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ESPECIAL: Industria tequilera de México enfrenta incertidumbre por posibles aranceles de próxima administración de EEUU
El sector tequilero mexicano se encuentra en alerta ante la posible imposición de aranceles de hasta un 25 por ciento por parte de la próxima administración de Estados Unidos, liderada por el presidente electo, Donald Trump.
Esta medida, anunciada en repetidas ocasiones para los productos de exportación mexicanos y canadienses a Estados Unidos, podría encarecer el precio de la mundialmente famosa bebida espirituosa hasta un 10 por ciento para los consumidores estadounidenses, según estimaciones del sector en México.
Un arancel de esa magnitud sería devastador para la industria del tequila en México, en tanto Estados Unidos es su principal mercado y un incremento en los precios podría reducir drásticamente la demanda en ese país, según Josué Saúl Pérez, productor de Tequilera Las Juntas, ubicada en Amatitán, en el estado mexicano de Jalisco.
De acuerdo con Pérez, la incertidumbre generada por estas declaraciones ya podría estar afectando la planeación y las inversiones de los productores.
"En sí, ya los aranceles que se le aplican al tequila son altos. El detalle es que, si suben los aranceles, automáticamente también va a bajar la entrada a Estados Unidos y esos aranceles no nada más se los cobran al productor, también al importador y, ahí dentro de Estados Unidos, se los cobran a la persona que distribuye y a la que vende el producto al final", dijo Pérez.
Entonces, agregó, "hablar de subir aranceles a la industria es pensar que lo van a subir en tres o cuatro espacios más, con lo que va a ser más difícil todavía la venta".
El tequila, ícono de la cultura mexicana y una de las principales exportaciones del país, se enfrenta a un panorama incierto. Según datos del Consejo Regulador del Tequila de México, en 2024 se exportaron más de 334,7 millones de litros de tequila a Estados Unidos.
Ello representa más del 80 por ciento de las exportaciones totales de la bebida y más del 67 por ciento de su producción total en el referido año, unos 495 millones de litros.
Antonio Ruiz Porras, economista de la Universidad de Guadalajara, subrayó que un arancel del 25 por ciento no solo tendría consecuencias económicas, sino también sociales.
La industria tequilera genera miles de empleos directos e indirectos, desde los jornaleros en los campos de agave hasta los distribuidores y comercializadores. Un golpe como el que supondrían los anunciados aranceles podría derivar en pérdidas de empleo significativas en regiones clave como Jalisco, cuna del tequila, analizó Ruiz Porras.
Los aranceles, dijo el académico, "generan problemas porque, por una parte, generan un incremento de precio para los consumidores y esto hace menos accesible el producto hacia la gente, y, por otra parte, no solo afecta a los consumidores, sino que también afecta a los productores".
Respecto a lo último, Ruiz Porras explicó que "el hecho de que se incrementen artificialmente los productos implica que haya menor demanda y, al haber menor demanda, muy probablemente se generará desempleo en los sectores donde se pongan estos aranceles".
El académico identificó que otra tercera consecuencia de la eventual imposición de aranceles es que los posibles ingresos asociados a esta "causarán distorsiones de mercado, lo cual normalmente va en perjuicio también tanto de consumidores como de productores, e incluso hasta del Gobierno que trata de cobrar los aranceles".
Además de todo ello, los productores visualizan problemas también en la comercialización y distribución del tequila.
De acuerdo con Pérez, un aumento en los costos operativos de toda la cadena productiva y de comercialización, sumado al arancel, pone en riesgo la competitividad del tequila frente a otras bebidas espirituosas en el mercado estadounidense.
El impacto de los eventuales aranceles al tequila y otros productos de exportación mexicanos no se limitaría al sector privado. Según Ruiz Porras, los ingresos fiscales derivados de la exportación también se verían mermados, afectando a las arcas públicas en México.
"Si lo pensamos en términos de la balanza comercial, aproximadamente el 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano son exportaciones y prácticamente de ese 35, el 90 por ciento está asociado a Estados Unidos", dijo el economista, y añadió que esto significaría que entre el 3 y el 4 por ciento del PIB de México se iría en esos aranceles, equivalente al total de las remesas que llegan al país cada año, una de sus principales fuentes de ingresos.
"Esto significa que prácticamente la cantidad de impuestos que se tendrían que pagar de aprobarse esta medida en Estados Unidos, sería equivalente al total de remesas que se reciben al año en el país. Evidentemente, el impacto de esto sería muy fuerte sobre la balanza de pagos, sobre la producción en México, sobre el empleo y muy probablemente sobre el crecimiento económico", sentenció.
A pesar de este panorama, algunos productores buscan estrategias para mitigar los efectos de un posible arancel, como la diversificación de sus mercados y el posicionamiento en mercados emergentes y claves en la economía actual como el asiático, una medida que Ruiz Porras calificó de crucial tanto para el tequila como para otros rubros exportables de México.
El economista de la Universidad de Guadalajara también consideró esencial que México aproveche los mecanismos de diálogo y resolución de conflictos previstos en el tratado comercial que mantiene con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, al igual que en la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la que los tres países son parte.
Es fundamental que el Gobierno mexicano actúe de manera estratégica para evitar un impacto negativo no solo en el tequila, sino en toda la relación comercial con Estados Unidos, sugirió.
Mientras tanto, los productores tequileros esperan con incertidumbre los movimientos de la venidera administración estadounidense, dijo el productor Pérez, es que las amenazas no se concreten y prevalezca el sentido común, ya que "una medida así afectaría tanto a México como a Estados Unidos".
Así, entre anuncios de aranceles y temores por las implicaciones de estos, el futuro del tequila, uno de los máximos símbolos de la identidad mexicana, pende de un hilo a la par que ambos países se preparan para redefinir su relación comercial.