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La cooperación puede ayudar a superar los riesgos del 2021

Pueblo en Línea  2021:01:05.15:21

La cooperación puede ayudar a superar los riesgos del 2021

Por Zhao Hai

Beijing, 05/01/2021 (El Pueblo en Línea) -Es probable que, en gran medida, la pandemia de COVID-19 esté controlada y se espera que la economía mundial esté en camino de la recuperación. En este sentido, se proyecta que las relaciones entre los principales países se mantendrán relativamente estables durante el 2021. Sin embargo, el mundo seguirá enfrentando riesgos.

Riesgo de respuesta global inadecuada

Una nueva ola de infecciones por COVID-19 golpeó el hemisferio norte cuando llegó el otoño, lo que obligó a los principales países occidentales a volver a imponer restricciones. Después de la aprobación en diciembre de algunas vacunas, es probable que varias más estén aprobadas para su uso en el 2021. Sin embargo, la prisa por comprar esas vacunas por países desarrollados como Estados Unidos, que ha ordenado tres veces más dosis de vacunas que su población total, podría distorsionar la distribución equitativa de las vacunas e incluso afectar su producción, distribución y uso. Por lo tanto, queda por ver si el plan de aplicación de vacunas de la Organización Mundial de la Salud funcionará según lo previsto.

Aunque es probable que en el segundo semestre del 2021 comiencen los programas de inoculación extensivos en todo el mundo, sigue existiendo el riesgo de que la epidemia continúe propagándose en países que no pueden llevar a cabo amplios programas de inoculación debido a la falta de coordinación de políticas o desacuerdos políticos entre los países, lo que aumentará en gran medida los riesgos de salud y de deuda de los países en desarrollo y, por lo tanto, afectará a la recuperación económica mundial.

Riesgo de crecimiento entre los mecanismos de sinergía de los principales países

Muchos observadores consideran que después de que Joe Biden asuma como nuevo presidente estadounidense, las relaciones entre los principales países volverán a la normalidad, y la inestabilidad y la incertidumbre disminuirán. Sin embargo, la polarización política y las divisiones sociales en Estados Unidos se han vuelto más serias como ha evidenciado las elecciones presidenciales, con un limitado margen para mejorar los lazos entre China y Estados Unidos.

El riesgo de aumentar la competencia y participar en el "desacoplamiento" de las economías estadounidenses y chinas, especialmente en el campo de la ciencia y la tecnología, seguirá intensificándose, dificultando aún más la concepción de normas internacionales, al menos a un corto plazo. En cuanto a geopolítica, podrían estallar nuevos conflictos debido a cambios en el orden mundial.

Riesgo a gran escala de la seguridad de la red

A medida que los macrodatos, la computación en la nube, la inteligencia artificial, el 5G y el Internet de las cosas impulsen la economía digital en auge, el volumen total de datos humanos superará los 60 zettabytes desde 1 Zb de hace 10 años. Para el 2023, los datos globales se duplicarán de nuevo, con un total de 48.900 millones de dispositivos en red. Este volumen colosal de información de la red y flujos de datos han creado riesgos de seguridad sin precedentes para todos los países.

Con un tercio de la población trabajando desde casa durante el apogeo de la pandemia de COVID-19, un gran volumen de información privada y confidencial se volvió más vulnerable al robo. Por ejemplo, en los primeros 10 meses del 2020, más de 1.000 empresas, incluidas las compañías de energía y electricidad de todo el mundo, fueron atacadas por "ransomware". Y con la mayoría de las economías del mundo en recuperación y países reabriendo fronteras, el flujo de datos se disparará, lo que aumentará el riesgo de ciberataques, violaciones de datos e interrupciones en las operaciones de infraestructura.

Riesgo de cambio climático y daños ambientales

Además, a pesar de que Biden prometió que Estados Unidos volvería al Acuerdo de París, y que un número creciente de países se comprometan con la meta de la neutralidad de carbono, a mediados de este siglo el empeoramiento del cambio climático, además de causar crecientes pérdidas de vidas y propiedades en los últimos años, tendrá un impacto a largo plazo en la sociedad humana.

En el año 2021 también se pudo apreciar un aumento de las condiciones climáticas extremas, incluidas las tormentas, los tifones y los huracanes en las regiones costeras, los principales incendios forestales, las inundaciones, las sequías y las devastaciones causadas por las plagas de langostas en las principales regiones productoras de granos, el Ártico se deshiela más en verano y la Antártida pierde más capas de hielo.

Estos desastres naturales a gran escala provocados por factores humanos pudieran no sólo causar crisis alimentarias y de supervivencia para millones de personas, sino también desencadenar una verdadera crisis epidémica mundial, porque no se puede descartar las apariciones de nuevos virus y epidemias debido a los complejos efectos del cambio climático.

