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Un proyecto de vía fluvial coexiste con la naturaleza
Por Shen Yiming
Sitio de construcción del puente para el paso de animales en el canal Pinglu, región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi. [Foto: Xinhua]
Uno de los grandes proyectos del nuevo corredor terrestre-marítimo de China propone una respuesta innovadora al dilema de equilibrar la protección ecológica con la construcción de proyectos de infraestructura, a gran escala.
Lugares como Yunnan y Guangxi tienen redes fluviales relativamente ricas, aunque sin vías navegables, que conducen directamente al océano debido a su terreno montañoso. El Canal Pinglu, que comenzó a construirse en el 2022, ofrece una salida marítima muy esperada y es considerado como un nuevo motor de crecimiento económico regional.
Construir un canal de 134.2 kilómetros requiere una excavación masiva de tierra, lo que inevitablemente afecta el entorno circundante. De acuerdo a estimaciones, el volumen total de tierra y roca excavado para el Canal Pinglu alcanza la asombrosa cifra de 315 millones de metros cúbicos. La pregunta que surge: ¿cómo se gestiona un volumen tan masivo de material?
En el nodo Madao, los ingenieros han designado zonas de reutilización integradas para el material excavado. La iniciativa de elevación de tierras del canal implica sitios de almacenamiento que abarcan aproximadamente 1.973 hectáreas, lo que generará alrededor de 706 hectáreas de tierra nueva cultivable, transformando los desechos en un motor de revitalización rural con beneficios económicos y ecológicos.
Por su parte, el nodo Qingnian incorpora dos pasajes de fauna especialmente diseñados, uno exclusivo y uno compartido, estableciendo el primer cruce de vida silvestre dedicado de China sobre un canal principal. El pasaje exclusivo conecta los canales con la arteria principal, uniendo hábitats que pudieran quedar aislados.
Para garantizar un paso seguro por la vida silvestre para el leopardo, la ardilla y el cucal, los investigadores realizaron estudios detallados sobre la distribución de especies, patrones de comportamiento y hábitos alimenticios. Los pasajes replican ecosistemas naturales con vegetación en múltiples capas que ofrece refugio y fuentes de alimento, formando corredores ecológicos estables que fomentan el movimiento natural.
El nodo Qingnian del canal también ha logrado un avance en la restauración de la biodiversidad con la construcción de un camino ecológico de 480 metros de largo para peces, eliminando un problema de más de seis décadas y todos los obstáculos que tenían que vencer los peces del río Qinjiang para poder emigrar.
Esta integración de infraestructura verde en el desarrollo a gran escala ejemplifica un modelo en evolución en China que equilibra la protección del medio ambiente con el progreso económico. Su implementación marca un nuevo estándar para la ingeniería amigable con la biodiversidad.
Se espera que el Canal Pinglu, un proyecto de vía fluvial coexiste con la naturaleza, entre en funcionamiento el próximo año.
Deng Jiajun, Li Tingxuan, Gao Yixuan, Wang Zijian, Zhao Deyu y Zhao Yujie contribuyeron con este reportaje