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Venezuela llama a fortalecer unidad regional ante graves amenazas de EEUU
El canciller de Venezuela, Yván Gil, dijo hoy jueves que las amenazas estadounidenses contra América Latina y el Caribe representan un riesgo directo para la estabilidad regional, y subrayó que el respaldo internacional a Caracas confirma el rechazo a esas políticas hostiles de Estados Unidos.
Durante su intervención en la 26ª reunión del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Gil sostuvo que la unidad continental constituye una necesidad estratégica frente a intentos de injerencia.
El canciller denunció las acciones hostiles y las amenazas públicas del Gobierno de Estados Unidos, que, según dijo, buscan debilitar la soberanía de los pueblos latinoamericanos.
En ese sentido, reiteró que un ataque contra un Estado de la región repercute en toda la comunidad y debe ser enfrentado de manera conjunta.
También llamó a proyectar a América Latina y el Caribe como un referente global de seguridad humana, y a redoblar esfuerzos en favor del desarme nuclear.
"Nuestra región puede y debe erigirse como un faro de cordura, un espacio donde la paz sea la norma y no la excepción", subrayó.
El canciller valoró el respaldo recibido por Venezuela en distintos foros multilaterales, al tiempo que denunció a las élites que han vivido históricamente de la guerra y hoy buscan normalizar la coacción en la región.
"Pretenden que nuestros pueblos tomen decisiones con una pistola en la cabeza para favorecer intereses internos de Estados Unidos", alertó.
Instó además a los Estados miembros del ALBA-TCP a asumir una "responsabilidad histórica" en la defensa de la soberanía regional y a consolidar al bloque como una voz unificada frente al supremacismo y al fascismo que amenazan con instalarse en el continente.
La alerta surgió luego del despliegue militar estadounidense hace unas semanas en el Caribe que incluye ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aeronaves F-35, movilizados bajo el argumento de reforzar la lucha antidrogas.
Tras el despliegue se han registrado ataques militares estadounidenses contra embarcaciones en aguas caribeñas, sin que se muestren pruebas de estar ligadas a actividades ilícitas y sin la aplicación de la normativa internacional para la detención de embarcaciones.