La relación entre seres humanos y la naturaleza es tortuosa, la mayoría de las veces por culpa de los primeros. A veces, sin embargo, la vida salvaje tiene encontronazos con las comunidades humanas. Es el caso de un siniestro protagonizado por un oso polar en una aldea remota de Alaska, que persiguió y mató a una mujer y un niño cuando ingresó a una comunidad antes de que un residente pudiera disparar y matar al oso, según La Vanguardia.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 14:30 horas del pasado martes en Gales, Alaska, con una población estimada de unas 170 personas. “Los informes iniciales indican que un oso polar ingresó a la comunidad y persiguió a varios residentes”, según un comunicado emitido por el Departamento de Seguridad Pública de Alaska el martes después del ataque. “El oso atacó fatalmente a una mujer adulta y a un menor”.
El oso fue asesinado a tiros por un vecino mientras atacaba a las víctimas, según las autoridades.
Los ataques de osos polares son muy raros. Pueden pesar entre 270 y 550 kilos los machos y las hembras, entre 180 y 317 kilos, según el Departamento de Caza y Pesca de Alaska. Su vida media es de unos 25 años.
Las identidades de las víctimas aún no han sido confirmadas y las notificaciones a los familiares aún están en curso.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)
