Por Du Yifei, Diario del Pueblo
Beijing, 11/03/2018 (El Pueblo en Línea) -Con la llegada del fin del invierno, Liu Fusheng, un campesino de la aldea Xishengfo, en la provincia de Hebei, en el norte de China, comienza a trabajar después de un período de descanso.
En la aldea Xishengfo, una localidad piloto donde se implementa un sistema de cosecha por turnos, los campesinos sólo plantan un tipo de cultivo agrícola por año: maíz o cualquier otro cereal. Este sistema se superpone a la plantación anual de dos tipos de cultivos: trigo en invierno y maíz en verano.
Esta enmienda permite a los campesinos obtener 500 yuanes de subsidio por cada mu (medida china equivalente a 666.67 m2), para garantizar una compensación por el período de barbecho de los suelos.
Con el barbecho prolongado de los terrenos de cultivo, el rendimiento de los agricultores no sólo no sufre cambios, sino que mejoran las condiciones ecológicas de la tierra.
China lleva ya a cabo este sistema desde hace 3 años, habiendo aumentado el área de terreno en barbecho de 6,16 millones de mu en 2016 a 24 millones en 2018.
El barbecho se realiza esencialmente entre cosechas de maíz y soja, garantizando una disminución del uso de los recursos hídricos y el descanso prolongado de la tierra arable.
En el pasado, la tierra cultivada era intensivamente explotada, para garantizar el abastecimiento de alimentos. Esta práctica estaba promoviendo el uso irracional de agua y fertilizantes.
El barbecho tiene como objetivo contener la degradación del medio ambiente. Aunque la producción agrícola del país es anualmente satisfactoria, existen contradicciones estructurales. Como tal, el barbecho permite el perfeccionamiento y una mejor disposición de los recursos agrícolas, reajustando la estructura de las plantaciones, y aumentando el abastecimiento efectivo.
En 2018, el gobierno chino planea asignar un fondo de 5.000 millones de yuan para compensar a los campesinos que practican el barbecho, correspondiente a un subsidio de entre 500 y 800 yuanes por mu.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)