Mujeres supervivientes de cáncer de mama se rehabilitan al remo del bote del dragón en Chile

Imagen del 20 de octubre 2024 de mujeres participando durante una competencia de bote de dragón, en la laguna Carén, en Santiago, Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)

Chile celebró la víspera la segunda competencia de bote de dragón, protagonizada por las Remadoras Rosas, un movimiento global dedicado a la rehabilitación de mujeres supervivientes de cáncer de mama a través de este deporte chino, en una dimensión física y psicológica.

Anita María Araya, de 54 años, fue diagnosticada en 2022 con cáncer de mama triple negativo, uno de los subtipos más agresivos por su rápida propagación. Ella, trabajadora de la salud pública y madre, integra el equipo Fortale-Senos de Santiago, junto a otras mujeres que se recuperan o atraviesan la enfermedad con radio o quimioterapia.

Este 19 y 20 de octubre, mes del cáncer de mama, se llevó a cabo una carrera en las aguas de la laguna Carén de Santiago, en terrenos de un antiguo fundo ganadero de 1.000 hectáreas, bajo la organización de Fortale-Senos, el Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás y el apoyo de la Embajada de China en Chile.

"Llevo más de un año (en el remo) y me ha servido para la vida, para el corazón (...) A pesar de tener un diagnóstico muy complejo, yo me comprometo con la vida y soy protagonista de la alegría", dijo con una sonrisa Araya, presidenta de la agrupación "Triple negativas, siempre positivas", ahora en etapa de remisión luego de dos difíciles cirugías.

Fortale-Senos es uno de los 18 equipos femeninos de botes de dragón que existen en Chile, entre los más de 300 que han formado en todo el mundo las llamadas Remadoras Rosas.

La inspiración provino del médico canadiense, Donald Mckenzie, quien descubrió que este tipo de trabajo físico evita la inflamación producida en los brazos por la extracción de ganglios linfáticos, como parte del tratamiento contra el cáncer, y contribuye a la movilidad articular.

Las deportistas chilenas ya han representado a su país en certámenes organizados en Argentina, Brasil y Panamá, y se preparan para competir en el torneo mundial de remo en botes de dragón en Francia (2026).

"Ellas son hermanas, son compañeras y esa es la magia que tiene el bote de dragón, que hace que esencialmente tú tengas una mancomunión, una unión y una solidaridad entre todas las muchachas que han sido diagnosticadas y que tienen esa causa común", señaló Mónica Hernández (58), fundadora del equipo Fortale-Senos, el primero de su tipo en Chile.

Imagen del 20 de octubre 2024 de mujeres preparándose para participar en una competencia de bote de dragón, en la laguna Carén, en Santiago, Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)

El vínculo entre esta tradición ancestral china y las Remadoras Rosas de Chile nació en 2016, cuando Hernández, profesora de educación física y entrenadora de canotaje, viajó como voluntaria a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil), donde conoció la práctica del bote de dragón y al doctor Mckenzie.

A nivel emocional, añadió, "estar en contacto con el agua, con la naturaleza, a ellas las libera de la tensión de la sombra del diagnóstico y las hace transportarse a algo mágico, que es navegar junto a las muchachas hacia todos los sueños que puedan tener".

El movimiento de las Remadoras Rosas busca concientizar sobre la enfermedad, medidas de prevención y chequeo a tiempo, así como sumar cada vez más mujeres al bote de dragón, cuyo ejercicio, aseguraron, contribuye a "sanar el cuerpo y el alma".

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el tipo más común en las mujeres y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de todo el mundo, con 2,3 millones de casos diagnosticados en 2022.