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Noble iniciativa transforma la vida de las mujeres rurales en Hebei
Por Li Hongyang

Chen Qiong (al centro) enseña a las participantes sobre servicios de salud para personas mayores durante un curso de capacitación organizado por su organización sin fines de lucro, Yichuang, provincia de Hebei. (Foto: China Daily)
En Beijing, Chen Qiong lidera una iniciativa que está transformando la vida de las mujeres rurales en toda China. Como académica y defensora del empoderamiento femenino, Chen está a la vanguardia de los esfuerzos para brindarle a las mujeres rurales nuevas y mejores oportunidades de independencia económica y crecimiento personal.
A través de su organización Yichuang, esta mujer de 48 años de la ciudad de Ji'an, en la provincia de Jiangxi, está empoderando a las mujeres con habilidades prácticas mientras refuerza los valores culturales relacionados con la familia y el cuidado de los mayores.
Yichuang se han categorizado a las mujeres en dos grupos de edad: de 18 a 45 años y de 45 a 65 años. Para el grupo más joven, la iniciativa ofrece el programa "belleza para una vida mejor", cursos que llevan una década aportándole a las mujeres las necesarias habilidades para brindar servicios de belleza como maquillaje y peluquería. Con este conocimiento práctico, ellas pueden encontrar oportunidades de empleo flexible cerca de casa, lo que les permite equilibrar el trabajo con las responsabilidades familiares.
"Al permanecer en sus comunidades, estas mujeres pueden asegurarse de que sus hijos reciban la atención y educación adecuadas, mientras también apoyan financieramente a sus familias", precisa Chen. "Para las propias mujeres, no se trata solo de independencia económica, se trata de dignidad y autoestima."
Cada año, se llevan a cabo alrededor de 40 clases en todo el país, con 40 participantes en cada una. Operando en cientos de condados, el programa apunta a áreas clave de revitalización rural, como las provincias de Hebei y Henan, y se extiende a regiones occidentales menos desarrolladas, como las provincias de Shaanxi y Guizhou. Estas mujeres, que a menudo tienen poca o ninguna experiencia, reciben un entrenamiento intensivo de 20 días. Al final del curso, están listas para trabajar, ganando alrededor de 3.000 yuanes (421 dólares) al mes.
"Para aquellas en el grupo de edad de 45 a 65 años, sus responsabilidades de crianza de hijos están mayormente completas, ya que sus hijos suelen estar en la universidad. El enfoque de este grupo de mujeres se desplaza más hacia el cuidado de los ancianos", detalla Chen.
El programa de cuidado de ancianos desarrollado por Yichuang permite que las mujeres no solo cuiden a sus propios familiares mayores, sino que también extiendan su apoyo a otros adultos mayores cercanos cuyos hijos son trabajadores migrantes.

Chen (segunda desde la derecha) y sus colegas ofrecen revisiones de salud gratuitas a los ancianos en un pueblo de la provincia de Hebei. (Foto: China Daily)
El programa permite a estas mujeres obtener ingresos adicionales mientras mantienen sus ocupaciones principales, ya sea en la agricultura o en trabajos locales. Las participantes se comunican con los ancianos todos los días, en persona o por teléfono, para preguntar sobre su alimentación, sueño, estado de ánimo y cualquier necesidad especial. Una vez por semana, visitan a los ancianos para asegurarse de que no haya riesgos de seguridad relacionados con el agua, el gas o el fuego. Cada dos semanas, ofrecen servicios como cortes de cabello o acompañarlos a las citas médicas.
"Después del entrenamiento, las participantes mejoran en la educación de sus hijos y en la gestión de las relaciones con la familia y los vecinos. Por ejemplo, los niños son más propensos a valorar el aprendizaje si ven que sus madres hacen lo mismo. Este enfoque integral ayuda a fomentar entornos familiares y comunitarios más saludables y solidarios", dijo Chen.
Su viaje comenzó durante sus estudios de posgrado en 2005 en la Universidad Normal de China Central en Wuhan, provincia de Hubei, donde fue profundamente influenciada por su mentora, Liu Xiaohong, quien investigaba la participación política de las mujeres rurales. Esta exposición temprana inspiró su compromiso con el empoderamiento de las mujeres rurales.
Después de completar su doctorado, Chen se mudó a Beijing, donde se convirtió en asesora experta para Beijing Rural Women, una ONG centrada en el desarrollo de las mujeres rurales. Descubrió que las organizaciones de base enfrentaban desafíos para navegar las asociaciones gubernamentales y aprovechar el apoyo de las políticas.
"Uno de los mayores obstáculos era la desconexión entre las iniciativas de base y las políticas gubernamentales. Necesitábamos un puente para asegurar que nuestros esfuerzos estuvieran alineados con las prioridades nacionales", recuerda.
Reconociendo estos desafíos, Chen fundó Yichuang en 2017.
"Yichuang es una plataforma para liberar el potencial de las mujeres rurales y transformar sus vidas", sostiene.
Chen considera que el programa actual depende en gran medida de asociaciones locales que involucran a organizaciones locales y a negocios dirigidos por mujeres para implementar su marco. Estos socios reciben recursos y apoyo financiero que Chen recoge de los gobiernos y diversas fundaciones. El programa incluye de seis meses a un año de seguimiento de los resultados, asegurando que los participantes puedan convertir sus nuevas habilidades en oportunidades económicas. También se realizan retroalimentación a través de encuestas con los participantes, lo que les permite informar sobre su situación laboral y niveles de ingresos.
"Encontrar socios locales confiables es un desafío importante. Ocasionalmente, los socios pueden explotar el programa para beneficio personal, como cobrar por lo que debería ser capacitación gratuita. Para contrarrestar esto, el programa prioriza la transparencia y la rendición de cuentas", afirma Chen.
Un equipo dedicado de siete personas de Yichuang ha desarrollado y perfeccionado el marco del programa. Una vez demostrado su efectividad en un lugar, se aplica en otras regiones.
"Los hombres y las mujeres no son opuestos; crecen y prosperan juntos. El desarrollo de una mujer no solo debería centrarse en alcanzar metas personales y la felicidad, sino también en mejorar el bienestar de su familia, comunidad y la sociedad en general", enfatizó Chen.
"El desarrollo de una mujer debería medirse por el aumento de la felicidad de su familia, hijos y personas mayores", añadió.


