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Discípulos foráneos experimentar el encanto del Kung Fu en Wudang
El maestro Tian Liyang (en el centro y al frente) enseña a los estudiantes durante una gira por el extranjero. (Foto: cortesía)
Ubicadas en Shiyan, provincia de Hubei, la montañosa Wudang es famosa por sus hermosos paisajes, templos antiguos, la cultura taoísta y sus artes marciales.
Wudang, aparece en novelas y películas de artes marciales. Algunas escenas de “Karate Kid” fueron filmadas en el Salón Dorado y el Palacio Nanyan de Wudang.
En diciembre de 1994, debido a la importancia religiosa y los logros arquitectónicos de los edificios dentro del complejo, el Palacio Yuxu fue elegido Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
"Este antiguo complejo de edificios representa los más altos estándares del arte y la arquitectura chinos durante un período de casi 1.000 años", aseguró la UNESCO.
Lugar de nacimiento de las artes marciales de Wudang y el taoísmo chino, las montañas de esta región se han convertido en un lugar de peregrinación para los artistas marciales y practicantes de Tai Chi, tanto de China como del extranjero.
Ya en 2007, junto con la Gran Muralla, las montañas Wudang se incluyeron entre los 10 lugares de China que los europeos anhelan visitar.
Regalo para la vida y la mente
El alemán Ingo, de 52 años, es uno de los entusiastas extranjeros que están interesados en el Tai Chi y el taoísmo. Llegó en mayo a Wudang para obtener una comprensión más profunda de las artes marciales chinas y la cultura tradicional.
Ingo, quien actualmente asiste a un programa de cuatro semanas en la Academia Interna de Kung Fu Wudang Liyang, conoció a su maestro chino Tian Liyang durante una gira por el extranjero.
Tian, un discípulo de la decimoquinta generación del Linaje Xuanwu de artes marciales Wudang, ha practicado durante más de tres décadas.
En 1995, Tian comenzó a aceptar discípulos extranjeros. Desde 1999, para enseñar artes marciales y cultura Wudang, este maestro viaja a Europa dos veces al año , dos o tres meses en cada visita.
Después de unirse a un programa de Tai Chi impartido por Tian en Alemania, Ingo decidió viajar a Wudang para continuar su capacitación.
"Desde hace unos 12 ó 13 años vengo a Wudang para profundizar en las artes marciales del Tai Chi ", afirma Ingo.
Desde entonces, casi todos los años ha volado a Wudang para practicar Tai Chi y otras artes marciales
Ingo considera que ha aprendido mucho de su maestro Tian y ha mejorado mucho, tanto su salud física como mental.
"Estaba buscando algo que fuera bueno para mi mente y cuerpo, y encontré el Tai Chi", asegura Ingo.
No se trata solo del movimiento corporal y los gestos, sino que, al mismo tiempo, también se conecta con la filosofía china y el funcionamiento interno de sí mismo.
"Después de practicar Tai Chi, me siento más en contacto con la gente y más consciente de mi mundo interior. Ya no necesito estar tanto afuera", precisa.
"Mi Shifu (maestro) siempre dice que debería hacer que el mundo exterior se hiciera más pequeño y mi mundo interior se hiciera más grande, y ahora puedo experimentarlo", agrega.
Por su parte, Tian subrayó que las artes marciales y la saludable cultura taoísta son bienvenidas en los países europeos.
"En el proceso de enseñar a discípulos foráneos, básicamente después de cada clase, algunas personas me decían que no les estaba enseñando movimientos mecánicamente, sino dándoles un gran regalo para la vida y la mente", manifiesta Tian.
Hay una tradición en el taoísmo y las artes marciales de Wudang que afirma que "en el mundo exterior, uno debe practicar movimientos, mientras que en el mundo interior, uno debe cultivar su espíritu", recalca el gran maestro chino. "El trasfondo cultural y el pensamiento taoísta son muy significativos para sus vidas".
La filosofía de las artes marciales de Wudang y la cultura taoísta que preserva la salud son factores importantes que atraen a muchos turistas extranjeros y estudiantes de artes marciales.
Desde el 2010, para satisfacer la alta demanda, Tian ofrece cada año hasta 10 cursos cortos en línea.
Sus estudiantes provienen de toda Europa. Incluso hay muchos de ellos que han abierto sus propias escuelas de artes marciales. Hasta la fecha, hay más de 20,000 extranjeros que aprenden artes marciales de Wudang.
