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Memorias del Tíbet de un epidemiólogo australiano

Xinhua  2022:05:12.07:55

CANBERRA, 11 may (Xinhua) -- En la oficina del epidemiólogo australiano Mike Toole, en Melbourne, hay varias cortinas de puerta que se ha traído del Tíbet.

Con delicados bordados, las cortinas hechas a mano son una artesanía tradicional de esa región autónoma del suroeste de China, que el profesor Toole ha visitado más de 20 veces.

Durante las últimas dos décadas, el investigador asociado del instituto de investigación médica Burnet, de Australia, ha trabajado en el Tíbet, ayudando a mejorar las instalaciones de salud locales y capacitando a profesionales, para quien "ha habido grandes cambios" allí.

El primer proyecto en el que Toole se involucró en el Tíbet fue el proyecto de atención primaria de salud y agua de Shigatse, que comenzó a finales de 1997 en asociación con la Cruz Roja Australiana y duró cuatro años.

"Burnet, que lideró la parte técnica del proyecto, trabajó muy de cerca con la oficina de salud de la ciudad de Shigatse y, juntos, construimos un centro de salud en cada uno de los poblados, así como unas 20 clínicas en las aldeas", recordó.

También ayudaron a renovar y mejorar hospitales, y llevaron a cabo muchos cursos de capacitación en varios aspectos de la atención médica en Shigatse.

Mientras realizaban su investigación, encontraron algo común entre los aldeanos: muchos tenían dolor lumbar. "Pudimos traer a un fisioterapeuta de Australia, que hizo una encuesta y encontró una prevalencia muy alta, especialmente entre las mujeres", recordó el profesor.

Descubrieron que esto podría ser causado por las mujeres inclinándose y levantando grandes pesos, como los recipientes de agua que pueden contener hasta 40 litros.

Así que diseñaron lo que llamaron la "balda de grifo para una espalda feliz", lo que significaba que las mujeres ya no tendrían que agacharse para levantar los recipientes de agua llenos.

"Podían poner el balde en una repisa (elevada), abrir el grifo y luego simplemente darse la vuelta y colgarse el recipiente a la espalda", explicó Toole.

Le mostró a Xinhua una foto, en la que una anciana con una túnica tibetana tradicional se encuentra de pie junto a una repisa de cemento y el recipiente a su espalda está justo debajo de un grifo. Todavía se puede encontrar un artículo sobre este diseño en la página web de Lancet, una de las mejores revistas médicas del mundo.

La mortalidad infantil y materna solía ser alta en el Tíbet, porque tradicionalmente las mujeres daban a luz en casa. Otro programa para el que trabajó Toole en el Tíbet se centró en capacitar a las parteras locales, que brindarían atención experta a las mujeres en sus hogares y tratarían de persuadirlas para que fueran al hospital.

Señaló que los médicos y enfermeras locales en el Tíbet trabajaron muy duro y que los Gobiernos locales de la próspera parte oriental de China ofrecieron ayuda a la región autónoma.

Por ejemplo, recordó que el Gobierno municipal de Shanghai proporcionó fondos para renovar hospitales en Shigatse. "Hubo muchas mejoras en esos años", agregó.

Durante las últimas décadas, el Gobierno chino ha invertido bastante en el desarrollo del Tíbet. Según un libro blanco de la Oficina de Información del Consejo de Estado de China, emitido en mayo de 2021, de 1994 a 2020, las provincias y entidades administrativas equivalentes, los departamentos del Gobierno central, junto con las empresas estatales bajo el control directo del Ejecutivo, brindaron apoyo a la región autónoma del Tíbet en forma de asistencia asociada a través de 6.330 proyectos, lo que representó una inversión total de 52.700 millones de yuanes.

Durante sus años en China, Toole observó avances en cuanto a la atención médica en el Tíbet. "Ha ido aumentando la confianza en la región", dijo y agregó que las autoridades locales de salud asumían mucha más responsabilidad, encargándose de sus propias prioridades pero también siguiendo las pautas nacionales.

"Las bajas estadísticas de mortalidad de bebés, niños y madres es una prueba de ello", sentenció el profesor.

La tasa de mortalidad de mujeres en el parto se ha reducido a 48 por cada 100.000 nacidos vivos y la de mortalidad infantil a 7,6 por cada 1.000 en el Tíbet, según un informe de la Oficina de Información del Consejo de Estado de China en 2021.

De hecho, Toole también presenció el desarrollo de China en otras materias.

Al recordar su primera visita, en 1979, al país asiático, dijo que lo que más notó "fue la ropa que usaba la gente y los carros. En aquel entonces, todos iban en bicicleta y había pocos camiones y autobuses".

Luego vio que Lhasa se estaba convirtiendo en una ciudad moderna, con edificios de gran altura, automóviles y gente vestida a la moda.

En líneas generales, el profesor afirmó que disfrutaba de trabajar en el Tíbet por su cultura única. "Visitamos muchos monasterios hermosos", argumentó.

En los últimos años, tuvo una oportunidad de participar en el diseño conjunto de un proyecto trilateral contra la malaria entre China, Australia y Papúa Nueva Guinea, durante el cual viajó a Beijing y Shanghai en 2019.

"Australia proporcionó la mayor parte de los fondos y China gran parte de la experiencia (...) El coronavirus SARS-CoV-2 dificultó mucho la implementación del programa, pero ahora se encuentra en marcha nuevamente", acotó.

En retrospectiva, el epidemiólogo observó que las instituciones académicas de China y Australia siempre mantuvieron muy buenas relaciones, lo cual, a su parecer, "ha sido sumamente fructífero".

"Tenemos intereses en común. Y hay áreas en las que podríamos trabajar juntos", dijo Toole, refiriéndose a enfermedades como la hepatitis, la tuberculosis y aquellas relacionadas con el estilo de vida como la diabetes y el cáncer.

(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)

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