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China y América Latina marchan hacia nueva "década dorada" con construcción conjunta de la Franja y la Ruta
La complementación económica entre China y América Latina y la sinergia de sus respectivas estratégicas de desarrollo constituyen ventajas naturales para la construcción conjunta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), compartiendo las mismas aspiraciones de paz, desarrollo y cooperación y formando parte de la gran familia del Sur Global.
América Latina es la extensión natural de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI. Aunque está ubicada al otro lado del océano Pacífico, la región ha respondido activamente a la construcción conjunta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR).
Asimismo, la cooperación entre China y América Latina en el marco de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta ha mostrado un fuerte impulso y ha logrado resultados fructíferos.
La construcción conjunta de la Franja y la Ruta de China y América Latina está marcando el comienzo de una nueva "década dorada", tejiendo un "cinturón de desarrollo" y allanando un "camino hacia la felicidad", en el que las dos partes avanzarán conjuntamente hacia la modernización.
MEJORAR CONSENSO A TRAVÉS DE COMUNICACIÓN DE POLÍTICAS
China y América Latina se adhieren a los principios básicos de "consulta conjunta, construcción conjunta y beneficios compartidos" en la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, y han alcanzado un amplio consenso en muchos campos como el desarrollo de la economía, la mejora de la vida de las personas, la promoción general de la cooperación sino-latinoamericana, y la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Desde 2013, el presidente chino, Xi Jinping, ha visitado América Latina en seis ocasiones y ha elaborado personalmente un plan para el desarrollo de las relaciones entre las dos partes. El mandatario chino ha enfatizado muchas veces que su país está dispuesto a trabajar con América Latina para promover la construcción conjunta de la IFR y esforzarse por una cooperación más profunda y práctica.
El Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) se estableció oficialmente en julio de 2014. Xi propuso por primera vez construir una comunidad de futuro compartido entre China y América Latina, con la configuración de un desarrollo integral y el esquema "1+3+6", teniendo como objetivo promover vigorosamente la asociación integral de igualdad, beneficio mutuo y desarrollo común entre ambas partes.
En los últimos años, el mecanismo del Foro China-CELAC ha jugado un papel importante en la construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y América Latina. En mayo de 2017, América Latina fue incluida oficialmente en el marco de cooperación de La Franja y la Ruta. En noviembre del mismo año, Panamá se convirtió en el primer país latinoamericano en unirse a esta iniciativa. Desde entonces, la construcción conjunta de la Franja y la Ruta China-América Latina entró en el carril rápido.
Los jefes de Estado de China y América Latina mantienen interacciones frecuentes y una comunicación eficiente, fortalecen la cooperación intergubernamental e intensifican la confianza política mutua. La construcción conjunta de la Franja y la Ruta se ha alineado con las estrategias de desarrollo a mediano y largo plazo de cada vez más países latinoamericanos.
Asimismo, el "círculo de amigos" de China en América Latina y el Caribe sigue ampliándose. China ha firmado documentos de cooperación de la Franja y la Ruta con 22 países latinoamericanos y caribeños, promoviendo efectivamente la cooperación práctica entre ambas partes. Además, los países latinoamericanos apoyan y participan activamente en las tres iniciativas globales propuestas por China, y trabajan con el país asiático para construir una comunidad de futuro compartido.
IMPULSAR EL DESARROLLO CON CONECTIVIDAD DE INFRAESTRUCTURAS
La infraestructura insuficiente y los altos costos logísticos limitan el desarrollo económico de los países latinoamericanos. Al mismo tiempo, las empresas de ingeniería chinas con reconocidas globalmente por sus capacidades en el control de costos, el tiempo de entrega y la calidad del proyecto.
En la última década, la infraestructura se ha convertido en una prioridad para China y América Latina en la construcción conjunta de la IFR. La región latinoamericana se ha convertido en el tercer mercado más grande de China para proyectos de contratación en el extranjero. Se han lanzado múltiples proyectos como un puerto de aguas profundas en Antigua y Barbuda, el ferrocarril de carga en Argentina y el proyecto de transmisión UHV en Brasil, atrayendo inversiones, promoviendo el desarrollo y creando empleo.
Estos proyectos benefician a las personas locales, impactan en toda la región y se convierten en un vínculo importante en la promoción de la construcción de una comunidad de futuro compartido entre China y América Latina, al tiempo que encienden la esperanza de un desarrollo común.
