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Cubanos rechazan arbitraria decisión de Trump de reincorporarlos a lista de países patrocinadores de terrorismo
Los cubanos rechazan de manera general la arbitraria reinclusión de la isla caribeña en la lista de países patrocinadores del terrorismo, decisión adoptada en el primer día del nuevo mandato presidencial de Donald Trump.
"Desde hace bastante tiempo, si no desde siempre, esa lista es uno de los mecanismos que se han usado para demonizar a gobiernos, para tratar de sabotear a gobiernos que resultan ajenos a los intereses de Estados Unidos", dijo a Xinhua Lil María Pichs, subdirectora de la Oficina del Programa Martiano, una institución dedicada a divulgar la vida y obra del héroe nacional cubano José Martí.
El nuevo presidente estadounidense revocó el lunes, en las primeras horas de su mandato, la orden del pasado 14 de enero con la que el exmandatario Joe Biden retiró a Cuba de ese listado que elabora el Departamento de Estado de Estados Unidos.
"Juegan con eso en función de sus propios intereses. Biden lo hizo al salir, Trump lo hizo al entrar. Es algo poco serio", aseguró Pichs.
La joven habanera consideró que formar parte de ese "espurio listado significa más hostigamiento, demonización del país y restricciones a la economía y a las libertades del pueblo cubano".
"Estados Unidos se aprovecha del poderío que tiene en el mundo, de la influencia que tiene sobre terceros países, y utiliza mecanismos bastante directos, bastante incisivos, como declarar terrorista a un Estado o declarar amigo de terrorista a un Estado, que para ellos es lo mismo", aseveró.
Por lo regular, entre la población cubana prevalece la idea de que la decisión tomada de nuevo por Trump era algo esperado, aunque se suponía que no fuera de manera tan rápida y expedita.
"Yo creo que esta es una decisión que ya esperábamos los cubanos. No es algo que nos sorprenda, aunque fue tomada más pronto de lo que imaginábamos", afirmó por su parte Raidel Hernández, un cincuentón dependiente de un mercado agropecuario.
Hernández refirió, con un tono de burla, el hecho de que en apenas seis días el país salió y volvió a entrar en una lista "que vaya usted a saber quién la hace y bajo qué criterios".
"Eso deja mucho que pensar de la nueva administración que otra vez toma decisiones a la ligera, como si todo fuera un juego", consideró.
En su primer mandato, de 2017 al 2021, Trump recrudeció el bloqueo contra la nación caribeña al aprobar 243 nuevas sanciones y unos días antes de abandonar la Casa Blanca la incluyó en las listas de países que patrocinan el terrorismo y en la de adversarios extranjeros.
"La agresividad y el fundamentalismo son elementos cardinales de la imagen política que se ha creado Trump", aseguró la profesora Mirian Solórzano, quien recordó que Cuba lleva más de seis décadas bajo los efectos del férreo bloqueo que le aplica la Casa Blanca.
Solórzano, quien imparte clases de Español en una escuela secundaria, afirmó que lo sucedido ratifica la hostilidad que, en diversos grados, han mantenido contra la isla caribeña 14 sucesivas administraciones estadounidenses, tanto demócratas como republicanas, desde 1959.
"Considerarnos como una nación patrocinadora del terrorismo es una falacia y una decisión bien injusta con los cubanos, que somos un país solidario que siempre ha tendido la mano a quienes lo necesitan", subrayó la maestra.
Cuba figuró en la lista desde 1982, por presuntamente acoger en ese entonces a miembros de la organización independentista vasca ETA, o de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hasta que en 2015 el gobierno de Barack Obama (2009-2017) la retiró durante el acercamiento diplomático entre Washington y La Habana.
Ahora, seis días antes de abandonar la Casa Blanca, la saliente administración de Joe Biden anunció la retirada de Cuba del listado en el que había sido recolocada por Trump durante su primer mandato.
Biden también suspendió, por decisión presidencial, las acciones en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales amparadas por la Ley Helms-Burton para reclamar propiedades nacionalizadas en la isla caribeña al triunfo de la Revolución de 1959.
Además, la Casa Blanca decidió eliminar la lista de entidades cubanas restringidas que designa a un grupo de instituciones con las cuales se prohíbe a ciudadanos y entidades estadounidenses realizar transacciones financieras.
Todas esas medidas han sido revertidas ahora por el nuevo Gobierno estadounidense.