Freya, la morsa que se había convertido en una atracción popular en el fiordo de Oslo, ha sido sacrificada este domingo por el Gobierno noruego debido a la preocupación por la seguridad del público, según el medio digital 20minutos.es
La morsa se hizo famosa por su costumbre de subirse a los yates para tomar el sol, a veces hundiéndolos. El público hizo caso omiso de las advertencias de no acercarse demasiado al animal de 600 kg, lo que ponía al animal y a ellos mismos en peligro.
En una ocasión, la policía noruega llegó a bloquear un área de baño después de que la morsa persiguiera a una mujer que se bañaba en el agua, recoge la BBC.
Este domingo, el director general de pesca, Frank Bakke-Jensen, dijo que la decisión de sacrificar al animal se basó "en una evaluación general de la amenaza continua para la seguridad humana".
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)