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¿Cómo el médico chino cuyo rostro se volvió de color oscuro pudo ser salvado de las “garras de la muerte”?

Pueblo en Línea  2021:01:13.15:59

Zhan Qingyuan, director del Departamento de Medicina de Cuidados Respiratorios y Críticos del Hospital de Amistad China-Japón, Beijing, 28 de diciembre del 2020. [Foto: Zhu Xingxin/ China Daily]

Por Cheng Si

Beijing, 13/01/2021 (El Pueblo en Línea) -No era la primera vez que Zhan Qingyuan, un experto de 51 años en enfermedades respiratorias, manejaba a un paciente en estado crítico, pero éste era diferente.

Zhan fue enviado desde el Hospital de la Amistad China-Japón de Beijing al Hospital Tongji en Wuhan, provincia de Hubei, en febrero del año pasado para trabajar en la primera línea contra el brote de COVID-19.

El 3 de marzo, Yi Fan, un cardiólogo, fue ingresado en el Hospital Tongji después de que su condición se había deteriorado rápidamente. "Estaba gravemente enfermo, pero todavía había esperanza de arrebatárselo a las garras de la muerte", recuerda Zhan.

"Durante el tratamiento no nos permitimos ningún error en ninguna etapa. De lo contrario los resultados serían irreversibles, como si una persona que se cae de un cable de gran altura”.

Yi se infectó a finales de enero mientras trabajaba en el Hospital Central de Wuhan, epicentro del brote en China.

La cara de Yi se volvió de color oscuro debido a las medicinas utilizadas en su tratamiento.

Zhan precisó que mantener a Yi con vida implicó varios procedimientos médicos difíciles como intubarlo mientras lo colocaban en una máquina de oxigenación de membrana extracorpórea, que realiza las funciones del corazón y pulmones para pacientes con insuficiencia orgánica.

"No puedo describir lo difícil que fue tratarlo, pero aprecio los momentos cálidos que surgieron durante el tratamiento", asegura Zhan. "Todavía recuerdo que la esposa de Yi siempre nos traía postres y refrigerios cada vez que venían a visitarlo".

Yi, que se recuperó por completo, fue uno de los 100 pacientes tratados con Zhan en Wuhan durante su estancia de dos meses en esa ciudad.

"Era el 1º de febrero y recuerdo claramente que eran las 12:18 (pm) cuando recibí la orden de partir hacia Wuhan".

Zhan Qingyuan (de pie, segundo a la izquierda) y Wang Chen (a la derecha), presidente de la Academia de Ciencias Médicas de China, comprueban la condición de Yi Fan en una unidad de cuidados intensivos del Hospital Tongji de Wuhan, provincia de Hubei, 25 de marzo del 2020. (Foto: Zhu Xingxin/ China Daily)

"Mis colegas y yo estábamos entre el tercer grupo de especialistas que fueron enviados por el hospital".

Zhan estaba listo para la llamada, ya que había combatido el brote del síndrome respiratorio agudo del 2003.

"Cuando llegué al hospital, de inmediato nos asignaron tareas. Vi a un paciente de unos 60 años siendo trasladado por dos jóvenes con trajes de protección. Los dos jóvenes voluntarios se sentaron en el suelo, lucían muy cansados", detalla.

Zhan sufrió dificultades durante su estancia en Wuhan, aunque también experimentó la bondad de la gente.

"En Wuhan hacía frío y mis colegas querían comer asado. Era imposible debido a los pocos restaurantes que estaban abiertos y la ciudad aún confinada."

Un día, recibieron una comida sorpresa en el hospital.

"Un residente de Wuhan se puso en contacto conmigo a través de Douyin (plataforma de intercambio de vídeo), y prometió enviarnos platos de asado. ¡Pensé que era una broma, pero la recibimos esa tarde! Eso fue dulce su gesto", evoca Zhan con una sonrisa.

La compenetración que desarrolló con sus colegas fue vital para el éxito de su trabajo.

"Aquello fue una guerra para nosotros, no una carrera de práctica, así que la confianza era muy importante". Era como estar en el campo de batalla. Confié en que mis colegas podían realizar todas las tareas asignadas".

Trabajar como un frente unido también fue crucial, especialmente atendiendo el uso de máscaras y trajes de protección.

"Me conmovió que todas las personas usaban máscaras como se les indicó y respetaban los métodos científicos para protegerse", puntualiza Zhan.

Zhan pudo regresar a Beijing a principios de abril. A principios de diciembre, Yi visitó el Hospital de la Amistad China-Japón para agradecer personalmente a los médicos que le salvaron la vida.   

(Web editor: 周雨, 赵健)

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