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Estudio brasileño revela desigualdades en la responsabilidad por el cambio climático
Los países desarrollados han sido históricamente los mayores responsables de las emisiones de carbono, pero en las naciones más pobres es donde se sienten con mayor intensidad los efectos negativos, confirmó un estudio divulgado este jueves por el estatal Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA, por sus siglas en portugués), vinculado al Ministerio de Planificación de Brasil.
El estudio "Injusticia climática y deudas climáticas. Estimando la responsabilidad por el cambio climático", de Rodrigo Fracalossi de Moraes, técnico de planificación e investigación de la Dirección de Estudios Internacionales del Ipea, mostró que las causas y los efectos del cambio climático no se distribuyen uniformemente.
El estudio, publicado por el Centro Internacional de Políticas para el Desarrollo Inclusivo (IPCid), identificó qué países, entre los que tienen las 25 mayores economías y/o poblaciones del mundo, han agotado sus presupuestos de carbono y, por tanto, tienen deudas climáticas.
La estimación se calculó sobre la base de un presupuesto mundial de carbono de 2.790 GtCO2 (gigatoneladas de carbono), tomando como referencia el año 1990.
Este presupuesto es compatible con una probabilidad del 67 por ciento de un aumento de 1,5 grados Celsius de la temperatura media mundial en comparación con los niveles preindustriales, según las estimaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de 2021.
Los datos muestran que Estados Unidos, por ejemplo, han gastado cerca de tres veces su presupuesto de carbono, con una deuda climática equivalente a 123 GtCO2, mientras que el segundo mayor deudor es Japón, con 22,7 GtCO2.
En cambio, la mayoría de los países de ingresos medios y bajos no ha utilizado su presupuesto de carbono.
De acuerdo con el estudio, los países del G7 tienen aproximadamente el 10 por ciento de la población mundial, pero fueron responsables del 33 por ciento de las emisiones de carbono fósil entre 1990 y 2021.
Mencionó que los habitantes de las zonas tropicales, donde vive el 40 por ciento de la población mundial, sufrirán de forma desproporcionada los fenómenos meteorológicos extremos, lo que les hará más susceptibles a la inseguridad alimentaria, hídrica y energética.
El estudio propone que los países con deuda climática inviertan en medidas de mitigación y, sobre todo, de adaptación en los países y regiones más vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos.
El Fondo Verde para el Clima de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Amazonia se destacan como ejemplos de mecanismos que podrían ampliarse para hacer operativos estos pagos.
El trabajo refuerza que la crisis climática no afecta a todos por igual, y que es esencial reconocer las responsabilidades históricas y garantizar que quienes más han contribuido al problema, también asuman un papel activo en su solución.
Brasil será sede de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se llevará a cabo en la ciudad de Belém, capital del estado amazónico de Pará (norte), entre el 10 y el 21 de noviembre de 2025.
El país sudamericano defiende el principio de la justicia climática y el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París, firmado en 2015, según el cual el financiamiento debe provenir de los países desarrollados hacia las naciones en desarrollo.