolar, que busca expandir su influencia a través de la inversión, cooperación y lazos culturales, fomentados por un diálogo continuo a través de visitas de alto nivel y acuerdos multilaterales.
China tiende a insertarse económicamente en el mundo, elevar el nivel de bienestar de su población, mirando hacia Occidente y América Latina, así como conectándose con sus vecinos del continente, dentro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
El auge chino debe entenderse como una oportunidad para el desarrollo peruano, especialmente mediante transferencia tecnológica, desarrollo de infraestructura y diversificación productiva.
Actualmente, la inversión acumulada de capitales chinos en Perú supera los 30.000 millones de dólares, concentrada en sectores clave como minería, energía, infraestructura y finanzas.
"Tenemos que procurar crecer con despachos no tradicionales, seguir impulsando el comercio bilateral con este tipo de productos", dijo Vásquez, aludiendo a frutas y minería no metálica.
"El auge de China se debe ver como una gran oportunidad para crear condiciones y atraer sus inversiones", dijo por su parte Castilla, aclarando la importancia de desarrollar tecnologías e innovación que permitan exportar materia prima con servicios de conocimiento, diversificar destinos y conocer el mercado exportador.
En tanto, Narrea manifestó que "el mundo necesita nuevas opciones y América del Sur tiene mucho que ofrecer en cooperación".
En ese marco, destacó el rol de Perú como un país con una sólida tradición de articulación regional, capaz de tender puentes entre naciones a pesar de sus diferencias, bajo principios compartidos de "paz, prosperidad y dignidad".
Los panelistas coincidieron en que la relación con China ofrece una visión compartida de desarrollo, que puede ser beneficiosa para ambas partes si se construye sobre bases de complementariedad, respeto mutuo y sostenibilidad.
El balance general fue positivo, y se remarcó la importancia de avanzar hacia una alianza más estratégica, que vaya más allá de los recursos naturales y apueste por la innovación, el conocimiento y el valor agregado.