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Apreciación cambiaria influye en turismo emisivo durante vacaciones de verano en Argentina

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 23 de enero de 2025 | 09:18

La temporada vacacional de Argentina impactada por la apreciación cambiaria y la aún elevada inflación, alienta el turismo emisivo sobre todo hacia países de la región que experimentan el efecto contrario: una devaluación de sus monedas locales o una condición de precios bajos en sus bienes y servicios.

Las vacaciones de verano, un período que por lo general se prolonga más de dos meses en el país, ha registrado esta vez la salida masiva de turistas argentinos por vía aérea y terrestre a países como Brasil, con una llegada estimada en más de un millón y medio de visitantes, según analistas económicos.

Otros destinos, como Chile, reflejan un "turismo de compras", donde los argentinos aprovechan los precios finales de productos que en su país de origen están impactados por una aún elevada carga impositiva y por la inflación.

"El primer motivo que explica el turismo emisivo, sobre todo de argentinos hacia Brasil, tiene que ver con el doble componente, por un lado, de la apreciación cambiaria que se está viendo en la Argentina desde enero del 2024 en adelante, y en paralelo el debilitamiento, mucho más leve, del real brasileño, una combinación que hace que el turismo hacia Brasil sea muy tentador", explicó el economista Martín Epstein en entrevista con Xinhua.

"Pero no solo hacia Brasil, también se está viendo el turismo emisivo hacia Chile en 'tours' de compras y también hacia Uruguay, como consecuencia del 'atraso cambiario' que está llevando adelante el gobierno del presidente Javier Milei y que forma parte de su política antiinflacionaria", sostuvo el analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En relación con el turismo receptivo e interno, ya en noviembre la ocupación hotelera en el país habría descendido 4,9 por ciento interanual, según un informe difundido la víspera por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

"Las pernoctaciones de viajeros residentes y las de no residentes registraron una baja de 4,3 por ciento y 6,6 por ciento, respectivamente", reflejó el informe.

En el onceavo mes, el país ya había registrado una disminución en la llegada de turistas y excursionistas no residentes de 19,2 por ciento y 40 por ciento, respectivamente, mientras que el número de visitantes argentinos al exterior creció en total un 64 por ciento, de acuerdo con otro reporte del INDEC.

Los principales destinos de los argentinos fueron Chile, con el 23,9 por ciento; Brasil con 19,3 por ciento y Paraguay con 13,1 por ciento, añadió el informe estatal, una tendencia que parece mantenerse a lo largo de la temporada vacacional.

Pese a estos datos, el Gobierno destacó recientemente el fortalecimiento del turismo interno en el primer mes del 2025, refiriéndose a mejores condiciones crediticias y de seguridad que han estimulado que los argentinos viajen dentro de su territorio.

Para Epstein, el turismo emisivo "tiene como efecto negativo interno un deterioro no solo de la balanza turística, que viene empeorando sostenidamente en los últimos meses, sino además un golpe directo sobre el sector turismo interno".

"No solo porque el nivel del turismo receptivo no es igual al que había antes del proceso de apreciación cambiaria, sino porque además el encarecimiento del costo de vida en dólares en Argentina hace que el sector turismo se haya visto muy golpeado en esta temporada", agregó.

El economista subrayó que, más allá de las discusiones sobre si la temporada turística es buena o mala, lo cierto es que no se está alcanzando la ocupación plena en los destinos turísticos.

La falta de una ocupación más alta impacta de manera negativa en el sector turístico, que es clave para muchas economías locales, una desaceleración que afecta también a otros sectores económicos, como el comercio, donde, según el economista, ya se observan caídas significativas en el consumo, reflejadas "en la baja de 15 puntos en los primeros días de enero".

Otro de los problemas, es apuntado por el economista Jorge Marchini, quien se refirió, en diálogo con Xinhua, a una mayor salida de divisas producto de este auge del turismo emisivo, así como por otros factores relacionados con las nuevas condiciones que se trabajan para facilitar las importaciones y el impacto negativo del tipo de cambio para las exportaciones.

En ese sentido, Marchini sostuvo que aunque Argentina cerró el 2024 con un saldo comercial favorable, su balanza corriente podría empezar a ser deficitaria.

"Argentina genera un saldo comercial, pero su balanza corriente empieza a ser deficitaria, por ejemplo, por servicios de turismo al exterior; existe una masiva salida de turistas hacia Brasil, por el tipo de cambio que es mucho más barato, esto implica salidas de divisas; y eso ocurre también con un eventual aumento de las importaciones y con el golpe a las condiciones de exportación", aseveró.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)