María Isabel de Braganza (Lisboa, 1797-Aranjuez, 1818) murió, como muchas otras mujeres de su época de toda clase social, cuando estaba de parto con solo 21 años. Pese a su breve existencia y juventud, la que fuera reina de España y esposa de Fernando VII tenía tal pasión por el arte que dejó un legado del que todavía presumimos en España: la creación del Museo del Prado. El Ayuntamiento de Madrid encargó al pintor de cámara de la realeza de entonces, Juan Gálvez, que retratara a la monarca para entregárselo como obsequio; un regalo que el consistorio ha vuelto a adquirir siglos después para exponerlo en el futuro museo del Palacio del Capricho, aún en rehabilitación, según ABC.
La compra de la obra 'Retrato de la reina María Isabel de Braganza frente al Real Casino' (1817) se ha realizado a Subastas Segre, tras el informe favorable de la Junta de Adquisiciones de Bienes de Patrimonio Cultural, por 21.000 euros. Esta pieza, indican desde el Área de Cultura, «es de gran interés para las colecciones municipales, en general, y para el futuro Museo del Capricho, en particular».
Aunque todavía quedan meses de reformas en el palacio para que pueda ser abierto al público, el Ayuntamiento de Madrid lleva tiempo acaudalando piezas para exhibir en sus salas. En enero del año pasado, el consistorio compró por 50.000 euros un desconocido retrato de los hijos de los duques de Osuna. Es un tipo de pintura poco habitual en España, que fue realizada por el retratista del rey Jorge III de Inglaterra y su esposa, William Beechey, en 1799. Temáticas, todas ellas, ejes del futuro Museo del Capricho.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)