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La “multimillonaria” iniciativa PGII del Grupo de los Siete recibe escepticismo y burla

Pueblo en Línea  2022:06:28.14:36

Personas participan en una manifestación para protestar contra la cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Múnich, Alemania, el 25 de junio de 2022. (Xinhua/Ren Ke)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los líderes de las naciones del Grupo de los Siete (G7) se han propuesto recaudar 600 mil millones de dólares en los próximos cinco años para financiar proyectos de infraestructura en países en desarrollo bajo la Asociación para la Infraestructura Global y la Inversión (PGII).

El nuevo paso ha sido interpretado por los observadores como el intento del G7 de contrarrestar la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) de China. En este sentido, los economistas han manifestado su escepticismo sobre la viabilidad y éxito del PGII. Entre otros obstáculos, han resaltado la gran deuda pública de Estados Unidos, las reducidas capacidades de construcción de infraestructura y el fracaso anterior de un proyecto similar.

Los analistas también criticaron la propuesta del G7 por tener una intención "poco sincera", más inclinada a la competencia política con China que a mejorar la situación de infraestructura de los países en desarrollo. Bajo el sello PGII es muy poco probable que se pueda implementar algún proyecto comparable a los proyectos insignia BRI, que buscan la conectividad mutua, alientan el ganar-ganar, neutralizan el desacoplamiento y evitan la exclusión.

Los medios de comunicación reportaron que el presidente Biden aseguró que Estados Unidos tiene como objetivo durante el período movilizar 200 mil millones de dólares para la PGII a través de subvenciones, fondos federales e inversión privada que apoyen proyectos para abordar el cambio climático, mejorar la salud global, la infraestructura digital y la equidad de género. También destacó varios proyectos emblemáticos, incluido un proyecto de desarrollo solar de 2 mil millones en Angola.

Unido a ello, Europa movilizará 300.000 millones de euros a favor de la PGII.

Al margen de la Cumbre de Líderes del G7 celebrada en Alemania, Biden subrayó que la PGII no es ayuda ni caridad, sino que "producirá retornos para todos", incluido para el pueblo estadounidense, precisó un reportaje dominical del portal digital npr.org.

Las naciones del G7 presentaron el proyecto PGII apenas un año después de que se presentara un esquema muy similar durante la conferencia del G7 del pasado julio. El esquema, bautizado como“Build Back Better World” (Reconstruir un mundo mejor), comúnmente conocido como B3W, es considerado por muchos medios de comunicación como un predecesor de la PGII. El periódico británico The Guardian, por ejemplo, usó la palabra "relanzamiento" para implicar que la PGII es solo una versión disfrazada del B3W.

Falsa intención

Aunque el gobierno de Estados Unidos no mencionó explícitamente la relación entre la PGII y la BRI propuesta por China, muchos medios de comunicación, incluido Reuters, así como diversos economistas, han mencionado que la verdadera intención de la PGII es contrarrestar la influencia y avance de la BRI China, iniciativa que desde el 2013 ha concretado muchos proyectos valiosos.

Hu Qimu, investigador jefe del Instituto de Investigación Económica Sinosteel, con sede en Beijing, indicó que en los últimos años la cooperación global china en infraestructura ha seguido dando buenos resultados, en marcado contraste con el "abandono del deber" de algunos gobiernos occidentales en esta área.

"La PGII es como un obvio eslogan proclamado para cercar las estrategias de China, una especie de táctica para crear una atmósfera de represión contra el país", aseguró Hu, y agregó que también podría ser un método utilizado por Biden para complacer a los votantes antes de las elecciones de mitad de período en Estados Unidos.

Otro experto en relaciones internacionales, que pidió el anonimato, también recalcó que Estados Unidos, que no tiene tradición de ayudar a otros países en el campo de la infraestructura, no cambiaría repentinamente y tomaría la idea.

"La verdadera intención es contrarrestar los proyectos de China e ir contra China", afirmó.

Los observadores encontraron que los dos pilares de la PGII -energía limpia y tecnología de información/comunicaciones- son particularmente hostiles a China. Utilizando las preocupaciones de seguridad como excusa, Occidente ha estado difamando al gigante asiático por cuestiones relacionadas con la industria de la energía solar en Xinjiang y la tecnología china 5G.

Al comentar sobre esta dirección política, los expertos criticaron la PGII por su objetivo "impuro", al carecer de la real preocupación por las situaciones de infraestructura de los países en desarrollo.

"Si el grupo G7 solo apunta al mercado de infraestructura en el extranjero para la competencia con China, la historia demostrará que este tipo de planificación de alto nivel sin concepto de desarrollo común se convertirá en otro proyecto de corta duración", auguró Wang Jianjiao, director del Departamento de Cooperación Económica y Comercial de la Academia de Ciencias Sociales de la Ruta de la Seda.

