Voluntarios chinos brindan felicidad a los niños refugiados de Siria

Pueblo en Línea  2018:10:12.15:17

Voluntarios chinos y niños sirios posan para una foto. (Foto: Huang Peizhao)

Por Huang Peizhao y Jing Yue

Beirut, Líbano, 12/10/2018(El Pueblo en Línea) - Wang Ziming, recién graduado universitario, junto con otros tres voluntarios chinos, llegaron en julio a una escuela primaria en Kfifan -pequeño pueblo en el norte del centro del Líbano- para enseñar percusión, pintura y caligrafía china a los niños sirios que se encuentran refugiados. Los jóvenes chinos ofrecen un mensaje de esperanza para aliviar el trauma y las heridas de la feroz contienda bélica que desgarra su país.

"A la mayoría de estos niños, la guerra le arrebató el acceso a la educación", indicó Wang al Diario del Pueblo, y añade que le impresionaron mucho los testimonios de los niños sobre sucesos de la vida, sobre la muerte, la nostalgia, la familia y sus más recónditos anhelos.

“En las clases de pintura, casi todas las obras eran sobre temas similares: casas coloridas o la bandera nacional de Siria”, agregó el colaborador.

Wang y sus compañeros trabajaron allí como voluntarios dentro del proyecto organizado por Common Future Fund, una organización no gubernamental comprometida con el voluntariado internacional, adscrita a la Fundación Nacional de Recaudación y al Fondo Chino para la Infancia y la Adolescencia.

Organizando actividades de voluntariado, incluidos los intercambios docentes y culturales, buscan promover el bienestar de las familias de los refugiados sirios y de las familias desfavorecidas de los países de acogida.

Los voluntarios chinos mitigaron sus miedos y la tristeza de las pequeñas víctimas de la guerra, mientras alentaban sus esperanzas de un brillante futuro.

"A pesar de la destrucción y las pérdidas, estos niños merecen ser felices. Donde hay sonrisa, hay esperanza", precisa Wang. Y añade que se siente muy útil realizando esta labor.

"Lo que nos reúne aquí no es más que la esperanza de aliviar el daño que causan las guerras en los seres humanos, especialmente en los niños", precisó Liu Yiqiang, fundador de este proyecto de voluntariado.

En Turquía, Líbano y Jordania, los voluntarios chinos son recibidos calurosamente por los jefes de las escuelas locales y orfanatos. Un ejecutivo de un orfanato turco declaró con entusiasmo que estos amigos de China iniciaron una gran obra cuando asumieron el cuidado de los niños como si fueran sus hermanas y hermanos.

Guo Jiayun, un voluntario que trabaja en Jordania, compartió una experiencia en su diario. Después de impartir la clase de pintura, un pequeño le pidió que le escribira dos caracteres chinos en su dibujo. El niño elegió la palabra "China".

"En cada paso que damos por estas tierras, sentimos una fuerte responsabilidad y sabemos que todavía tenemos un largo camino por recorrer. De todos estos niños que hemos conocido un deseo de paz, de conocimiento y de amor. Sus sonrisas son más poderosas que las lágrimas que han derramado", concluyó Guo.