CRÓNICA: Comerciante venezolana asegura la Navidad en China

Giselle Bonet, una comerciante venezolana, lleva una agenda apretada por estos días en la meridional ciudad china de Guangzhou, donde concreta pedidos para Navidad, a pesar que restan ocho meses para la fecha.

Bonet participa en la 133ª Feria de Importación y Exportación de China, más conocida como Feria de Cantón. Desde su primer contacto con el evento en 2012, la venezolana se ha vuelto una "visitante habitual" de la feria y esta es la ocasión número 19 en que asiste.

"Los chinos no celebran la Navidad, pero la Feria de Cantón es el mejor lugar para encontrar nuevos productos. Cada año verás nuevos diseños muy bonitos", refiere.

Los clientes de Bonet son principalmente de Estados Unidos, así como de Venezuela, México, Chile, la República Dominicana y otros países de América Latina.

Aunque faltan todavía ocho meses para la Navidad, la experimentada comerciante sabe que tiene que estar preparada desde mucho antes. "El transporte marítimo desde China a Suramérica necesita de 40 a 45 días y la producción lleva otros 30 a 45 días", explica, tras señalar que a ese lapso se le añade el tiempo para buscar los productos y determinar los pedidos.

Para la comerciante, China es uno de los principales proveedores de bienes de consumo para América Latina y sus productos están cosechando cada vez más popularidad entre los consumidores de la región.

"Leí una noticia ayer diciendo que, en Suramérica, las ventas de productos hechos en China subieron un 9 por ciento el año pasado, un resultado muy impresionante", destaca Bonet.

Entretanto, los productos latinoamericanos también han logrado buenos resultados de ventas en el mercado chino en los últimos años. La rosa y el camarón blanco ecuatorianos, el café colombiano, la carne de res argentina, el aguacate mexicano y la cereza chilena, entre muchas otras mercancías, han llevado el "sabor latinoamericano" a los supermercados locales del país asiático.

Además de los productos típicos para Navidad, Bonet muestra gran interés por artículos tecnológicos, como los robots, bicicletas y televisores de alta resolución.

"La gente que maneja negocios con China lo hace muy satisfecha. Sabemos que podemos encontrar la calidad que queremos", afirmó Bonet, quien decidió establecerse en China tres años después de su primera visita al país.

Luego de vivir tantos años en China, la comerciante venezolana se ha convertido en promotora en sus cuentas de redes sociales como Twitter, Facebook, TikTok y LinkedIn, con más de un millón de seguidores.

"Inicialmente solo hablo de mi empresa y mis negocios, pero ahora todos los días hablo de China, de su arquitectura, su comida, su cultura, hablo de todo", cuenta Bonet, explicando que, de esta manera, las personas en América Latina pueden entender China mejor y más fácilmente.

"Guangzhou es cada vez más bonita y la gente china es cada día más internacional", asegura la comerciante, quien no duda en expresar su orgullo por el desarrollo del país.