El riesgo de desempleo aumenta debido al uso de la inteligencia artificial

La aplicación integrada de la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y la tecnología robótica podían traducirse en un gran número de trabajadores de cuello azul, incluso algunos trabajadores de cuello blanco, sin empleo. Desde que estalló la pandemia, para evitar interrupciones en las cadenas industriales y de suministro, muchas empresas han estado reemplazando a los seres humanos con robots en la producción, transporte, almacenamiento, comercio y otras áreas a un ritmo mucho más rápido. Si las empresas siguen reemplazando a los seres humanos por robots a ese ritmo, un gran número de personas perderán sus empleos y la brecha entre ricos y los pobres se ampliará aún más, socavando la estabilidad social y dando lugar a movimientos antiglobalización y populistas.

Riesgo de crisis de liquidez en los países en desarrollo

Debido a la pandemia de COVID-19, el gasto de todos los países en salud y campos conexos ha aumentado, mientras que sus ingresos fiscales han experimentado una disminución dramática. Al mismo tiempo, las deudas soberanas y corporativas globales se han disparado, y las deudas incobrales de las instituciones bancarias han aumentado. A finales del 2020, era probable que la deuda mundial se hubiera disparado a 277 billones de dólares. Y aunque la deuda de los países desarrollados aumentó un 50 por ciento anual hasta cuatro veces el PIB, la más preocupante es la deuda de las economías emergentes, que aumenta hasta 2,5 veces el PIB, porque en gran parte proviene de instituciones no financieras.

Hasta ahora, la acumulación de deuda de los países en desarrollo ha ido mucho más allá del nivel de la crisis financiera mundial del 2008. Pero con las políticas monetarias y fiscales que los bancos centrales utilizaron como estímulo económico -que probablemente terminarán en 2021- se espera que la crisis por el COVID-19 se disipe gradualmente el próximo año, aunque algunos países e instituciones no financieras con un alto coeficiente de deuda externa y baja solvencia podrían enfrentar una crisis de liquidez. Esto, si no se maneja adecuadamente, puede causar una reacción en cadena que conduzca a una crisis financiera global.

Riesgo de fluctuaciones en los precios mundiales de las materias primas

El brote de COVID-19 también ha dado lugar a un aumento de las reservas agrícolas, a la escasez de minerales debido a la fuerte demanda de China y a una reducción de la producción de energía debido a la insuficiente demanda de los países desarrollados, lo que obliga a que los precios de productos básicos como la soja, el cobre y el mineral de hierro aumenten a máximos de seis años.

En términos de tendencia, el índice de productos agrícolas y minerales se ha recuperado al nivel pre epidémico y sigue creciendo, mientras que el índice de energía ya ha tocado fondo y ha entrado en una vía rápida hacia la recuperación. Pero si el dólar estadounidense continúa debilitándose, en el primer semestre del próximo año los precios de las materias primas podrían aumentar más allá de las expectativas.

Dado que dos tercios de los ingresos y pagos en divisas de los países en desarrollo están asociados con los precios de los productos básicos, mientras que el 60 por ciento de los países en desarrollo dependen de las importaciones de productos básicos para satisfacer su demanda interna, si las fluctuaciones de precios en el 2021 causan hiperinflación local, podría conducir a graves desequilibrios comerciales y financieros en países de Asia meridional, África y América Latina, y eventualmente dar lugar a una nueva deuda económica, e incluso a crisis sociopolíticas.

Riesgo de que debuten nuevos tipos de terrorismo

Desde 2014, el índice de "actividad terrorista" ha demostrado una tendencia a la baja en el 70 por ciento de los países. La mayoría de los ataques terroristas han tenido lugar en regiones que ya están en medio de conflictos civiles. La capacidad de los equipos terroristas transnacionales para lanzar ataques a gran escala se ha debilitado, pero los grupos terroristas se han aprovechado de la pandemia y los conflictos étnicos para experimentar alarmantes cambios durante el 2020.

Los grupos terroristas en el África subsahariana y el Asia meridional se están expandiendo. También el número de ataques racistas llevados a cabo por los equipos de extrema derecha en América del Norte, Europa y Oceanía ha aumentado significativamente. Asimismo, la pandemia ha interrumpido muchas operaciones antiterroristas, permitiendo que los grupos terroristas tengan la oportunidad de reagruparse y fortalecerse.

Más importante aún, utilizando la pandemia en su beneficio, los terroristas han estado tratando de obtener acceso a armas químicas y otras armas de destrucción masiva, desechos radiactivos médicos y otros productos peligrosos para lanzar ataques más letales.

Los ocho tipos de riesgos mencionados anteriormente están interconectados. Y para evitar estos riesgos y fomentar una recuperación económica mundial estable y sólida, lo más importante es reforzar la gobernanza mundial y fortalecer la coordinación y la cooperación internacionales.

En este sentido, China y Estados Unidos comparten importantes responsabilidades. Solamente trabajando juntos se puede superar los desafíos mundiales y profundizar la cooperación bilateral y multilateral. Ambos países, junto a otras naciones, pueden sacar al mundo de la crisis de COVID-19 y crear un entorno propicio para la paz y el desarrollo mundiales.

El autor es investigador del Instituto de Economía Mundial y Política de la Academia de Ciencias Sociales de China.

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Pueblo en Línea.

(Web editor: 周雨, 赵健)

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