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Con ceremonia ancestral celebran el equinoccio de otoño en Parque Arqueológico El Tazumal, en El Salvador

Por Xinhua | el 22 de septiembre de 2025 | 16:28

Decenas de personas y representantes de pueblos originarios de El Salvador participaron este domingo en la ceremonia ancestral maya para recibir el equinoccio de otoño, celebrada al pie de las pirámides del Parque Arqueológico El Tazumal, en el departamento de Santa Ana.

Para los mayas, el equinoccio de otoño en el hemisferio norte de la Tierra, que este año inicia oficialmente el lunes 22 de septiembre, marca la temporada de cosecha, fundamental para su subsistencia basada en la agricultura.

El centro ceremonial sagrado convocó nuevamente a sacerdotes mayas para encabezar la ceremonia, transmitida de generación en generación, como una forma de agradecer a la Madre Tierra por sus frutos, el agua, el aire, el sol y la alimentación que sustenta la vida.

"Celebramos una ceremonia maya muy trascendental porque ahora es el equinoccio de otoño, entonces es tiempo de recolectar cosechas agrícolas de la Madre Tierra (...) pero también, recolectar como personas nuestras acciones, proyectos, pensamientos", explicó a Xinhua el sacerdote maya Ernesto Campos.

Desde tempranas horas, los participantes prepararon el espacio con grandes ofrendas florales y semillas, incluyendo cacao, frijol y tabaco, así como panela, un tipo de azúcar. No faltó la fogata para el encendido de una gran llama, símbolo central del ritual.

En punto de las 10:30 hora local y desde una punta de una de las pirámides sonaron el caracol y los tambores para invocar los cuatro puntos: oriente (fuego), poniente (tierra), norte (aire) y sur (agua), e invitar a los tatas (los espíritus de los abuelos) a esta celebración del evento astronómico, importante para los mayas y vinculado también a la temporada de recolección de cosecha.

El evento duró alrededor de cuatro horas y combinó armonía entre la naturaleza y los seres humanos.

Para el sacerdote José Bautista, la conmemoración es un espacio desde la cosmovisión indígena para agradecer a la Pachamama, que se traduce como "Madre Tierra" y es una deidad andina que representa la fertilidad y abundancia de la naturaleza. La ceremonia también permite a las comunidades compartir experiencias y reforzar la identidad cultural.

"Para nosotros es un orgullo estar celebrando estas ceremonias de limpieza, de purificación hacia nuestro país, hacia nuestra gente y hacia nuestros pueblos", remarcó Bautista.

Los asistentes, motivados por el ritual, se sumaron al agradecimiento a la tierra por la cosecha y pidieron por la continuidad de la comida, la paz, la salud y la armonía. Bailarines lucieron atuendos ancestrales y siguieron al ritmo coordinado de tambores, pitos y flautas.

En El Salvador, habitantes y representantes de pueblos originarios celebran el equinoccio maya en sitios arqueológicos como El Tazumal y San Andrés, realizando rituales de agradecimiento a la Madre Tierra y marcando el ciclo agrícola.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)