ESPECIAL: Transcurre en Ecuador campaña electoral marcada por polarización política

Ecuador vive hoy miércoles el cuarto día de la campaña electoral para las elecciones presidenciales del próximo 9 de febrero en medio de un panorama polarizado entre dos candidatos que figuran como favoritos, según los últimos sondeos.

Se trata del actual mandatario, Daniel Noboa, quien busca la reelección para prolongar su mandato por un periodo completo (2025-2029), y la exlegisladora Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana (de izquierda), cuyo líder es el expresidente Rafael Correa.

Ambos, ya se enfrentaron en las elecciones anticipadas de 2023, en las que Noboa ganó en segunda vuelta.

Noboa, empresario y político de centroizquierda, jugó el rol de "outsider" en aquellas elecciones, pues no partía como favorito.

Ahora, tras un año en el poder al que llegó en noviembre de 2023 para completar el período de su antecesor Guillermo Lasso, Noboa busca reeditar el triunfo en los próximos comicios.

González y Noboa representan a dos tendencias antagónicas: el "correísmo y anticorreísmo", una especie de división que ha generado una ruptura entre el electorado ecuatoriano.

Esta división polarizante surgió alrededor de la figura del expresidente Rafael Correa (2007-2017), cuyo partido político de tendencia progresista no pierde las esperanzas de lograr una victoria para volver al poder.

El politólogo Fernando Carrión dijo en entrevista con Xinhua que "el escenario que se va prefigurando es una polarización muy fuerte en términos electorales" entre Noboa y González, lo que hace prever que la elección se definirá entre ambos.

Los dos políticos, que fueron legisladores, aglutinan un mayor apoyo popular de sus bases y sectores afines, a diferencia de otros 14 candidatos presidenciales, que en su mayoría, tienen menos del 1 por ciento de la intención del voto.

Según la última encuesta de la firma Comunicaliza difundida el pasado 31 de diciembre, Noboa lideraba la intención del voto con el 32,9 por ciento, seguido por González con el 29,3 por ciento, en tanto que los demás candidatos sumaron el 11,2 por ciento.

El sondeo determinó un 8,9 por ciento de votos blancos y nulos, además de un 17,8 por ciento de electores indecisos.

Noboa, quien es un duro crítico del "correísmo" y confía en una victoria, aún no ha empezado formalmente su campaña electoral en territorio y tampoco ha pedido licencia a la Asamblea Nacional (Legislativo), lo que ha generado críticas en varios frentes.

Noboa se ausentará de manera temporal de la Presidencia del 9 al 12 de enero, en medio de la campaña electoral, y encargará sus funciones a la vicepresidenta encargada, Cynthia Gellibert, en el contexto de una pugna con la vicepresidenta electa en las urnas, Verónica Abad.

Legisladores del oficialismo señalaron que durante esos días, Noboa hará campaña electoral.

En tanto que su contrincante, Luisa González, recorre el país, concede entrevistas y es activa en redes sociales para convencer a los votantes, al igual que el resto de aspirantes a la Presidencia, en medio de una falta de interés de los ciudadanos por las elecciones.

Para el analista y consultor político Decio Machado, existe una fuerte polarización electoral alrededor de las candidaturas de Noboa y González, pero consideró poco probable que alguno de los dos gane en primera vuelta.

Tampoco ve posible el aparecimiento de un "outsider" para "patear el tablero electoral", ya que el resto de candidaturas están rezagadas.

Sostuvo que en estas elecciones, Noboa se someterá a una validación de su gestión, lo que puede definir el voto de los indecisos como una recompensa o castigo.

"El sector que respalda al presidente Noboa mantiene cierta expectativa sobre que le ha faltado tiempo para gobernar, pero tiene un balance poco positivo que presentar; mientras que, del sector más crítico, existe una opinión de falta de resultados en la gestión", apuntó.

Se refirió en concreto a la falta de resultados a la crisis de seguridad ciudadana que golpea al país, a la crisis económica, a la falta de empleo y a la crisis energética.

En ese contexto, Machado estimó que "gane quien gane las elecciones, el país va a salir del proceso electoral muy polarizado y va a ser muy compleja la gobernabilidad en Ecuador".

En caso de que ningún candidato presidencial alcance el 40 por ciento y una ventaja de al menos 10 puntos sobre el segundo, habrá una segunda vuelta entre los dos postulantes más votados el 13 de abril de 2025.