Según estadísticas incompletas, hasta septiembre de 2023, China había implementado más de 200 proyectos de infraestructura en América Latina y el Caribe, y había construido miles de kilómetros de carreteras, ferrocarriles y trenes ligeros, más de 100 escuelas, hospitales y centros deportivos, casi 100 puentes y túneles, docenas de aeropuertos y puertos, más de 30 centrales eléctricas y otras instalaciones energéticas, proporcionando casi un millón de empleos locales.
RESULTADOS DE BENEFICIO MUTUO GRACIAS A UN COMERCIO FLUIDO
El volumen del comercio de bienes entre China y los países latinoamericanos ha aumentado de 261.390 millones de dólares en 2013 a 489.000 millones de dólares en 2023. China se ha convertido en el principal socio comercial de más de 10 países latinoamericanos y es el mayor socio comercial de Brasil, Chile y otras potencias económicas latinoamericanas.
El comercio de productos agrícolas es una de las áreas clave de la cooperación económica y comercial entre China y América Latina. En el primer semestre de 2023, China importó productos agrícolas valorados en 36.210 millones de dólares desde América Latina, marcando un aumento interanual del 3,2 por ciento.
Los productos agrícolas como plátanos y camarones blancos de Ecuador, las cerezas chilenas, los arándanos peruanos y la carne uruguaya han entrado en el mercado chino y se han vuelto populares en las plataformas de comercio electrónico del país, enriqueciendo las mesas de comedor de los consumidores chinos y llevando beneficios a las empresas y personas de América Latina.
Canales emergentes como la Exposición Internacional de Importaciones de China y el comercio electrónico de la Ruta de la Seda continúan ayudando a los productos agrícolas latinoamericanos a compartir las oportunidades de desarrollo en el mercado de ultra gran escala de China.
China ha firmado acuerdos de libre comercio con cinco países latinoamericanos, incluidos Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua. En los últimos años, la cooperación económica y comercial entre China y América Latina se han expandido desde los campos tradicionales a ámbitos como las nuevas energías, la tecnología digital y el comercio electrónico transfronterizo. La cooperación entre las dos partes se ha mejorado y actualizado, liberando constantemente nueva vitalidad.
INTEGRACIÓN FINANCIERA CONTRIBUYE A DESARROLLO INTEGRAL
Los países latinoamericanos se encuentran en una etapa de rápida urbanización e industrialización y tienen enormes demandas de desarrollo de infraestructura. Desde que China y América Latina iniciaron la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, la cooperación financiera se ha ido fortaleciendo continuamente en forma de empresas conjuntas, asociaciones público-privadas, franquicias y otros métodos con principios orientados al mercado y de acuerdo con las condiciones locales.
El apoyo financiero de China al desarrollo económico y social de América Latina no solo proporciona una gran ayuda a la cooperación bilateral en infraestructura, sino que también promueve la internacionalización del renminbi (RMB o yuan, la moneda china).
China, Argentina, Chile y otros países aprobaron conjuntamente los Principios Rectores de Financiamiento de la Franja y la Ruta. Siete países sudamericanos, entre ellos Brasil, Perú, Venezuela, Chile, Bolivia, Argentina y Ecuador, se han unido sucesivamente al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.
China ha firmado acuerdos bilaterales de swap de moneda local con los bancos centrales de Argentina, Chile y otros países. Múltiples instituciones bancarias chinas han abierto sucursales en muchos países latinoamericanos. Chile, Brasil y Argentina han establecido bancos de compensación en RMB, mientras que Brasil, Argentina y Bolivia han anunciado el uso de RMB para la liquidación en el comercio exterior.
A finales de 2022, el renminbi superó al euro para ser la segunda moneda de reserva internacional de Brasil, brindando nuevas opciones para la diversificación financiera y la independencia de la política monetaria de los países latinoamericanos.
China insiste en el principio de no imponer condiciones políticas a la inversión y el financiamiento en América Latina, y ha lanzado plataformas y mecanismos de cooperación como el Fondo de Cooperación China-América Latina, el Fondo de Inversión para Cooperación en Capacidad Productiva China-América Latina y el Préstamo Especial para Infraestructura China-América Latina.
Asimismo, el país asiático ha aumentado la cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo y el mecanismo de financiación China-América Latina continúa mejorando con canales más diversificados.
AVANZAR MANO A MANO CON UNIÓN DE LA GENTE
En la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, China y América Latina toman la conectividad entre pueblos como base de la sociedad y llevan a cabo amplios intercambios de diferentes niveles en cultura, educación, turismo, salud, investigación científica, medios de comunicación, intercambios no gubernamentales, cooperación de grupos de expertos, entre otros.
China ha establecido alrededor de 180 pares de ciudades hermanas con 17 países de América Latina y el Caribe. La frecuencia y el número de intercambios de estudiantes entre China y América Latina han seguido aumentando.
