Especialistas chinos explican a los voluntarios acerca de los métodos para combatir la malaria en Santo Tomé, capital de Santo Tomé y Príncipe, enero del 2022. (Foto: Xinhua)
Por Zheng Caixiong
Hace más de 1.700 años, Ge Hong, conocido como el "antepasado de la medicina Lingnan", dejó en su libro de medicina el registro más antiguo del uso de la Artemisia annua, una especie de ajenjo o artemisa, que ayuda a curar la malaria.
Ahora los especialistas de la medicina tradicional china en Lingnan, región en el sur de China que abarca la provincia de Guangdong y la región autónoma de la etnia Zhuang de Guangxi, están redoblando esfuerzos para promover el uso de la artemisinina, una medicina basada en extractos de esa planta.
Xu Qingfeng, subdirector de la Comisión de Salud de Guangdong, precisó que el uso de la artemisinina comenzó en Lingnan. Desde que se produjo por primera vez un medicamento de artemisinina, los profesionales de la medicina tradicional china de Guangdong han estado demostrando su efectividad.
Xu, quien también dirige la Oficina Provincial de Medicina Tradicional China, recordó que fue en Guangdong donde la artemisinina se usó por primera vez contra la malaria, y donde se han logrado resultados notables.
Desde 2003, Guangdong ha puesto en marcha seis centros de investigación y tratamiento de artemisinina en el sudeste asiático, África y el Pacífico Sur.Y ha enviado a más de 260 expertos en antimalaria al extranjero, ayudando a capacitar a más de 10.000 trabajadores de la salud de base.
Con la ayuda de médicos chinos y la artemisinina, Camboya ahora figura en la lista de la Organización Mundial de la Salud como país encaminado a eliminar la malaria.
“En Comoras, la tasa de incidencia de la malaria se ha reducido en más del 98 por ciento, con cero muertes por malaria registradas”, aseguró Xu.
La zona piloto de Santo Tomé y Príncipe ha logrado por primera vez cero casos de malaria durante ocho meses consecutivos, mientras que la tasa de infección por malaria entre las 45.000 residentes en las Islas Kiriwina, área piloto de Papúa Nueva Guinea, ha disminuido en más del 95 por ciento, con cero muertes por malaria.
“Desde la introducción de la artemisinina, más de 20 millones de personas en las naciones y regiones afectadas de todo el mundo se han beneficiado directamente de los médicos y expertos de Guangdong que recetan medicamentos de artemisinina”, añadió.
“La artemisinina es un regalo de la medicina tradicional china a los pueblos del mundo”, subrayó Xu.
Guangdong también ha logrado logros notables en el cultivo de variedades de alta calidad de Artemisia annua. El contenido de artemisinina de las plantas individuales ha aumentado de 0,5 por ciento a 2,97 por ciento. Y aunque se puede extraer de una tonelada métrica de Artemisia annua un promedio de 5 kilogramos de artemisinina, el condado Fengshun de Meizhou, en Guangdong, obtiene 12 kg.
“La artemisinina es un medicamento innovador con muchas ventajas, incluida la simplicidad, la alta eficiencia, el efecto rápido y pocos efectos secundarios”, recordó Xu. "Esas tabletas se han convertido en el principal medicamento antipalúdico en países como Nigeria, Tanzania y Kenia".
Song Jianping, director del Centro de Investigación de Artemisinina de la Universidad de Medicina China de Guangzhou, afirmó que la OMS ha legitimado la contribución de China a la lucha contra la malaria.
"La implementación exitosa del proyecto de demostración en Santo Tomé ha abierto un nuevo camino para que Santo Tomé y Príncipe elimine la malaria", manifestó Song.
En un foro internacional de salud, celebrado el mes pasado en el marco del 50 aniversario del descubrimiento de la artemisinina, el presidente de las Comoras, Azali Assoumani, declaró que su país se ha beneficiado de ese tratamiento, y expresó su gratitud por la previsión de los investigadores chinos y la generosa ayuda brindada por China.
Comoras se encuentra ahora entre los países de África oriental con las tasas más bajas de malaria. Entre el 2012 y el 2020, la tasa se redujo de nueve por cada 1.000 habitantes, a menos de cinco, resaltó Assoumani, y agregó que Las Comoras también bloquearon con éxito la cadena de transmisión de la enfermedad.
El Informe Mundial sobre la Malaria de la OMS, publicado el año pasado, confirmó que en 2020 se notificaron más de 140 millones de casos de paludismo en todo el mundo, y 470.000 muertes.
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)
