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Paola Pereira, joven colombiana que estudia en Harbin: “Concibo el Festival de la Primavera como el inicio de un nuevo ciclo de renovación, de florecimiento.”

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 26 de enero de 2024 | 10:04

Por Yasef Calderón

Nota del editor:

El Festival de Primavera de este año se celebrará el 10 de febrero. Como momento cumbre para la reunión familiar, la camaradería, la generosidad y el abrazo a un nuevo ciclo vital, será el movimiento una de sus constantes. Al calor del deshielo, el ying y el yang giran dentro de la fija impermanencia hacia la renovación más plena.

La llegada del año nuevo lunar no deja indiferente a nadie que resida en China. Nacionales y extranjeros, unidos en el fragor de la excelsa celebración, comparten el influjo de este promisorio momento, auspiciado bajo la égida de uno de los doce animales del zodíaco que anuncia renovados dones. Con la llegada de la primavera, el conejo entregará su cetro al dragón. Long, que significa dragón en idioma chino, será un ideograma frecuente en el nombre de los niños nacidos durante este año. El dragón chino es un animal mítico, compuesto por partes de nueve animales: astas de ciervo, cabeza de camello, ojos de conejo, vientre de almeja, escamas de pez, garras de águila, patas de tigre y orejas de buey. La leyenda cuenta que sabe volar y tiene el poder de controlar el viento y la lluvia, por lo que puede expulsar agua de su boca para garantizar una buena cosecha.

Para esta ocasión, latinoamericanos residentes en Beijing, Wuhan, Shanghai, Foshan y Harbin nos ofrecen sus testimonios y sentimientos sobre el Festival de la Primavera en China.

Paola Pereira, joven colombiana que estudia en Harbin: “Concibo el Festival de la Primavera como el inicio de un nuevo ciclo de renovación, de florecimiento.”

Paola Pereira celebra junto a sus compañeros chinos de la maestría en economía agrícola, Harbin, provincia de Heilongjiang. (Foto: Cortesía)

Paola Pereira celebra junto a sus compañeros chinos de la maestría en economía agrícola, Harbin, provincia de Heilongjiang. (Foto: Cortesía)

Paola Pereira es una joven colombiana que hace dos años y medio, movida por la convicción de que China es uno de los líderes del desarrollo económico en el mundo, viajó a Harbin para estudiar una maestría en economía agrícola, beneficiada por el programa de becas que China ofrece.

“La cultura milenaria de China es asombrosa, inabarcable, incomparable. Se requiere de una capacidad de adaptabilidad y de una mentalidad abierta al conocimiento, para poder involucrarse y entender elementos culturales que difieren de nuestras propias culturas”, afirma Paola.

Ella también nos confiesa que en China siempre trata de poner en práctica el dicho familiar “al lugar que fueres, haz lo que vieres”.

“Hacer una inmersión personal en la cultura china en el diario vivir. En este proceso, he visto que los elementos culturales que más admiro son, paradójicamente, los que más he encontrado dificultad en poner en práctica: la puntualidad y la disciplina.”

Paola celebró su primer Festival de la Primavera en medio de la pandemia. A pesar de las dificultades, su universidad le ofreció platos típicos como dumplings (empanadas chinas), pasteles de luna (tortas dulces con relleno) o zongzi (triangulos de arroz glutinadoso, envuelto en hojas). También colgó alrededor de su puerta los pareados tradicionales que atraen la buena suerte. Al mejorar la situación epidémica, la celebración tradicional de los festivales volvió a la normalidad, y ella pudo sentir un aire renovado y mucho más festivo. Y en breve, el Festival de la Primavera ante sus ojos.

“Para mí, es una de las festividades más bonitas para celebrar. Concibo el Festival de la Primavera como el inicio de un nuevo ciclo, de renovación, de florecimiento. Todo esto se ve reflejado en las calles que se llenan de faroles rojos, las casas decoradas con buenos augurios, el cielo brillante con miles de fuegos pirotécnicos, el ambiente festivo, y la abundancia de comida y sobres rojos (tradición de regalar dinero dentro de un sobre rojo), detalla entusiasmada.