Wang también señaló que solamente cuando Estados Unidos renuncie a su vetusto modelo de cooperación global, que suele adjuntar "condiciones desiguales", logre deshacerse de su propia situación de deuda y revitalice la economía real de Estados Unidos, es que tendrá la oportunidad de competir contra China en los mercados extranjeros de infraestructura.

Proyecto inviable

Considerando los problemas económicos internos de Estados Unidos y la inestable situación política, los economistas también señalaron que la PGII y el volumen de financiamiento prometido por el gobierno de Estados Unidos es poco probable que se llegue a materializar.

Qiu Wenxu, director del Departamento de Desarrollo de la Industria de la Academia de Ciencias Sociales de la Ruta de la Seda, refirió que si el gobierno de Estados Unidos realmente tiene la intención de financiar con 200 mil millones de dólares, es raro que provenga en su mayoría del capital privado, ya que los proyectos de infraestructura tienen ciclos de inversión largos y tasas de rendimiento relativamente bajas, variables poco atractivas para el sector privado.

"Sin embargo, en el momento actual en que la deuda del gobierno de Estados Unidos está en un nivel críticamente alto y apenas tiene presupuesto para invertir en infraestructura en el extranjero, Biden necesitará recaudar la mayor parte del dinero apelando a la participación de empresas privadas. Visto así, es muy probable que no lleguen a disponer de un fondo de 200.000 millones de dólares”, reflexionó Qiu.

El analista chino también destacó que Estados Unidos no tiene ventajas en la construcción de infraestructura. De hecho, en los últimos 10 años apenas ha completado grandes proyectos de infraestructura en su propio país, sin mencionar su casi nula presencia en el extranjero. Por ejemplo, de acuerdo a un informe de kqed.org publicado en mayo, el tren de alta velocidad de California -un proyecto de infraestructura emblemático de Estados Unidos- suma "decenas de miles de millones de dólares por encima del presupuesto y años de atraso".

Algunos expertos también señalaron que la cambiante situación política de Estados Unidos también genera incertidumbres sobre la implementación de la financiación PGII.

"Si después de las elecciones de mitad de período los demócratas pierden la mayoría de la Cámara de Representantes, será aún más difícil convencer al Congreso de Estados Unidos de que invierta en el extranjero", recalcó Lv Xiang, experto en estudios estadounidenses e investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China.

De hecho, los analistas han señalado que el financiamiento de la PGII agregaría responsabilidad social al ya pobre índice de aprobación de Biden en Estados Unidos, debido a que la economía doméstica está muy debilitada y golpea una inflación galopante, entre otros problemas.

Las dificultades para recaudar fondos para un megaproyecto de este tipo ya quedaron sobre la mesa en el predecesor B3W, que algunos medios de comunicación y personas consideraron un fracaso. Un artículo del Foreign Affairs fustigó que el proyecto B3W ha "languidecido", mientras que un informe de The Guardian señaló que desde su lanzamiento "poco se había oído hablar" del B3W.

En el artículo de Foreign Affairs se puntualiza que, bajo el proyecto B3W un año después de su lanzamiento, los compromisos de Estados Unidos con la renovación de la infraestructura global solo llegaron a unos 6 millones de dólares, cifra que está "muy lejos" de los miles de millones que Biden prometió.

"A juzgar por la implementación del B3W, la PGII tiene una alta probabilidad de que sea otra promesa vacía", adelantó Qiu.

El éxito de la BRI continuará

Los economistas también manifestaron su confianza de que incluso con la competencia y los intentos de ciertos países de difamar a la BRI, los beneficios y logros de la iniciativa china son obvios. Es por ello por lo que la inversión de la BRI debe continuar creciendo en el futuro, independientemente de la volátil situación política global.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, declaró este lunes que China da la bienvenida a cualquier iniciativa para promover la construcción global de infraestructura.

"Creemos que una iniciativa no pretende reemplazar a otra. Sin embargo, nos oponemos al acto de promover esquemas geopolíticos bajo el concepto de crear infraestructura global", precisó.

Liang Haiming, decano del Instituto de la Franja y la Ruta de la Universidad de Hainan, comentó que incluso si los países occidentales prestan dinero a los países en desarrollo para construir proyectos de infraestructura, China podría beneficiarse de dicho programa, ya que muchos países comprarían los materiales de construcción de China, bien conocidos por su rentabilidad.

Qiu también acotó que la BRI se ha convertido en una de las plataformas de cooperación internacional más grandes de los últimos años, ya que el país no entiende los proyectos de construcción de infraestructura como propósito final, sino como objetivo de ayuda para que los países puedan consolidar las bases del desarrollo económico mediante la mejora de su infraestructura interna.

El Ministerio de Comercio de China informó que en los primeros cinco meses de este año, la inversión extranjera directa no financiera de China en los países a lo largo de la BRI subió un 10,2 por ciento, cifrando 8.200 millones de dólares. 

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)

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