Compradores potenciales evalúan un modelo de propiedad en Hohhot, región autónoma de Mongolia Interior. [Foto: Liu Wenhua/ Servicios de Noticias de China]
China está intensificando los esfuerzos para consolidar y aprovechar la recuperación económica en curso y probablemente verá que el repunte se acelerará a partir del segundo trimestre de este año, afirmaron los economistas.
"China saldrá de la COVID-19 y se recuperará con fuerza a partir del segundo trimestre", precisó Liu Jing, economista de HSBC.
El repunte económico será un tema macroeconómico clave para China a lo largo del 2023 y 2024.
Si los pronósticos actuales funcionan como se espera, el HSBC destacó que el PIB de China crecerá un 5 por ciento este año, y un 5,8 por ciento el año próximo.
"El consumo hasta ahora ha estado rezagado, pero se espera en 2023 una recuperación del nivel de crecimiento anterior a la pandemia del 8 por ciento. Esperamos ver una fuerte demanda acumulada de actividades y consumo, que anteriormente enfrentaba restricciones. La recuperación económica debería impulsar los ingresos y mejorar las perspectivas de consumo, mientras que los hogares también pueden recurrir a los 6,6 billones de yuanes (974.700 millones de dólares) en exceso de ahorros acumulados en los últimos tres años", remarcó Liu.
Después del importante giro político de noviembre, desde el Gobierno Central se han implementado varias medidas para canalizar fondos a los promotores inmobiliarios, mientras que los gobiernos locales están levantando las restricciones de compra para estimular la demanda. Una vez que China salga del COVID-19, el impacto de este apoyo político será visible, y se espera un modesto repunte en el sector de la vivienda en 2023.
Liu Linan, director gerente y jefe de estrategia macro de China en Deutsche Bank, consideró que "este año es el primer año de la 'reapertura' de China (después de tres años de restricciones relacionadas con COVID). Creemos que la estabilidad y el ritmo del crecimiento económico se recuperarán aún más el próximo año".
“La relajación de las medidas de control de COVID-19 y los ajustes a las políticas inmobiliarias son esenciales para garantizar que el crecimiento económico de China vuelva a la normalidad. Todavía hay espacio para ajustar aún más las tasas hipotecarias y los pagos iniciales para los que compran viviendas por primera vez”, aseguró Liu Linan.
"Si se logra un mayor progreso en términos de consolidación del sector inmobiliario de China, reestructuración de la deuda de los promotores inmobiliarios y préstamos bancarios para adquisiciones de proyectos inmobiliarios de calidad, será propicio para impulsar la recuperación del sector y restaurar la confianza del mercado", ratificó.
Para impulsar la economía, el banco central de China puede reducir una o dos veces este año el coeficiente de reserva obligatoria para los bancos. También se espera que utilice instrumentos estructurales de política monetaria para apoyar las estrategias de desarrollo, a mediano y largo plazo, como la innovación tecnológica y el desarrollo verde, y ayudar a las pequeñas y medianas empresas a mejorar sus condiciones de empleo y negocios.
Yu Xiangrong, economista jefe de China en Citigroup, considera que con la publicación de las restricciones de COVID-19 y la apertura de un nuevo ciclo de política, la economía china debe esperar un nuevo comienzo en 2023.
Los economistas de Citi predijeron que el PIB de China, liderado por la demanda interna, logrará una recuperación natural y crecerá un 5,3 por ciento este año. La fuerza motriz del crecimiento vendrá principalmente desde dos aspectos.
En primer lugar, el efecto de recuperación del consumo y desde el sector servicios. Si la situación de pandemia se estabiliza, el consumo y los servicios se recuperarán sustancialmente a partir del segundo trimestre.
“El exceso de ahorro acumulado por el sector doméstico de China durante la pandemia se convertirá gradualmente en poder adquisitivo después de la reapertura”, manifestó Yu.
En segundo lugar está la estabilización de la propiedad. Las políticas de apoyo a los bienes raíces han seguido aumentando o se han acelerado su aplicación. Una vez que la situación de COVID-19 se estabilice, las medidas políticas nuevas y antiguas tendrán una influencia positiva en las ventas de propiedades y la inversión. Esta es una condición necesaria para estabilizar el crecimiento y la inversión.
Darius Tang, director asociado de corporaciones de Fitch Bohua, una subsidiaria de propiedad total de Fitch Ratings, piensa que la inversión en infraestructura y el consumo son clave para que China logre su objetivo de un crecimiento estable.
Tang recordó que impulsar la confianza del consumidor y estimular el gasto serán los aspectos más destacados del plan de trabajo del gobierno este año, y el consumo es el factor más importante que determinará el camino de la recuperación económica de China en 2023.
“La flexibilización de las medidas de control de COVID-19 tendrá un significado positivo en términos de elevar las expectativas de consumo o enriquecer los escenarios de consumo”, concluyó.
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)
