“Sabemos que China tiene esa visión de establecer puentes a través de la colaboración científica y educativa”, asegura Gabriela Ramos, candidata mexicana a la jefatura de la UNESCO

Gabriela Ramos, en una entrevista exclusiva con el Diario del Pueblo digital.

Por Yasef Calderón y Zhou Yu

Gabriela Ramos, se encuentra de visita en China. No es la primera vez que la alta funcionaria y experta mexicana llega al gigante asiático. De hecho, “he visitado China unas catorce veces”. Esta vez, aspira a retomar “la colaboración tan estrecha que he tenido con este país para solicitar su apoyo a mi candidatura, basado en la excelente relación que existe entre México y China”.

Su propuesta como candidata a la Dirección General de la UNESCO 2025-2029 enaltece una visión de igualdad, ciencias abiertas, desarrollo sostenible y la construcción de una UNESCO más integradora e innovadora.

“Justamente creo que por estos riesgos que estamos enfrentando de un mundo polarizado, de un mundo dividido, de un mundo en donde no aparece el diálogo para solucionar las diferencias, la UNESCO tiene que jugar un papel muy importante porque tiene el mandato de promover la paz y el entendimiento mutuo a través de la educación, la ciencia y la cultura”, afirma Ramos en una entrevista exclusiva con el Diario del Pueblo digital.

“Afortunadamente no estamos a cargo ni del comercio, ni de la inversión, ni de la economía, estamos a cargo de tres pilares que realmente pueden acercar a las naciones, y tenemos que hacerlos valer no solamente asegurando el acceso a la educación, sino a una educación de calidad y a una educación para la paz y el diálogo”, agrega.

Los aportes de Gabriela Ramos en el ámbito internacional son significativos.  Se desempeñó como directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), participando como sherpa en las cumbres del G20 y el G7. Su labor ha sido clave en la integración de las perspectivas de género en las políticas económicas y en el diseño de políticas públicas basadas en evidencia para reducir desigualdades económicas y sociales. Asimismo, su aporte ha sido esencial en el diseño e implementación de programas que fortalezcan la ética en inteligencia artificial y la gestión de datos, asegurando que la tecnología pueda ser para beneficio de todos.

“Yo creo que uno de los aspectos más importantes de mi visión es muy cercano a la visión de desarrollo científico que siempre ha tenido China, y que se ha consolidado con la Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa para la Civilización Global, del presidente Xi”, afirmó Ramos.

La Iniciativa para el Desarrollo Global es una propuesta china presentada en septiembre de 2021 durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Su agenda busca promover el desarrollo sostenible y equitativo, a nivel mundial. Para su implementación, China ha establecido el Fondo para el Desarrollo Global y la Cooperación Sur-Sur, con una inversión inicial de 4.000 millones de dólares para financiar proyectos alineados con la IDG. A día de hoy, más de 100 países y organizaciones internacionales han expresado su apoyo a la IDG. En sintonía sinérgica, la Iniciativa para la Civilización Global (ICG), anunciada por el presidente Xi Jinping el 15 de marzo del 2023 aspira a promover el diálogo, la igualdad y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones para avanzar en la modernización global, abogando por el respeto a la diversidad cultural y rechazando la dominación o la supremacia cultural.

“Sabemos que China tiene esa visión de establecer puentes a través de la colaboración científica y educativa, y eso está muy en línea con la UNESCO”, aseguró Ramos al Diario del Pueblo digital.

La UNESCO desempeña un papel clave en el desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial (IA), promoviendo principios que garanticen su uso inclusivo, equitativo y respetuoso de los derechos humanos. Asimismo, aboga por reducir sesgos en los algoritmos de IA, que a menudo reflejan desigualdades de género, raza o cultura.

“Es importante que la UNESCO siga jugando un papel fundamental para asegurar que estos desarrollos tecnológicos tan vertiginosos, sobre todo en la inteligencia artificial, se hagan con una base ética”, señala la candidata mexicana a la jefatura de la UNESCO 2025-2029.

“La UNESCO, justamente con mi supervisión, desarrolló el primer instrumento normal de la ética de la inteligencia artificial, para alinearla con nuestros valores, con la dignidad humana, con los derechos humanos. Tuvimos expertos chinos que nos apoyaron a desarrollar la recomendación y ahorita la estamos implementando”, destacó.

