Cámara de Diputados de Brasil celebra Día Nacional de la Inmigración China

La Cámara de Diputados de Brasil celebró hoy en sesión solemne el Día Nacional de la Inmigración China, que figura en el calendario oficial del país desde 2018, reuniendo en el plenario a parlamentarios, autoridades, diplomáticos brasileños y chinos, empresarios y numerosos invitados.

La sesión fue convocada por iniciativa del diputado federal Fausto Pinato, que preside los Frentes Parlamentarios Brasil-China y BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), y quien envió un mensaje de congratulaciones, ya que se encuentra precisamente en visita a China.

Este año marca el 123º aniversario de la llegada del primer grupo de inmigrantes chinos en el año 1900, de acuerdo a los registros oficiales brasileños.

El flujo migratorio desde China hacia el país sudamericano se volvió más dinámico a partir de la década de 1950, lo que ganó más fuerza después de la implementación de la política de reforma y apertura en 1978, promoviendo la llegada de emprendedores.

Actualmente, se estima que la comunidad china en el país sudamericano supera las 300.000 personas, la mayoría en la región sudeste.

La sesión solemne en el Congreso brasileño fue encabezada los diputados Carlos Zarattini y Vander Loubet y vicepresidentes de los Frentes Parlamentarios Brasil-China y BRICS, y por Jin Hongjun, ministro consejero de la Embajada de China.

También participaron el ministro Pedro Murilo Ortega Terra, en representación de la Cancillería brasileña, y Joao Jorge Rodrigues, presidente de la Fundación Palmares, y Thomas Law, del Instituto Brasil-China (Ibrachina) en representación de la comunidad china.

El diputado Zarattini, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), dijo que la unión de los dos pueblos, brasileño y chino, es muy importante en el contexto internacional.

"Esta relación es extremadamente importante para equilibrar las fuerzas políticas globales y contribuir al desarrollo mundial. Hemos visto lo mucho que Brasil y China pueden lograr en términos de avance tecnológico, desarrollo económico y progreso social", señaló.

"Sin embargo, más significativo que esto es la reafirmación de los lazos entre nuestros pueblos y la promoción de la necesidad de la paz mundial. Debemos aspirar a un mundo en el que los recursos no se disputen mediante la violencia, sino mediante la cooperación", enfatizó.

Dijo que la celebración de este jueves reafirma ante el Congreso la unión entre Brasil y China, así como la unión de sus respectivos pueblos.

"Debemos recorrer juntos este camino de cooperación, con vistas no solo a nuestro propio beneficio, sino también al bienestar de todos los pueblos del mundo", resaltó.

El ministro consejero Jin Hongjun, por su parte, afirmó que el acto de la Cámara "es muy importante para la comunidad china", y destacó la exitosa visita de Estado de presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China en abril pasado.

"Estamos trabajando con ahínco para concretar los consensos alcanzados por los dos jefes de Estado sobre un gran número de temas, que abrirá ciertamente una nueva página en la relación entre China y Brasil", dijo.

"Esa sociedad estratégica global, esos lazos de amistad entre China y Brasil van a conocer un mañana aún más brillante", agregó.

Por su parte, el ministro Ortega Guerra destacó, en nombre de la Cancillería brasileña, que el próximo año se celebran 50 años de las relaciones diplomáticas entre los dos países, y 20 años desde la creación de la Comisión Sino-Brasileña de Alto Nivel de Concertación y Cooperación (COSBAN).

"Estos acuerdos son fundamentales para nuestra sociedad, cultura y economía, promoviendo la amistad entre Brasil y China. Felicito a todos los involucrados en este proceso, ya que son los actores brasileños los que impulsan estos lazos y fortalecen nuestras relaciones", dijo.

En su discurso, Thomas Law destacó "la importancia de los intercambios sino-brasileños en las áreas de educación, investigación e innovación".

Durante la sesión en la Cámara de Diputados hubo una presentación conjunta del grupo afrobrasileño Olodum con sus tambores tradicionales, junto al grupo de artes marciales Wushu Palazzo, que ejecutó la Danza del Dragón, simbolizando la unión de las dos culturas.