Paola Pereira en el famoso Festival del Hielo y la Nieve de Harbin, provincia de Heilongjiang. (Foto: cortesía)

Paola Pereira en el famoso Festival del Hielo y la Nieve de Harbin, provincia de Heilongjiang. (Foto: cortesía)

Vivir en la fría ciudad de Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, le ha permitido “interactuar con la cultura del norte de China, influenciada por la cultura rusa en cuanto a la arquitectura, comida y algunas tradiciones, debido a su proximidad fronteriza”.

“Durante el festival de la primavera, los residentes de Harbin celebran la tradicional cena de año nuevo en casa. Sin embargo, en Harbin, también conocida como la ciudad de hielo (en invierno la temperatura llega a -30°C), algunas familias, turistas del sur y otros extranjeros, prefieren celebrarlo en el famoso Festival del Hielo y la Nieve.”

“También está de moda vestir la tradicional chaqueta de algodón china, color rojo con una serie floral muy colorida”, añade.

Entre sus preferidos durante el Festival de la Primavera, Paola destaca las frutas caramelizadas y el helado, e incluso el té elaborado con la pera negra congelada del norte.

“Durante el Festival de Primavera se genera la mayor cantidad de viajes en el mundo. Harbin ha alcanzado alta popularidad como sitio turístico, y las personas del sur escogen venir a pasar aquí su temporada festiva. Es común encontrar una atmósfera mucho más festiva en las calles, en los parques, e incluso en la ribera del río Sonhua que se congela por el descenso de las temperaturas.

Devota de artistas como Jacky Chan y Zhang Ziyi, memorable en películas como “El Tigre y el Dragón”, Paola tampoco suele perderse la esperada Gala de TV.

“La gala china del Festival de la Primavera es asombrosa. No sólo por el despliege masivo de su transmisión en diferentes países del mundo, sino por su majestuosidad en las coreografías, el vestuario y los escenarios que son recreados para mostrar al mundo que China está a punto de iniciar un nuevo ciclo recargado de innovación, prosperidad y buenos augurios para su pueblo. ”

Tomando en cuenta que “el zodíaco chino está cargado de mucho significado cultural, y cada animal representa tanto fortalezas como debilidades dentro de la filosofía y mitología chinas”, la joven colombiana recalca que “el dragón tiene la responsabilidad de ayudar a las demás criaturas sobre la Tierra”.

“El dragón es un ser mitológico para los chinos, una creación que combina fortaleza, energía y vitalidad”, asegura Paola. “Por tanto, con la ayuda del dragón, la carrera que inicia este año 2024 estará rodeada de éxitos y metas cumplidas”.

Nacida en Bogotá, la posibilidad de estudiar en la lejana ciudad de Harbin también le ha permitido experimentar de primera mano el desarrollo de China y definirla en tres palabras: disciplina, colectividad y grandeza.

“Es inspirador conocer y vivir los logros de la nación china. Desde la academia, la investigación y el desarrollo tecnológico y empresarial, el pueblo chino en conjunto traza metas a largo plazo, con proyectos en concreto que deben ser iniciados a la brevedad”, precisa Paola. “La claridad de consolidarse como líderes mundiales, se plasman en sus planes de desarrollo que son tangibles en nuestro diario vivir, y en las facilidades que generan a través de sus interconectados sistemas de transporte, sus avanzadas redes de comunicación y la innovación tecnológica”.

Al culminar sus estudios en China, Paola espera obtener nuevas oportunidades profesionales y laborales en una empresa china que “me permita aprender del método de trabajo chino, así como poner en práctica mis conocimientos”.

“Es un proceso que requiere tiempo y un entendimiento profundo de cada una de las culturas para obtener el mejor provecho de nuestra estancia en China; sin embargo creo que va por buen camino, y nuestro paso por China definitivamente está aportando un granito de arena para desarrollar más oportunidades de inclusión”, concluyó.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)