InSight envió de vuelta su primera foto después de su aterrizaje en Marte. La visión de InSight es una extensión plana y lisa llamada Elysium Planitia, pero su espacio de trabajo está por debajo de la superficie, donde estudiará el interior el Marte profundo. [Foto: NASA]
Por Yu Fei y Hu Zhe y Tan Yuanbin
Beijing,11/12/2018(El Pueblo en Línea)-Los pastores en Dalad Banner de la Región Autónoma de Mongolia Interior han sufrido durante mucho tiempo las tormentas de arena. Una ráfaga de viento podría obligar a la gente a cerrar los ojos. La arena ha enterrado grandes áreas de pastizales.
Durante la peor desertificación en la década de 1980, más de 100 familias tuvieron que abandonar sus hogares en Jiefangtan, ciudad al borde del desierto de Dalad Banner.
Hace más de una década, los científicos vinieron y comenzaron a rociar un líquido verde en el desierto cada verano. Gradualmente, el paisaje cambió. Primero vino apareció una cubierta. Después, creció más espeso y al final, la arena dejó de moverse.
La arena se convirtió gradualmente en tierra, atrayendo musgo, líquenes, pasto y animales. El suelo se hizo más grueso, y la vegetación regresó.
Las heroínas de esta transformación fueron las algas, primariasn formas vegetales que viven en la tierra hace más de 3 mil millones de años.
“Las algas pueden resistir temperaturas de hasta 60 grados centígrados, la radiación ultravioleta y la sequía”, afirma Liu Yongding, experto en algas con 40 años de experiencia e investigador del Instituto de Hidrobiología de la Academia China de Ciencias.
Ahorrando terreno
La habilidad de las algas para vivir en el desierto inspiró a Liu para corregir la arena a la deriva.
En condiciones naturales, tomaría más de 10 años para que las algas del desierto formen una corteza.
Liu dirigió a su equipo para seleccionar las mejores especies de algas de las muestras recogidas en China, e innovó tecnologías que podrían generar una corteza en apenas un año.
Casi 400 millones de chinos se ven afectados por la desertificación, que representa el 27,3 por ciento del total de la superficie terrestre de China. Más de 7.720.000 hectáreas de tierra cultivable han sido degradadas por la desertificación, 670.000 hectáreas de tierras agrícolas y 235 hectáreas de pastizales se han convertido en arena a la deriva o en desierto.
"Comenzamos esta investigación hace más de 20 años sin ningún apoyo financiero, pero persistimos porque vemos el potencial y la necesidad del país", indicó Liu, de 74 años.
"No podemos convertir todos los desiertos en oasis, ya que los desiertos juegan un papel esencial en mantener equilibrado el calor de la tierra. Nuestro objetivo es controlar la desertificación y restaurar el suelo, "dijo.
Retiro de arena
El equipo de Liu ha recogido muestras de algas del desierto de Hulunbuir, en Mongolia Interior y en el desierto de Taklimakan, en la Región Autónoma de Xinjiang Uygur. También compararon muestras de diferentes épocas de las últimas seis décadas.
En una pequeña muestra de corteza de algas maduras, encontraron más de 700 tipos de organismos.
Su tecnología de control de la desertificación ha sido ampliamente aplicada en la Región Autónoma de Mongolia Interior.
En áreas donde se aplicó, el área de arena oscilante cayó de un 60 por ciento a un 10 por ciento, y el área de arena fija subió en un 90 por ciento. El área de cobertura de la planta aumentó de un mínimo del 15 por ciento a más de un 80 por ciento.
"De forma natural, toma 100 años formar un centímetro de suelo fértil y 2000 años formar 20 centímetros de suelo fértil. Eso significa muchas generaciones que tendrían que pasar para lograr recuperar un trozo de tierra cultivable. Estamos contentos de que encontramos una manera eficiente de convertir la arena en tierra fértil de varios centímetros de grosor donde puedan crecer plantas en pocos años", precisó Liu.
Liu considera que la nueva tecnología se puede utilizar en zonas desérticas fuera de China, incluidos países que participan en la iniciativa “La franja y la ruta”. El resultado ya ha atraído a científicos de Europa y Estados Unidos.
De la tierra al universo
Liu también ha fijado su mirada en el universo.
Desde 1987, su equipo ha estudiado algas para apoyar la larga estancia de los astronautas en el espacio.
Han llevado a cabo experimentos biológicos en seis de los satélites retornables de China y en la nave espacial Shenzhou. Han trabajado con científicos alemanes para investigar el sistema de soporte vital de la nave espacial Shenzhou-8. También llevarán a cabo experimentos en la futura estación espacial de China.
La investigación se remonta a la década de 1970.
"Hicimos un experimento para averiguar cuántas algas pueden mantener viva una persona viva en un entorno submarino cerrado", aseguró Liu.
Wang Gaohong, investigador del Instituto de Hidrobiología, indicó que las algas tienen ventajas significativas en la construcción de un sistema de apoyo a la vida. El oxígeno generado por plantas superiores en unos 15 metros cuadrados equivale a la producida por algas en un metro cuadrado. También puede proporcionar proteínas para consumo de los astronautas.
"Por otro lado, en el espacio cercano, a una altitud de unos 20 a 100 kilómetros, el entorno es similar al que tiene el planeta Marte. Nuestra investigación en biología espacial también nos ayudará a entender otras formas posibles de vida en Marte", indicó Wang.
Transformando Marte
Liu tiene un ambicioso objetivo: que las algas sean la primera migración de la Tierra a Marte.
Hace unos 15 años, Lui propuso usar algas para transformar el medio ambiente de Marte.
"Los desiertos de la Tierra tienen un ambiente similar al ambiente marciano. Podríamos utilizar nuestro conocimiento del comportamiento de las algas en el desierto para transformar el medio ambiente y ayudar a construir una base humana en el planeta rojo."
“Escritores y científicos de ciencia ficción han presentado la idea de transformar Marte hace mucho tiempo, pero no había una manera práctica de realizarlo. La investigación de Liu hizo concebible la idea”, afirma Wang.
“La intensa radiación, la baja presión atmosférica, los cambios dramáticos de temperatura y el ambiente sombrío de Marte son similares a la Tierra temprana. Las algas son productores primarios de la biosfera terrestre, representando de un 30 por ciento a un 40 por ciento del total planetario, y desempeñando un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad de la biosfera”, destaca Wang.
Las algas han cambiado el ambiente de la Tierra. Ahora los seres humanos también cambiamos la Tierra para nuestra adversidad.
"Si un día tenemos que abandonar la Tierra, y tenemos que construir otro hogar en otro planeta, las algas podrían ser nuestras pioneras", concluyó Wang.
(Web editor: 赵健, Rocío Huang)