Uno de los aspectos más conocidos del trabajo de la UNESCO es la protección y promoción de los Sitios del Patrimonio Mundial, lugares de valor excepcional para la humanidad. La lista UNESCO incluye más de 1,200 sitios entre los que se destacan Machu Picchu, en Perú; el Taj Mahal de la India; la Ciudad Prehispánica de Teotihuacán, en México, y en China, la Gran Muralla.

“China es una potencia cultural con 59 sitios de patrimonio mundial de la UNESCO, México también, con 35 sitios... hay que lograr que la cultura logre ser un elemento de convivencia, de conocimiento, de diálogo”, precisa Ramos. “En ese sentido, creo que todos estos elementos nos pueden ayudar a construir los puentes que tanto necesitamos”.

Retomando la Iniciativa para el Desarrollo Global propuesta por China, Ramos reconoció que está muy en línea con el propio mandato de la UNESCO, que es “justamente abrir un espacio para que diferentes civilizaciones dialoguen, se conozcan”.

“La designación de sitios de patrimonio mundial cultural no solo tiene que ver con el beneficio para las poblaciones de disfrutar estos patrimonios, también permite que los países se puedan conocer a través de su historia, a través de sus tradiciones, a través de su cultura”.

Desde la perspectiva de Gabriela Ramos, esta virtud también es uno de los elementos fundamentales de la Iniciativa para la Civilización Global.

“Justamente trabajé mucho con China. En el sector de ciencias sociales y humanas (de la UNESCO) estamos encargados del diálogo intercultural, y hemos tratado de ver de qué manera se puede fortalecer este diálogo en un mundo donde nos polarizamos, y en donde tenemos nuestro punto de vista y ya no queremos escuchar a los otros”.

“Es importante entender que el diálogo nos puede dar mejores resultados”, sostiene Ramos. “Y trabajamos una iniciativa, que ha sido muy apoyada por el gobierno chino durante años, y está en línea con el diálogo de civilizaciones, que es el programa de la Ruta de la Seda”.

Iniciado en 1988, el programa de la Ruta de la Seda de la UNESCO ha preservado el legado cultural, científico y artístico de esta singular ruta comercial, realzando su gran aporte al diálogo intercultural.

“Me parece una de las iniciativas de mayor impacto. Lo que hacemos es recuperar esta tradición de todos los países que estuvieron vinculados en la Ruta de la Seda, que evidentemente comerciaban y tenían intercambios económicos, pero más que nada, tenían una producción cultural común, tenían intercambios culturales, tenían intercambios educativos durante siglos. Lo que hemos hecho con China es lanzar cada año, por ejemplo, una colección de textiles de la Ruta de la Seda y un concurso internacional para que los fotógrafos jóvenes compartan con nosotros sus imágenes relacionadas con Ruta de la Seda... capturar la belleza de las regiones que se vinculan en esta importante iniciativa. Creo que programas UNESCO como la Ruta de La Seda y los intercambios culturales y científicos van muy en limpia con esta propuesta que hace el gobierno chino de acercar a las civilizaciones”.

Dentro del mundo actual, el futuro de la UNESCO se vislumbra imprescindible e irradiador, en pleno tránsito hacia el nuevo multilateralismo que demandan las naciones del Sur global.

“Yo creo que esto es bien importante porque si bien es cierto que hay críticas y el distanciamiento que algunos países están presentando al multilateralismo, no podemos hacer generalizaciones porque las instituciones multilaterales dan resultados... yo tengo muchos ejemplos en donde el multilateralismo ha tenido buenos resultados”, aseveró Ramos. Y recordó que hay que avanzar en reformas de gran calado porque “el sistema de Naciones Unidas también necesita una reforma integral para ser mucho más efectivo y para tener mayor impacto”.

La UNESCO enfrenta retos como la polarización global, la limitada financiación y las amenazas al patrimonio por el cambio climático y el turismo masivo. Dentro de este panorama, también emergen oportunidades para la transformación digital, la educación sostenible y el diálogo intercultural que posicione a la UNESCO como líder multilateral en la construcción de un futuro equitativo y pacífico para el planeta.

“Espero contar con China. Para eso estoy aquí. He sido una amiga de China durante muchos años, he apoyado a China en organizaciones como la OCDE, he colaborado estrechamente con China en mi paso por la UNESCO. Estoy segura que China nos apoyará en esta iniciativa”, concluyó Ramos.