Brasil presentará en COP30 acciones y metas para combate al cambio climático

Brasil presentará en la COP30 acciones ya implementadas y ambiciosas metas para mitigar los efectos del cambio climático, afirmó hoy miércoles la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.

En una entrevista concedida al programa "Bom Dia, Ministra", Silva destacó que Brasil liderará con el ejemplo la 30ª Conferencia de las Partes (COP 30) de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará en noviembre próximo en la ciudad amazónica de Belém (norte).

"Brasil ha insistido desde 2003, cuando fui ministra por primera vez, en que la mejor forma de liderazgo es con el ejemplo. Necesitamos actuar, no solo hablar. Por eso, en el primer Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva implementamos el Plan de Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia, que logró reducir la deforestación en un 83 por ciento, evitando la emisión de 5.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera", dijo.

El plan, según la ministra, fue abandonado durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, lo que derivó en un descontrol de la deforestación. Sin embargo, tras el regreso de Lula da Silva al poder, se reactivó el Fondo Amazonia y se amplió el plan de acción para abarcar todos los biomas brasileños.

Como resultado de estas medidas, los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE, siglas en portugués) indicaron que las alertas de deforestación en la Amazonia alcanzaron en febrero su menor nivel registrado, con 80,95 kilómetros cuadrados de áreas deforestadas, una caída del 64,26 por ciento en comparación con el mismo mes de 2024.

Silva también mencionó que la deforestación en la Amazonia se redujo un 46 por ciento en comparación con 2022 y en el Cerrado un 47 por ciento respecto a 2023.

Además, el Gobierno brasileño lanzó en diciembre pasado planes de acción para la prevención y control de la deforestación en el Pantanal y la Caatinga, y prevé anunciar en abril estrategias similares para la Mata Atlántica y el Pampa.

Durante la COP30, Brasil presentará su meta de reducir en un 67 por ciento las emisiones de CO2 para 2035.

"Esto no es solo un anuncio genérico, tenemos objetivos concretos para sectores como transporte, energía, industria, agricultura y deforestación", destacó la ministra.

Silva también resaltó la ampliación de la fiscalización ambiental.

"Cuando dejé el ministerio hace 16 años, había 1.700 fiscales. Al regresar, encontré solo 700. Aun así, aumentamos la capacidad de fiscalización en un 96 por ciento en el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) y en casi un 200 por ciento en el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio)", explicó.

Además, el Gobierno ha fortalecido la contratación de brigadistas para combatir incendios y ha destinado 45 millones de reales (unos 9 millones de dólares) del Fondo Amazonia para reforzar los cuerpos de bomberos estatales.

La Policía Federal ya ha abierto más de 200 investigaciones sobre incendios provocados en diversas regiones de Brasil.

Silva advirtió que la falta de inversión en el combate al cambio climático traerá pérdidas económicas significativas.

"El agronegocio ya sufre enormes pérdidas debido al aumento de la temperatura, la sequía y las olas de calor (...) Aproximadamente el 75 por ciento del PIB de los países sudamericanos depende de los servicios ecosistémicos", sostuvo.

Brasil llevará a la COP30 la postura de implementar lo ya acordado en cumbres climáticas anteriores.

Silva destacó que el año 2024 fue el primero en superar el límite del Acuerdo de París, con una temperatura media global de 1,6° Celsius por encima de los niveles preindustriales.

"Vivimos un momento crucial, ya estamos sintiendo los efectos del cambio climático con eventos extremos en todo el mundo. Solo las olas de calor causan la muerte de más de 170.000 personas al año", alertó.

Respecto a la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, Silva indicó que esto representa un desafío.

"Estados Unidos es el segundo mayor emisor de CO2 y posee los mayores recursos y tecnologías para enfrentar la crisis climática (...) Su retirada es una pérdida enorme, pero el multilateralismo climático seguirá adelante (...) La población estadounidense sufrirá las consecuencias del cambio climático, y tarde o temprano, exigirá acciones", concluyó.