Las plataformas de intercambio cultural y entre pueblos se han vuelto cada vez más profesionales y diversificados. El Año de Intercambio Cultural China-América Latina y el Caribe, el Programa de Capacitación de Jóvenes Líderes "Puente hacia el Futuro", y el Foro sobre el Diálogo entre las Civilizaciones China-América Latina y otras actividades se llevaron a cabo de manera ordenada. La amplitud y profundidad de los intercambios y el aprendizaje mutuo entre las civilizaciones de China y América Latina se han fortalecido significativamente.
Se han establecido más de 50 institutos o aulas Confucio en América Latina. Entre ellos, el Instituto Confucio de Medicina Tradicional China de la Universidad Federal de Goiás en Brasil destaca por su contribución a la difusión internacional de la medicina tradicional china. La fundación gradual de redes centradas en estudios contemporáneos de China en América Latina ha impulsado efectivamente la cooperación académica entre ambas partes.
MARCHAR HACIA UNA NUEVA "DÉCADA DORADA"
La construcción conjunta de la Franja y la Ruta China-América Latina ha pasado por su primera década de desarrollo vigoroso, se ha situado en un nuevo punto de partida histórico y ha entrado en una nueva etapa de desarrollo de alta calidad. En la nueva "década dorada", ambas partes se adherirán a la orientación de desarrollo y avanzarán hacia el nuevo desarrollo.
En primer lugar, resulta imperativo construir una nueva configuración de conectividad entre China y América Latina en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Continuar profundizando la cooperación en la construcción de infraestructura con países latinoamericanos en los campos de ferrocarriles, puertos, energía, tecnología 5G, logística y otros campos, lanzar más proyectos emblemáticos y establecer un nuevo patrón de interconexión tridimensional. Al mismo tiempo, fortalecer aún más el acoplamiento de reglas y estándares para mejorar el nivel de "conectividad blanda" entre China y América Latina.
Segundo, promover la cooperación de nuevas fuerzas productivas de calidad entre China y América Latina a lo largo de la Franja y la Ruta. Implementar profundamente el plan de acción de innovación científica y tecnológica de la Franja y la Ruta, centrarse en campos de alta tecnología como la economía digital, la economía verde, los satélites aeroespaciales y la inteligencia artificial, promover proyectos de "ciudades inteligentes" y "campos digitales" en América Latina y mejorar continuamente el impulso de desarrollo sostenible de los proyectos de cooperación.
Tercero, promover el nuevo desarrollo verde de la Franja y la Ruta entre China y América Latina. Implementar el apoyo a la Coalición Internacional de Desarrollo Verde de la Franja y la Ruta, acelerar la promoción de los principios de inversión verde de la Franja y la Ruta en América Latina y brindar capacitación sobre la economía ecológica para los países latinoamericanos.
En ese sentido, también resulta clave acelerar las inversiones verdes de las empresas chinas en generación de energía fotovoltaica, parques eólicos, hidrógeno verde, almacenamiento de energía y redes inteligentes resilientes en esta región, mejorar la configuración de inversión en vehículos de nuevas energías en países latinoamericanos como Brasil y México, y considerar la minería de litio como la prioridad de la transformación energética China-América Latina.
Cuarto, acelerar una nueva ronda de cooperación pragmática de la Franja y la Ruta China-América Latina. Aprovechar plenamente el papel de apoyo financiero de las instituciones bancarias de desarrollo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, el Fondo de Cooperación China-América Latina, entre otras, profundizar la cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo, aprovechar las ventajas complementarias de ambas partes, y coordinar la promoción de los proyectos emblemáticos y los proyectos "pequeños, pero hermosos", continuar profundizando y ampliando la cooperación práctica en agricultura, pesca, minería, manufactura y otros campos, mejorar el sentido de ganancia y felicidad de los pueblos latinoamericanos, y esforzarse por mejorar la interacción, coordinación e integración de las cadenas industriales de ambas partes.
En los últimos 10 años, la cooperación de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y América Latina ha florecido y cosechado resultados fructíferos. Las relaciones sino-latinoamericanas han entrado en una nueva era caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y el bienestar del pueblo, estableciendo un modelo de cooperación Sur-Sur.
En la nueva "década dorada", la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de China y América Latina se desarrollará hacia una mayor calidad y nivel. China y los países latinoamericanos continuarán ayudándose mutuamente y trabajando juntos para construir una comunidad de futuro compartido, un gigantesco barco que dirigirá las relaciones amistosas sino-latinoamericanas hacia un nuevo viaje y promoverá el proceso de modernización de China y América Latina.