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Con corte y confección de trajes de boda, poblado chino ayuda a hacer realidad bodas de ensueño de novias de todo el mundo

Por Xinhua | el 26 de febrero de 2025 | 16:39

Cuando las novias deslumbran a los asistentes en las ceremonias nupciales en diferentes lugares del planeta, tal vez nadie se imagina que es probable que sus trajes, de elegante diseño e impecable confección, procedan de un pequeño poblado montañoso del este de China.

En Dingji, ubicado en las montañas Dabie, jurisdicción de la ciudad de Lu'an de la provincia de Anhui, existen más de 500 empresas relacionadas con la producción de vestidos de novia. Entre sus cerca de 50.000 habitantes, más de 15.000 trabajan en el sector, generando una producción anual de 2.400 millones de yuanes (331 millones de dólares), y exportan sus productos a más de 30 países y regiones, entre ellos, Estados Unidos, Nueva Zelanda y España.

Durante largo tiempo, Dingji derivó su sustento de la agricultura tradicional. Pero a principios de este siglo, personas que por años trabajaron en Suzhou, una ciudad de la vecina provincia de Jiangsu, volvieron a su pueblo natal trayendo consigo refinadas técnicas de corte y confección de vestidos de boda.

Al principio no había instalaciones auxiliares en los alrededores y era necesario recurrir a los autobuses para transportar accesorios y vestidos confeccionados. Ahora, gracias al creciente número de fábricas establecidas por los trabajadores migrantes que retornaron a su tierra, y a la mejora de las infraestructuras, han surgido numerosas tiendas de encajes, bordados, cuentas de plástico y otros accesorios, así como más de una docena de empresas de mensajería, para formar gradualmente una completa cadena industrial que va desde la producción de accesorios hasta la manufactura y la venta de los trajes.

En la actualidad, cada día se envían desde allí más de 15.000 paquetes exprés de vestidos de novia a todo el país y al otro lado del océano.

Pero detrás de este éxito hay un "secreto" que los fabricantes de Dingji conocen muy bien.

Las empresas de vestidos de novia del lugar han empezado a pasar del trabajo manual a la mecanización. Máquinas de corte automáticas, máquinas de bordado controladas por computador y otros equipos inteligentes, están haciéndose cargo poco a poco de los procesos básicos.

El corte es una parte fundamental en la confección de un traje de novia. Un trabajador cualificado necesita casi media hora para cortar según el diseño, mientras que una máquina de corte automática tarda solo unos 60 segundos en cortar con absoluta precisión el figurín introducido en el computador.

Asimismo, estas plantas prestan suma atención a la calidad y el diseño. Muchas empresas han creado sus propios equipos de diseño, que entregan uno o dos figurines nuevos cada día. Las muestras se prueban primero en tiendas fuera de línea, y con base en la respuesta del mercado se decidirá si se producen en serie o no.

Hasta el momento se ha aprobado la marca colectiva "Dingji Hunsha" (Vestidos de boda de Dingji) y muchas de las más de 400 marcas locales están aprovechando el comercio electrónico para ampliar sus negocios.

La exportación se está convirtiendo en una nueva vía de desarrollo del sector en Dingji. Actualmente más de 30 empresas locales ya atienden pedidos desde Europa, Estados Unidos, Australia y otros países y regiones, cuyo valor de producción anual llega a casi 600 millones de yuanes.

Cada año, de mayo a junio, numerosas escuelas de Estados Unidos tienen su temporada de graduación, la que, pese a los miles de kilómetros de distancia, también tiene relación con este pequeño poblado chino. Justo ahora, los artesanos de la tela de Dingji confeccionan los vistosos trajes que muchas jóvenes estadounidenses lucirán en su baile de graduación.

"Después de Navidad, iniciamos la temporada alta de procesamiento, que nos mantiene ocupados hasta junio", dice un responsable de una compañía local, y añade que además de trajes para boda también se necesitan trajes de gala para diferentes tipos de eventos, lo que amplía de forma constante el tamaño y la variedad del mercado exterior.

La industria de vestidos de Dingji también está marchando hacia los mercados verticales y segmentados. Además de vestidos de novia, también produce vestuario de maternidad, trajes de gala para niños y prendas al estilo chino, entre otros.

El poblado ha integrado la producción y la comercialización de vestidos de novia, la cultura nupcial, la fotografía de bodas y los espectáculos de pasarela para impulsar la ampliación y la mejora de toda la cadena industrial del sector.

Al comienzo del nuevo año, Dingji sigue dando la bienvenida a nuevos clientes globales. A través de un traje de boda perfecto, la "industria de la felicidad" no solo ayuda a hacer realidad bodas de ensueño para novias de todo el mundo, sino que también va potenciando su propia vitalidad de desarrollo.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)