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La economía de baja altitud amplia horizontes en China
El "Carrier Terrestre", coche volador desarrollado por el fabricante chino de vehículos eléctricos XPENG, completó su primer recorrido público en Haikou, provincia de Hainan, el 21 de enero de 2025. (Foto: VCG)
Por Yasef Calderón
Recientemente, la provincia de Hainan informó acerca de sus nuevas políticas para el rápido desarrollo de la llamada “economía de baja altitud”. El anuncio se produce en un momento en que muchas localidades buscan un despliegue para capitalizar dentro de este sector de rápida expansión en China.
El economista peruano William Vega, catedrático de la Universidad de Estudios Extranjeros de Jilin, considera que en China “lo que antes parecía solo ser ciencia ficción para muchos de nosotros, ahora se empieza a convertir en una realidad.”
Los especialistas han definido a la economía de baja altitud como el conjunto de actividades económicas e industrias centradas en los vehículos tripulados y no tripulados que operan en el espacio aéreo, normalmente a menos de 1.000 metros sobre el suelo, aunque hay regiones que aspiran a utilizar un espacio de hasta 3.000 metros verticales. Sus actividades fundamentales abarcan el turismo, el transporte de pasajeros, la investigación científica, la agricultura de precisión, los servicios de mantenimiento en altura, la atención sanitaria y de emergencias, la mensajería urgente, entre otros.
Gustavo Girado, director de la Carrera de Posgrado de Especialización en Estudios en China Contemporánea en la Universidad Nacional de Lanús y Director del Centro de Estudios de Investigación Sino – Latinoamericano de la misma universidad argentina, en entrevista con el Diario del Pueblo digital, señaló que “el nivel de actividad de esta economía de baja altitud demuestra que China se encuentra a la vanguardia mundial en esta nueva modalidad, ya incorporada tanto al sistema de transporte como de comunicaciones.”
“China tiene a favor un vasto territorio, con zonas de difícil acceso dado su relieve, y por eso estas formas de transportarse y comunicarse parecen ser muy convenientes en esos terrenos”, precisa Girado.
“La versatilidad puede ser su mayor activo, y estimo que será viable para comunicaciones y el control de incidentes como incendios rurales, forestales... y cuestiones de sanidad pública”, añadió el economista argentino.
Alentada por la integración de la innovación científica, tecnológica e industrial, se avisora en China un crecimiento constante en infraestructura y sistemas de servicios vinculados. En el Informe del Desarrollo Logístico A baja altitud de China, el Instituto Linksum de Industria Digital estima que su tamaño de mercado se expandió de 27.180 millones de yuanes (3.800 millones de dólares) del 2020 hasta el 2023. Por su parte, la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) calcula que el mercado alcanzará los 1,5 billones de yuanes en 2025 y los 3,5 billones de yuanes en 2035. Todo indica que para finales de este año podría alcanzar entre los 120.000 y 150.000 millones de yuanes.
Orientadas por la Alianza Económica de Baja Altitud de China, que integra más de 100 empresas que modelan el futuro de esta industria, Beijing, Shanghai, Shenzhen, Suzhou, entre otras urbes chinas, han anunciado políticas de apoyo al sector.
Con más de 15 años de residencia en China, el economista peruano William Vega atribuye este crecimiento “no solo a las políticas gubernamentales específicas en esta industria, sino también a aspectos como el tamaño de la población, el tamaño de la economía y las ventajas de la cadena de suministro en China.”
“Y el rol cada vez más importante a nivel global de China en tecnología. Podemos verlo en industrias como los teléfonos celulares, y ahora en la inteligencia artificial”, recalca Vega.
Entre las acciones más notables hasta la fecha, se erige la Alianza Industrial Beijing-Tianjin-Hebei para la Economía de Baja Altitud. Establecida en agosto del 2024, esta nueva fuerza sinérgica impulsa una treintena de proyectos como la construcción de una línea de producción de baterías de baja temperatura y la planificación de una ruta pública de baja altitud Beijing-Tianjin-Hebei.
“Debido a que China por la infraestructura, conexiones logísticas, la seguridad y entre otros, hacen más fácil el poder conseguir los suministros que se desean de manera rápida, eficiente, a un buen costo, y en la calidad que uno de desee. Eso facilita a las empresas poder tomar decisiones, acciones rápidas, y hacer mejores negocios. La cadena de suministro y el entorno global que tiene China es un aliciente para el nacimiento y desarrollo de las empresas de esta nueva industria, asegura Vega al Diario del Pueblo digital.
Por otra parte, diversificando la expansión de la red de mensajería aérea de entrega urgente, dentro de la logística de baja altitud, la entrega vía dron reduce a la mitad el tiempo de la mensajería tradicional. Ejemplos urbanos como el servicio activado en la ciudad de Wuxi, utilizan pequeños drones para la entrega a domicilio de variados artículos ligeros como documentos, llaves, medicamentos o productos frescos. De igual manera, en China se prueban aeronaves no tripuladas más grandes para transportar carga de forma autónoma a más de 2,000 kilómetros de distancia. Estadísticas del Ministerio de Transporte muestran que en 2024 se entregaron aproximadamente 2,7 millones de paquetes con drones en todo el país.
