Xi pide el fin del desperdicio de alimentos y China lanza la campaña “Plato Limpio” 2.0

Pueblo en Línea  2020:08:13.17:11

Foto: Pexels

Por Wang Qi

Beijing, 13/08/2020 (El Pueblo en Línea) -Unos años después de la Campaña “Plato Limpio", iniciada en el 2013, ahora llega su versión 2.0. A diferencia de la campaña anterior, que tenía como objetivo poner fin a las extravagantes fiestas y recepciones de los funcionarios públicos y dirigentes, la versión 2.0 pide al pueblo de a pie que no desperdicie alimentos. La iniciativa desató la especulación sobre si China está en una crisis alimentaria. Los expertos consideran que aunque el mundo se enfrenta a una situación delicada, para China la verdadera amenaza a su seguridad alimentaria proviene más del desperdicio de alimentos que de las epidemias o inundaciones.

A pesar de las buenas cosechas, el presidente Xi Jinping subrayó la necesidad de mantener una sensación de crisis en la seguridad alimentaria, e instó al establecimiento de un mecanismo a largo plazo para dejar de desperdiciar alimentos en medio de la pandemia

Xi, quien también es el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, indicó que el desperdicio de alimentos es impactante y angustioso. Es por ello por lo que es necesario aumentar aún más la conciencia pública sobre el tema, cultivar hábitos de ahorro y fomentar un entorno social donde el despilfarro cause vergüenza y el ahorro sea una virtud.

A pesar de que muchos medios de comunicación han vaticinado ciertas dificultades alimentarias debido a la epidemia, las inundaciones y el aumento de las importaciones de alimentos, los agricultores chinos consideran que esos factores no conducirán a una crisis alimentaria en China, pero que desperdiciar alimentos es un problema que merece una mayor atención.

“La seguridad alimentaria de China no se vio seriamente afectada por el impacto del COVID-19, y las reservas de granos de China son abundantes”, insistió Zheng Fengtian, profesor de la Escuela de Economía Agrícola y Desarrollo Rural de la Universidad Renmin de China al Global Times.

En junio del 2020, las Naciones Unidas advirtieron que el mundo estaba al borde de la peor crisis alimentaria de 50 años. Los tres principales exportadores de granos del mundo, Estados Unidos, Brasil e India, son también los tres países más afectados por el COVID-19.

Zheng subrayó que la tasa de autosuficiencia de arroz y trigo, los dos granos principales de China, es de alrededor del 100 por ciento. El actual grano almacenado supera la producción de un año. En los últimos cinco años, la producción anual china de todos los tipos de granos ha superado los 1,3 billones de kilogramos, y el suministro se acerca a los 500 kilogramos per cápita.

Xinhua informó que la producción de granos de este verano en 2020 ya alcanzó un máximo histórico de 143 mil millones de kilogramos, con un aumento de 1.200 millones de kilogramos con respecto al año anterior. La producción de trigo de China aumentó 0.6 por ciento a 132 mil millones de kilogramos, verificando un aumento de 750 millones de kilogramos. Sin embargo, las inundaciones en el sur del país podrían tener un gran impacto en la producción de granos, y causar cortes devastadores en la cadena de producción y pérdidas de cultivos en algunas áreas.

Fuera de China, la pandemia tuvo un impacto en la producción y el comercio mundiales de granos. Vietnam e India han suspendido sus exportaciones de arroz. Sin embargo, Zheng precisó que China debería estar desafiada en medio de la guerra comercial con Estados Unidos. China ha ajustado su estrategia de importación de granos para que las fuentes, especialmente de maíz y soja, sean más equitativas. En el primer semestre de 2020, los precios de los granos sólo aumentaron uno por ciento en el índice de consumo.

El presidente Xi también indicó reducir los desechos en las escuelas y promover la concienciación y las prácticas de ahorro en los estudiantes, informó Xinhua.

El ahorro siempre ha sido una tradicional virtud china, aunque a medida que el nivel de vida ha ido mejorando, el consumo fútil y el desperdicio van en aumento. En una investigación del Instituto de Investigación Geográfica y de Recursos Nacionales junto al Fondo Mundial, los grupos turísticos, los estudiantes de primaria y secundaria y los banquetes oficiales son las tres principales causas de desperdicio de alimentos. El desperdicio de alimentos per cápita en China es de 93 gramos por persona y la tasa de residuo está en un 11,7 por ciento.

Este miércoles, la Televisión Central de China (CCTV) criticó el desperdicio de comida en las transmisiones en vivo, en las que los anfitriones comen mucho para atraer a los espectadores y tienen que vomitarlo más tarde.

Cada año se desperdicia un tercio de los alimentos que se producen en el mundo, valor que cifra alrededor de 1.300 millones de toneladas de comestibles. Y al menos 820 millones de seres humanos de los 7.600 millones que viven en este planeta padecen hambre.

Wen Tiejun, profesor de la Escuela de Agricultura y Desarrollo Rural de la Universidad Renmin de China, declaró al Global Times que los consumidores también son responsables de la seguridad alimentaria y deben ser conscientes de ello.

Wen añadió que el desperdicio de alimentos en los últimos años ha sido impactante. Cierta vez se informó que en China con el alimento tirado a la basura se podían alimentar cerca de 200 millones de personas. Asimismo, subrayó la importancia de la educación y orientación en materia de seguridad alimentaria para formar hábitos de consumo racionales, actitud crucial para reducir el desperdicio de alimentos y garantizar la seguridad alimentaria.

Además de los consumidores, expertos como Zheng piensan que los alimentos, debido a problemas técnicos, también se desperdician hasta en un 20 por ciento dentro del proceso de producción, almacenamiento y distribución.

Las políticas durante la epidemia, que alentaron comidas individuales y redujeron la copiosa cena, evitaron el desperdicio de alimentos, aseguró Zheng.

"Siempre recordamos a los huéspedes que piden demasiada comida", ironizó una camarera de un restaurante de Beijing.