Jake Lee Pinnick (a la izquierda) practica artes marciales con su maestro en una escuela de artes marciales al pie de las montañas Wudang. (Foto: cortesía)
Promoción de la cultura tradicional
En los últimos años, los intercambios entre Wudang y los países de ultramar han aumentado, allanando el camino para la internacionalización de las artes marciales de Wudang.
Un funcionario del Comité de Trabajo de la Zona Especial de Wudang confirmó que la Asociación de Artes Marciales de Wudang ha establecido 27 ramas en países como Reino Unido, Francia, México, Canadá, Rusia y Estados Unidos, entre otros.
Cada vez hay más personas en todo el mundo que están interesandas en el Tai Chi, el Qigong, las artes marciales de Wudang y la cultura taoísta. Este movimiento internacional propicia que más extranjeros a la región para un viaje a corto plazo o estadías a largo plazo.
En la actualidad, hay 29 escuelas de artes marciales alrededor de Wudang. Durante un período pico, en agosto de 2019, practicaban 947 estudiantes nacionales y 472 estudiantes extranjeros.
Jake Lee Pinnick, quien nació en 1990 en Estados Unidos, llegó a Wudang en 2010 para aprender artes marciales. Ahora ha estado practicando durante más de una década las artes marciales de Wudang. No solo se casó con una mujer china en 2014 y tuvo una hija encantadora, también se convirtió en profesor extranjero de artes marciales en una escuela local.
En 2010, Pinnick se inscribió en un programa de entrenamiento de artes marciales tradicionales de Wudang de cinco años, dirigido por su maestro Yuan Xiugang en la Academia de Kung Fu Tradicional Taoísta de Wudang.
Yuan es uno de los discípulos de la decimoquinta generación en el linaje Zhang San Feng de las artes marciales Wudang. Después de cinco años de entrenamiento, Jack se graduó y se convirtió en un discípulo de la nueva generación del linaje.
"Promoveré las artes marciales entre más personas, sin importar si están en China o en otros países o en Estados Unidos", promete Pinnick.
"Hubo un momento en mi segundo o tercer año que estuve en Wudang donde comencé a pensar que esta práctica no es solo para mí. Sentí que se convirtió en mi responsabilidad enseñar a más personas", asegura Pinnick. "Mucha gente no tiene la oportunidad de venir tan lejos de casa y hacer algo durante tanto tiempo, estudiar artes marciales y aprender la cultura detrás de esto".
En la mente de estos discípulos extranjeros, las artes marciales de Wudang no solo fortalecen el cuerpo, sino que también ayudan a aumentar su comprensión de la cultura taoísta, uno de los pilares de la cultura tradicional china.
En los últimos años, Pinnick ha estado enseñando a estudiantes extranjeros sobre artes marciales y cultura tradicional china a través de cursos en línea o clases presenciales.
En su tiempo libre, Pinnick practica instrumentos tradicionales como el dongxiao, una flauta vertical soplada que generalmente está hecha de bambú. Incluso ha escrito un libro en inglés sobre cómo tocar el instrumento.
"En este libro reuní todas las canciones que aprendí y toqué y escribí, desde lo básico hasta lo avanzado, las diferentes técnicas que los alumnos tienen que hacer. Y todavía estoy actualizando el libro y agregando más canciones", precisa Pinnick.
Además, también está interesado en textos clásicos chinos como Tao Te Ching y Huangdi Neijing, y está explorando formas de explicar estos textos utilizando un lenguaje sencillo para extranjeros para ayudarlos a comprender la filosofía que encierran. Se está convirtiendo en un enviado de intercambios culturales entre China y países extranjeros.
"En Wudang, tienes capacitación externa y capacitación interna. Por ejemplo, tendrás entrenamiento de kung fu, pero al mismo tiempo, también tienes Tai Chi, Qigong y meditación, y cosas que mejoran tu paz interior", argumenta Pinnick, explicando por qué comenzó a aprender la cultura tradicional china.
A pesar de estudiar artes marciales durante 13 años, Pinnick piensa que todavía está al principio del camino y que todavía le queda mucho por aprender.
Para él, lo más difícil en el aprendizaje de artes marciales es mantener una buena perspectiva de la vida y no permitir que los pequeños problemas se conviertan en una bola de nieve rodante.
"Si meditas en las montañas junto a un río, es muy fácil encontrar la paz, pero es muy difícil traer y mantener esa paz en casa. A veces eso es lo más difícil, pero creo que es una práctica que vale la pena continuar", ratifica.
"Mi objetivo como discípulo y como alguien que encuentra esta práctica es mantenerla de por vida. Espero abrir una escuela aquí en China y otra en Estados Unidos. Aspiro a ser un puente entre ambas culturas", concluyó.