“Si la macroeconomía requiere aumentar el consumo familiar, el privado, una extendida economía de baja altitud claramente favorecería ese intento político para impulsar la demanda agregada”, afirma Girado.
Dentro del entramado de futuras autopistas interprovinciales de baja altitud, se han realizado demostraciones como el recorrido desde Chongqing a Zigong, en la vecina provincia de Sichuan. El lanzamiento de la primera ruta aérea interprovincial de baja altitud en la región estuvo a cargo de una aeronave chino Cessna 172 y fue realizado acorde con el VFR permite a los pilotos orientarse mediante el uso de referencias visuales, como puntos de referencia en tierra y otras aeronaves. Al circular por las “autopistas interprovinciales aéreas”, las aeronaves podrán operar bajo un procedimiento simplificado y un tiempo de aprobación más corto de los planes de vuelo.
En cuanto al transporte individual, la Alianza Económica de Baja Altitud de China calcula que el gigante asiático podría llegar a contar en el 2030 con 100.000 aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) en uso como vehículos familiares o taxis aéreos. La rápida comercialización masiva de los eVTOL reducira sus costos y los hará más accesibles. En Shanghai, un viaje desde el aeropuerto hasta la ciudad de Kunshan, en la vecina provincia de Jiangsu, que demora casi dos horas en auto, ahora se puede completar en aproximadamente 25 minutos. Asimismo, en Shenzhen, provincia de Guangdong, una empresa de "taxis aéreos" conecta el Centro Internacional de Convenciones y Exposiciones de Pingshan con el Distrito Central de Negocios de Futian, reduciendo el tiempo de viaje de 60 minutos por tierra a apenas 13 minutos por aire.
Pero, más allá de cualquier optimismo...¿El transporte aéreo de baja altitud podría llegar a ser, a corto plazo, una opción viable para la clase media china?
“Lo veo complejo por ahora, pero si se implementan claras reglamentaciones sobre el tráfico aéreo de menor escala, que sería el régimen que contiene esta economía en términos de reglamentaciones, puede haber futuro”, sostiene Girado.
“Definitivamente no se puede correr antes de caminar, y las experiencias de transporte terrestre son la base para el transporte aéreo. No se puede descartar el transporte terrestre, ni tampoco se puede reducir su importancia”, acota Vega.
Contrario a algunas opiniones sobre la reducción de empleos que podría significar el desarrollo de esta industria, Vega augura que “lo que va a hacer es reorientar el trabajo no solo a otras actividades, sino que estas nuevas actividades van a generar mayor valor agregado y beneficios, como son los trabajos en bienes y servicios para que funcione esta industria, desde los chips, las maquinarias hasta los centros de instrucción para los tripulantes, y otro personal que debe encargarse de gestionar, dar mantenimiento y otras actividades relativas.”
Sobre el desempeño actual del gigante asiático, el economista argentino Gustavo Girado recordó que “en 2024, y atendiendo a las importantes restricciones comerciales y políticas, y a la situación económica global, la performance de la economía china ha sido excelente”.
“Los récords alcanzados en el comercio exterior me eximen de toda consideración”, precisó Girado, calificando de “indispensable” el papel del sector privado nacional dentro del nuevo paradigma económico, alineado a los nuevos motores de desarrollo de alta calidad.
“La reunión (del presidente Xi el 17 de febrero con una representación del sector privado chino) demostró que si hay objetivos comunes todo se puede conseguir. Se afianzará el proyecto colectivo por encima de los intereses particulares de las corporaciones que estuvieron reunidas con el presidente hace unas horas. Si el mundo encuentra un sendero de menores turbulencias comerciales, el futuro de China es promisorio.”
CCID Consulting detalló que, hasta septiembre del 2024, China contaba con más de 50.000 empresas dedicadas a negocios relacionados con la economía de baja altitud.
“Si lo podrá hacer de forma “rápida, masiva y eficiente” no depende de una opinión, sino de los recursos que el gobierno disponga para alentar al capital privado a participar de estas actividades económicas florecientes”, reconoce Girado.
CCID Consulting también ha subrayado que la infraestructura y los sistemas de servicios de vuelo para el sector mejorarán de manera constante en los próximos años, impulsados por los progresos en las tecnologías de redes inteligentes y el fortalecimiento de las prácticas de gestión.
A mediados del 2024, el dirigible chino AS700, realizó su primer vuelo de demostración en Jingmen, provincia de Hubei. Este nuevo dirigible, desarrollado por el Instituto de Investigación de Vehículos Especiales AVIC, con capacidad máxima de diez personas, es capaz de desplazarse a 60 kilómetros por hora a una altitud de 500 metros.
“Ver carros y objetos voladores tripulados y no tripulados se veía solo en las películas, pero ahora pasa a ser parte de nuestras vidas, y somos afortunados de ser espectadores del nacimiento y desarrollo de esta industria, que obviamente repercute en la tecnología, los negocios y la economía, pero creo que, por sobre todo en el desarrollo de un país, y no solo de un país, sino de otras sociedades que nos vemos influenciados por la modernización china”, concluyó Vega.