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Aldeanos chinos cultivan un certero futuro lejos de los juegos de azar
Por Wang Qingyun
La vida de Xie Changping comenzó a cambiar hace aproximadamente una década, después de que arrendó más de 1,3 hectáreas de campos de crisantemos.
Este hombre de 61 años, que vive en Ningbo, provincia de Zhejiang, llegó a perder casi todo su dinero en juegos de azar. Sin embargo, se alejó de este nocivo hábito cuando emprendió el negocio de crisantemos. Desde entonces, se ha abstenido de jugar y ha ganado más de 200.000 yuanes (27.500 dólares) anuales con su cultivo.
Xie manifestó que ya no quiere gastar el dinero que tanto le cuesta ganar en juegos de azar y tener problemas con su esposa e hijos.
Su historia es uno de los muchos ejemplos de los esfuerzos sociales realizados en el condado Ninghai de Ningbo, uno de los 101 condados y distritos en los que el Ministerio de Seguridad Pública ha enfrentado el juego rura, reduciéndolo a su mínima expresión.
El mahjong y los juegos de cartas son muy populares en China. Para muchos, forman parte del esparcimiento rural, especialmente durante los días festivos. Pero ese hábito también sirve como semillero para las apuestas ilegales.
Los juegos entre familiares o amigos, en los que las apuestas son pequeñas y sin fines de lucro, no son perseguidos. En contraste, sí es ilegal la participación de aficionados en juegos de azar donde se pone sobre la mesa una gran cantidad de dinero, el juego como profesión y la administración de casinos clandestinos.
Wu Haitao, profesor de la Universidad de Economía y Derecho de Zhongnan, quien también es investigador de políticas sociales de revitalización rural, considera que aunque los juegos de azar rurales generalmente se llevan a cabo entre conocidos e involucran una pequeña suma de dinero, ese entretenimiento puede transitar fácilmente hacia el terreno ilegal.
“A medida que su adicción crece, algunos de los que comenzaron a jugar por esparcimiento podrían terminar confiando en los juegos como forma de ganar dinero”, destacó Wu, y agregó que el juego descontrolado podría conducir al desarrollo de industrias como los préstamos abusivos y la cobranza de deudas.
Para la policía local, estas industrias plantean grandes amenazas a la seguridad y la estabilidad de las comunidades rurales. Guo Bin, jefe de la policía en Liyang, Ninghai, aseguró que los jugadores que recurren a la usura corren el riesgo de ser víctimas de delitos violentos como el encarcelamiento ilegal.
Al señalar que el esfuerzo laboral, el desarrollo industrial industrias sólidas y los esfuerzos para ampliar los ingresos y reducir los gastos son clave para la revitalización rural, Wu también recordó que el juego generalizado en las áreas rurales pone en peligro la estabilidad financiera de las familias locales al arrastrar a muchas de ellas de nuevo a la pobreza.
En 2023 y 2024, el Documento Central Nº 1, la política general que guía el desarrollo de la agricultura y las zonas rurales que China emite anualmente, instó a las autoridades a combatir las actividades ilegales y delictivas relacionadas con el juego de azar en las zonas rurales.
En noviembre del 2022, el Ministerio de Seguridad Pública inició una campaña a nivel nacional, organizando a las autoridades de seguridad pública para detectar y reprimir los casinos y los grupos que organizan juegos de azar en las zonas rurales.
Desde entonces, las autoridades de seguridad pública han resuelto 24.000 casos penales y 179.000 casos de seguridad pública, desmantelando 13.000 organizaciones implicadas en juegos de azar.
En una conferencia sobre la lucha contra el juego rural, celebrada en Ningbo en octubre de este año, se pidió a la policía de todo el país que siguiera asestando duros golpes al juego ilegal y que aumentara la ayuda a los adictos al juego.
En este sentido, Guo destacó que la policía de Liyang realiza visitas trimestrales a los residentes que tienen antecedentes de participación en juegos de azar ilegales, y ayuda a aquellos que tienen dificultades para conseguir trabajo, compartiendo su información con empresas cercanas que ofertan empleo.
“Un trabajo estable y regular puede brindarles una sensación de satisfacción, seguridad y dignidad, reduciendo las posibilidades de que recaigan en el juego de azar”, afirmó Guo.
Para lograrlo, Guo considera que se necesita un enfoque integral que involucre no solo a las fuerzas del orden, sino también a otros sectores para controlar el juego de azar en las zonas rurales.
El desarrollo de la industria del crisantemo en Haitou Liyang, la aldea donde vive Xie, ofrece un caso objetivo de cómo se pueden movilizar recursos a nivel de base para lograr desterrar los vicios del juego de azar del campo chino.
Qiu Yiyin, un funcionario del municipio de Liyang, recordó que Haitou fue una vez una aldea subdesarrollada donde los juegos de azar eran estaban muy extendidos. En 2015, los funcionarios de la aldea visitaron Kaifeng, provincia de Henan, y llevaron consigo el primer lote de semillas de crisantemo.
En 2016, Haitou celebró su primer festival de crisantemos, evento que se convirtió en todo un acontecimiento.
“Muchos turistas se sintieron atraídos a la aldea para ver los coloridos crisantemos y se llevaron productos vendidos por los aldeanos, como papas y maíz”, recuerda Qiu.
El éxito invitó a muchos aldeanos a unirse a la industria del crisantemo.
“El cultivo de crisantemos, que es más rentable pero más complejo que el cultivo de arroz, alejó gradualmente a los aldeanos de los juegos de azar”, aseguró Qiu.
Ahora, Haitou gana alrededor de 1,1 millones de yuanes al año con el crisantemo.
Xie, un agricultor de crisantemos, enumeró como posibles causas para que se dedicara por décadas a los juegos de azar por dinero a la pobreza generalizada, a la gran cantidad de tiempo libre sin una ocupación útil, a la falta de oportunidades laborales y a la poca oferta de esparcimiento que tenían en el campo.
El crecimiento de la economía local le ha traído mejores probabilidades de tener dinero que vinculado a los juegos de azar.
Xie, quien también contrata a docenas de trabajadores en su negocio, asegura que ahora pasa la mayor parte de su tiempo dedicado a la excelencia de sus crisantemos.
"Estaba metido en el juego porque vivía una existencia vacía. Ahora estoy muy ocupado para pensar en los juegos de azar", afirma Xie.
El investigador Wu, analista de políticas sociales de revitalización rural, reconoce que los esfuerzos sostenidos para abordar el problema de los juegos de azar en zonas rurales ayudarán a rescatar a mucha más personas de ese tipo de enajenación y promoverá el desarrollo de las áreas rurales mediante la acumulación de riqueza a través del esfuerzo laboral y el emprendimiento empresarial.
“Ampliar el abanico de entretenimientos saludables, como leer y practicar deportes, también funcionará para elevar el espíritu y desterrar el juego de azar de las comunidades rurales”, concluyó Wu.