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Desarrollan en México modelos precisos de mama en 3D para apoyar diagnóstico temprano de cáncer
Por Carina López y Pool Contreras
MÉXICO, 11 abr (Xinhua) -- Una innovadora técnica creada por el investigador mexicano, Juan Alfonso Beltrán Fernández, permite generar modelos en tercera dimensión (3D) para materializar de manera exacta las estructuras internas de las mamas, lo que podría ser clave para el diagnóstico temprano de cáncer en esta parte del cuerpo.
La base fundamental del proyecto radica en el uso de "resina fotopolimérica" de uso experimental en los modelos de mama tangibles, que pasa por un lente polarizador y genera que el color se intensifique en las zonas donde hay tejido tumoral, lo que es de gran valía en una etapa inicial del padecimiento, considerado el más frecuente en mujeres a nivel mundial.
"Si bien las segmentaciones 3D son procesos conocidos mundialmente, lo que no existe en los reportes técnicos o de investigaciones son justo esas asociaciones de las escalas BI-RADS (Sistema de Informe y Registro de Imágenes Mamarias), conocidas en el campo médico, contra los patrones isocromáticos de los modelos", explicó Beltrán Fernández.
El científico de la escuela de educación superior Instituto Politécnico Nacional (IPN) comentó en entrevista con Xinhua que para elaborar los modelos físicos se analizan imágenes provenientes de tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, mastografías e incluso ultrasonidos, a través de un programa informático que permite extraer un archivo imprimible en 3D.
El Software o sistema informático permite ver por separado cada estructura de mama, a diferencia de la interpretación de la escala de grises que de manera convencional tienen las tomografías.
"Nos dimos a la tarea de diseñar un sistema de apoyo compacto y portátil que se le dejaría a los médicos y al cuerpo de inversión interesado para que lo puedan leer desde la comodidad de su escritorio, pues es un sistema que no pesa más de dos kilos y que cuenta con los lentes polarizados para que se puedan hacer las lecturas de manera inmediata", comentó Beltrán Fernández.
El visor externo, denominado Meshmixer, permite separar, manipular y mover de forma dinámica todas las estructuras de la mama, desde la capa externa de la piel hasta el pezón, los conductos, los vasos, los lóbulos, los tejidos y los ganglios.
Dentro de estas estructuras se pueden apreciar tejidos atípicos que por lo normal están asociados a tumoraciones.
Las resinas con las que están elaborados los prototipos en 3D poseen características ópticas que los hacen muy sensibles, por lo que al colocarse en un polarizador portátil y exponerse a la luz blanca, es posible analizarlos de manera exhaustiva e identificar tumoraciones, de acuerdo a la tonalidad oscura.
"Este proyecto podría darle información adicional al médico tratante y a la paciente, de tal manera que sus modelos se pueden tener en mano y los patrones existentes o no podrían acompañar a la biopsia o estudios preventivos", indicó.
El proyecto que está en proceso de validación hospitalaria también está abierto a personas que tengan alguna condición en ganglios y con algún factor hereditario de la enfermedad o que presenten algún tumor.
"Sabemos que en México tenemos un alto índice de mortalidad por cáncer de mama. Nuestra intención siempre es abrir los estudios para los pacientes mexicanos y la base de datos que utilizamos nos ha dado la oportunidad de observar más casos femeninos de la base de datos mundial", puntualizó.
El experto no descartó la posibilidad de fabricar los modelos con materiales más flexibles para la planeación de cirugías.
Debido a la valiosa contribución de esta nueva tecnología en apoyo al diagnóstico de cáncer de mama, el especialista mexicano participará en junio venidero en la Conferencia Internacional de Ingeniería Computacional Avanzada y Experimentación (ACEX, por sus siglas en inglés) en Italia para dar a conocer sus avances.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos se diagnostica un cáncer de mama en algún lugar del mundo, mientras que en México es la segunda causa de muerte en mujeres de entre 20 y 59 años.