Recién graduados de la escuela de medicina se ofrecen como voluntarios en la lucha contra el nuevo coronavirus

Pueblo en Línea  2020:05:20.15:21

El joven médico Hu Sitong. (Foto: cortesía)

Por Li Hongyang

Jilin, 20/05/2020 (El Pueblo en Línea) - Cuando Hu Sitong, joven de 25 años recién graduado de la escuela de medicina, le expresó en enero a su novia que iba a ofrecerse como voluntario en la lucha contra el COVID-19, ella se opuso con firmeza.

Ella le explicó que su madre, una ex jefa de enfermeras del Hospital Central Changchun, en la provincia de Jilin, había fallecido en el 2003 durante la lucha contra el SRAS.

"Ella lloró y me rogó que no quería perderme de la misma manera que perdió a su madre", evoca Hu.

"Yo no tenía idea de la magnitud del nuevo virus. Al principio muy pocas personas sabían sobre el contagio o la letalidad, lo que sí yo sabía que era un estudiante de medicina y el combate contra el brote del virus era para mí una lucha donde era soldado.

"Creo que si su madre aún estuviera viva, ella estaría complacida", agregó.

Hu, que se especializó en medicina clínica en la Universidad de Yanbian, en la prefectura autónoma coreana Yanbian, de la provincia de Jilin, en enero se inscribió como voluntario a través del portal digital de la Liga Provincial de la Juventud Comunista.

En ese entonces, el número de casos y muertes acababa de empezar a aumentar. Fue enviado a trabajar al aeropuerto.

Desde el 30 de enero hasta el 20 de febrero, Hu trabajó como voluntario en el Aeropuerto Internacional Changchun Longjia, en Changchun, capital provincial.

Todos los días de 8:30 am a 4 pm, Hu desinfectaba el aeropuerto y tomaba la temperatura de los pasajeros en las salidas y entradas. Aquellos que tenían fiebre eran dirigidos al grupo de la comisión local de salud.

"Vestidos con trajes de protección, no podíamos usar una chaqueta gruesa, sólo un suéter y una camisa a temperaturas de alrededor de -20。C", recuerda Hu.

"Con las gafas de protección empañando todo el tiempo debido a la diferencia de temperatura dentro y fuera del traje, apenas podíamos ver a nadie o notar algo claramente", añadió.

Dos veces al día, Hu y otros tres voluntarios cargaban 20 kilogramos en equipos para desinfectar el aeropuerto, cubriendo el equivalente a varias hectáreas.

Con estudios de medicina, Hu se consideraba el más experimentado y profesional del grupo.

"No todos los voluntarios habían estudiado medicina. Les enseñé a ponerse los trajes de protección", subraya.

Hu también se encargó de convencer a su familia de que volvería sano y salvo.

"Mis padres no estaban contentos con mi solicitud de voluntariado, pero le expliqué mucho acerca de lo estricta y científica que sería la dirección del equipo. Al final, estuvieron de acuerdo", aseguró el joven galeno chino.