La terapia en el aula trae sonrisas a una madre enferma

Lei Lanmei, de 92 años, resuelve problemas de matemáticas en una pizarra en Jiamusi, provincia de Heilongjiang. [Foto proporcionada a China Daily]

En la sala de estar de un edificio residencial común en la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, Lei Lanmei, de 92 años, pasa sus días frente a una pizarra. Con tiza, escribe expresiones idiomáticas o resuelve problemas de matemáticas, cada uno en 10 minutos.

Lei, exmaestra de primaria con más de 30 años de experiencia, se enfrenta a un deterioro cognitivo debido a recientes complicaciones de la diabetes. Para ayudar a frenar el avance, su hija de 67 años, Hu Wei, recreó un aula de primaria en casa.

"Mi hermano mayor y mi hermana menor fallecieron, y mi hermano menor vive lejos, en la provincia de Shandong. Soy la única persona que queda en la familia que puede acompañar a mi madre", dijo Hu. "Cuidarla es lo más importante para mí".

"Le encanta leer". Pero más de 30 años de diabetes le provocaron retinopatía, lo que hizo que su visión se deteriorara rápidamente. "Apenas podía sumergirse en los libros", añadió. "Para ayudarla a superar el aburrimiento y recuperar la alegría de vivir, probé muchos métodos".

Al principio, Hu probó con juguetes educativos y cuadernos de dibujo, pero ninguno resultó eficaz.

Hace unos tres años, un examen médico reveló que Lei tenía niveles inestables de azúcar en sangre y neuropatía periférica, lo que le causaba entumecimiento en las manos y los pies.

"El médico me dijo que si la situación seguía empeorando, la función cognitiva de mi madre se deterioraría rápidamente", dijo Hu. "Después de buscar información médica relacionada, supe que la incidencia de la enfermedad de Alzheimer en pacientes diabéticos es dos o tres veces mayor que en otras personas".

Mientras ordenaba sus pertenencias, Hu descubrió los viejos planes de clase de Lei, llenos de anotaciones con bolígrafo rojo en páginas amarillentas.

"En ese momento, tuve una inspiración repentina", dijo Hu. "Como mi madre había impartido clases durante décadas, tal vez podría reconstruirle un aula".

Hu compró una pizarra magnética por internet y la colocó en un lugar destacado de la sala.

"Cuando mi madre escribió el primer modismo chino 'hui ren bu juan', que significa enseñar a la gente incansablemente, en la pizarra nueva con manos temblorosas, descubrí que en sus ojos aparecía un brillo perdido", dijo Hu.

Hu diseña cuidadosamente cada lección, explicando modismos o resolviendo problemas de matemáticas, ajustando la dificultad para evitar la frustración o la subestimación.

Un momento memorable fue un desafiante problema de matemáticas aplicadas sobre llenar y vaciar una piscina.

Cuando Lei tuvo dificultades con la tercera ecuación, Hu usó una palangana y una botella de agua para demostrar el problema.

"Cuando el sonido del agua fluyendo se superpuso con el proceso de cálculo, mi madre exclamó de repente: 'Necesitamos establecer dos incógnitas'", dijo Hu. "En ese momento, el brillo de sus ojos pareció transportarla a décadas atrás. También sentí una gran sensación de logro".

Hu limita las lecciones a 10 minutos, vigilando el comportamiento de Lei para detectar signos de fatiga o felicidad.

"Si se pasa del tiempo, se distraerá", dijo Hu. Si golpea la mesa inconscientemente con los dedos, significa que está cansada. Si de repente canta una canción vieja, demuestra que está de buen humor.

Hu también monitorea la salud de Lei, midiendo su presión arterial y niveles de glucosa a diario y consultando con un endocrinólogo.

"Mantengo un estrecho contacto con un endocrinólogo para consultar sobre su condición", dijo Hu. "Si noto algún problema con los datos, puedo contactar al médico rápidamente.

"Cuando más personas mayores se enfrentan al deterioro de la memoria, esa persistencia puede ser solo un pequeño paso", dijo. "Para mí, mientras mi madre pueda tomar la tiza, las palabras en la pizarra pueden seguir escribiéndose".