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Trump quiere ayudar a México pero propone cosas que "no son aceptables", afirma Sheinbaum

La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reconoció hoy martes que si bien su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha mostrado una disposición a colaborar con México, también ha propuesto medidas que resultan inaceptables para su Gobierno, como la intervención militar para combatir el narcotráfico.
Durante su habitual conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional, la mandataria mexicana señaló que a lo largo de las seis llamadas telefónicas que ambos han sostenido desde enero pasado, Trump le ha expresado de manera amable su intención de ayudar a México.
"Él (Trump) amablemente pregunta '¿En qué les podemos ayudar?' Ha sido varias veces su pregunta '¿Cómo les ayudamos?' Entonces ha sugerido cosas que para nosotros no son aceptables", dijo Sheinbaum.
Mencionó que dos temas que siempre han estado presentes en las conversaciones son "la importancia de atender el consumo de fentanilo" y "la llegada de armas de Estados Unidos a México".
Sobre el fentanilo, Sheinbaum destacó el reconocimiento por parte de Trump a la campaña mexicana para inhibir el consumo de esta droga, pues se atiende desde una perspectiva de salud pública.
Del tráfico de armas, la presidenta elogió la decisión del mandatario estadounidense de establecer "mano dura" en el tema para frenar la incursión de armas de alto poder a territorio mexicano, que luego son usadas por el crimen organizado.
"Es muy bueno y habla de la buena relación que hay con el Gobierno de Estados Unidos, en donde hay colaboración, cooperación, diálogo permanente en temas de seguridad con respeto a nuestras soberanías y a la inviolabilidad (...) territorial", expresó.
Sheinbaum recordó que en la época del entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) se dio la llamada operación "Rápido y Furioso", en la que "iban a pasar armas con chips para ver dónde iban a quedar (...) llegaron a México, les quitaron los chips y estuvieron en manos de la delincuencia. Nunca nadie fue sancionado por eso".
En el marco del operativo "Rápido y Furioso", agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos autorizaron el ingreso ilegal a México de más de 2.000 armas con el objetivo de rastrear su recorrido y así desmantelar redes de tráfico vinculadas a los cárteles de la droga.
La operación fracasó, luego de que la agencia perdió el rastro de al menos 1.400 de esas armas, muchas de las cuales terminaron en manos del crimen organizado y dos de ellas incluso fueron empleadas en el asesinato de un agente de la Patrulla Fronteriza en 2010.