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Especial: Entre el diálogo y la violencia se mueve la compleja política de Paz Total en Colombia

Por Xinhua | el 31 de marzo de 2025 | 13:22

Por Sylvia B. Zárate

BOGOTÁ, 30 mar (Xinhua) -- La Paz Total en Colombia, bandera política del Gobierno del presidente Gustavo Petro, hoy en día se encuentra en jaque, a pesar de los avances en el diálogo con algunos grupos armados ilegales que permanecen en mesas de conversación establecidas entre 2022 y 2023, consideró el legislador colombiano Alirio Uribe.

El integrante de la Cámara de Representantes de Colombia reconoció en entrevista con Xinhua el momento crítico que enfrenta la nación en materia de paz y citó al respecto algunas de las causas, entre ellas la principal que es la violación del cese al fuego por parte de grupos armados como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los recientes ataques a la población civil.

"La idea era arrancar salvando vidas, es decir, que los ceses al fuego permitieran salvar la vida, tanto de miembros de grupos armados; salvar vidas de la población civil, que no fuera atacada por los grupos armados, y salvar vidas de soldados y policías", expuso.

A decir del legislador, los continuos atentados contra la población civil han obligado a cambiar de estrategia y optar por el fortalecimiento de la Fuerza Pública, en las regiones donde delinquen los grupos ilegales.

"La verdad es que los ceses al fuego no fueron muy exitosos, no tuvieron el suficiente monitoreo, y varios grupos armados violaron los ceses al fuego (...) no atacaban a la Fuerza Pública, pero sí atacaban a las comunidades", agregó.

El golpe más contundente a la paz durante el presente Gobierno lo dio el ELN en enero de este año, cuando ataques simultáneos en la región del Catatumbo (noreste) dejaron 80 muertos y más de 56.000 desplazados.

El presidente Petro ordenó de inmediato la suspensión de los diálogos de paz con la guerrilla y la estrategia para conseguir la paz giró a la ofensiva militar, al menos con este grupo armado y la facción de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que siguen con atentados contra la población civil.

El entonces ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien había manejado la cartera con un enfoque más conciliador, renunció a su cargo y fue reemplazado por el general de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, Pedro Arnulfo Sánchez, quien desde su llegada se comprometió a combatir a los grupos armados con más contundencia.

Más de 10.000 uniformados se desplegaron por esa zona en la llamada Operación Catatumbo que busca con operaciones militares quitarle el control del territorio al ELN y a las disidencias de las FARC para abrir paso a las instituciones del Estado.

"El solo hecho de que el presidente haya puesto como ministro de defensa a un exalmirante, a un militar, muestra que efectivamente el presidente se inclina más por el garrote que por la zanahoria, ante el incumplimiento de lo esbozado por los grupos armados", opinó Uribe.

Señaló, además, que con este cambio, el ELN dejó de ser un actor político con el que se negociaba la paz y pasó a ser tratado como un grupo narcotraficante más en el país, como ya lo ha calificado el presidente Petro en varias oportunidades.

"Con el ELN tenemos una paradoja y unos sentimientos agridulces porque jamás se había avanzado con el ELN como se avanzó en este Gobierno", dijo el legislador.

"Haber negociado el punto 1 sobre participación, haber creado el Comité Nacional de Participación, haber hecho 28 acuerdos parciales, pues era el proceso que tenía como más visibilidad y con más futuro", complementó.

Otro de los grandes obstáculos para conseguir la Paz Total en Colombia, insignia del Gobierno de Petro, ha sido la fragmentación interna de los grupos armados con los que en un principio se establecieron 10 mesas simultáneas de diálogos para lograr la tranquilidad territorial, a través de la presencia integral del Estado.

"Los grupos armados llegaban en bloque a hablar con el Gobierno, pero cuando estuvieron en la mesa terminaron dividiéndose", sostuvo Uribe, al señalar que fue lo que pasó con las disidencias de las FARC, que ya son como cuatro grupos.

Uribe consideró que es necesario perseverar en los diálogos y tratar de alinear las mesas en los próximos 16 meses que quedan de Gobierno para concretar un acuerdo.

El incumplimiento de la implementación del Acuerdo de Paz con la extinta guerrilla de las FARC por falta de voluntad política del anterior Gobierno y la falta de recursos del actual, así como el asesinato sistemático de excombatientes de la guerrilla, son aspectos que Uribe considera como determinantes en el debilitamiento de la política de paz en Colombia.

A decir de Uribe, es necesario también fortalecer el acompañamiento de la comunidad internacional, tanto en cumplir el Acuerdo de Paz de 2016, como en los procesos que se realizan ahora y que Naciones Unidas extienda su respaldo a procesos de paz.

Colombia mantiene varios focos de emergencia humanitaria por la violencia de grupos armados en regiones del país, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.

Los grupos armados que generan estas emergencias son ELN, Clan del Golfo y disidencias de las FARC, además de otras organizaciones criminales como los "Shottas" y los "Espartanos".

La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortíz, ha señalado que "es alarmante" la situación humanitaria que presencia Colombia.

Marín Ortíz ha pedido acciones inmediatas del Gobierno de Colombia para frenar el accionar de estos grupos como el reclutamiento de menores en sus filas y ataques con drones en zonas residenciales.

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)