El ingreso ilegal en territorio chino es un grave error de cálculo que mancilla más aún a la India
Beijing, 15/08/2017 (El Pueblo en Línea) - A pesar de que ya casi se cumplen dos meses del enfrentamiento fronterizo entre China y la India en la zona de Donglang (Doklam), las tensiones siguen aumentando. Esta situación preocupa a la comunidad internacional debido a la posibilidad de una guerra inminente. Aunque el hecho ha sido ampliamente denunciado, este conflicto sin precedentes arroja una sombra oscura sobre la dañada confianza mutua entre ambas naciones.
"De vez en cuando suele aparecer cierta tensión entre China e India debido a disputas fronterizas, pero la escalada actual es sustancialmente diferente, ya que es el primer enfrentamiento en una zona fronteriza de alto voltaje. Esta demostrado que las tropas indias han entrado ilegalmente a territorio chino", afirma Guan Peifeng, profesor asociado del Instituto de Estudios Oceánicos y Fronterizos de la Universidad de Wuhan.
El inusual "impasse" agudiza la feroz puntería entre China e India. Ante la prensa, China ha presentado 67 veces su posición, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha reiterado 54 veces su firme posición sobre el conflicto. Por su parte, el Ministerio de Defensa de China ha emitido 4 despachos sobre el incidente.
En contraste a las protestas pacíficas de China, la India ha demostrado una actitud agresiva y beligerante. De hecho, algunos funcionarios de alto rango se han atrevido a sugerir que las diferencias deben ser resueltas por la vía militar. Por ejemplo, Arun Jaitley, ministro de Defensa de India, afirmó el 9 de agosto que "las fuerzas armadas indias son lo suficientemente fuertes como para enfrentar cualquier desafío que atente contra la seguridad del país".
"Aunque el poderío militar y económico se inclina a favor de China, el país no renunciará a la esperanza de encontrar una solución pacífica con la India. El enfrentamiento continuará y China tiene que estar preparada para lo peor", aseguró Guan.
La salvaje ambición de la India
"El enfrentamiento actual evidencia la intención de la India de contrarrestar la influencia y el poder de China en Asia meridional. La India mantiene una mentalidad de la época de la "Guerra Fría", definiendo a China como una amenaza potencial que puede impedir su ascenso como una de las potencias dominantes de la región", advirtió Zhou Gang, ex embajador chino en India.
Zhou considera que la interferencia de India tiene como objetivo enfermar las relaciones entre China y Bután e interrumpir la negociación de ambos vecinos sobre sus límites fronterizos. También India busca la oportunidad de reforzar su control sobre Bután.
Como China ha estado reiterando, Doklam es parte inalienable del territorio chino y no existe ningún desacuerdo al respecto. Aunque las fronteras aún no han sido delimitadas formalmente, China y Bután ya han celebrado 24 rondas de conversaciones, llevado a cabo encuestas conjuntas en su zona fronteriza y alcanzado un consenso básico sobre el estado real de la zona y la alineación de sus límites fronterizos.
En la actualidad, China y Bután no tienen relaciones diplomáticas, mientras que la India mantiene un tratado de amistad con Bhután, que estipula que la India "protegerá la soberanía de Bután".
Dentro de la misma línea de pensamiento del embajador Zhou, el analista Guan observa que la intención de la India es interrumpir las actuales negociaciones entre China y Bután sobre disputas fronterizas, obstaculizándole el camino a China para evitar que establezca ventajas en las fronteras China-India. También señaló que la India tal vez aspira a utilizar el conflicto para tratar de reequilibrar, contrarrestando la influencia de China en Asia meridional. Obviamente, la iniciativa china "Cinturón y Ruta" ha minimizado la influencia de la India en la región.
Además de tratar de mantener su liderazgo en el sur de Asia, la India podría estar promoviendo la disputa fronteriza para distraer la atención internacional y evadir tener que responder a la opinión nacional por sus graves problemas internos. Y como rebote, obtener un mayor apoyo de los países occidentales.
En medio de la postura de la India sobre los asuntos fronterizos, la Agencia de Noticias Reuters informó que desde julio la actividad fabril de la India cayó a sus niveles más bajos en más de nueve años de producción, provocado por las interrupciones de la actividad empresarial tras la implementación de un nuevo impuesto nacional sobre las ventas.
"Es posible que el gobierno de la India aspire a utilizar este conflicto fronterizo para obtener apoyo y cohesión social, allanando el camino para la entrada en vigor de otras regulaciones nacionales", añadió Guan.
"A medida que el estatus e influencia internacional de la India ha ido creciendo en los últimos años, su ambición de desafiar a China también se ha hecho notoria. Con sus abiertas críticas sobre el poder de China, unido a la actual actitud beligerante en la frontera, lo único que logrará India es mancillarse más y más", agregó Zhou.
Falacias de la India
A pesar de que la opinión pública y los medios de comunicación de ambas partes, se han vuelto mordaces repartiendo críticas y culpas a diestra y siniestra, la India actúa de forma más agresiva, calificando a China de matón y difundiendo información distorsionada.
De acuerdo a "The Times of India", un libro sánscrito que se estudia en varias escuelas del estado de Madhya Pradesh en el centro de la India, enseña a los estudiantes que la India ganó la guerra de 1962, aunque esa no fue la realidad de los hechos.
"En lugar de reflexionar sobre el propio país, el gobierno indio ha estado colocando información distorsionada en la mente de su juventud. Los años de propaganda han llevado a generar actitudes hostiles contra China por parte de los indios", fustigó Zhou.
A diferencia de la mayoría de los ciudadanos chinos, partidarios de una solución pacífica, muchos indios han sugerido que la solución es iniciar una guerra contra China.
Bajo el hashtag "IndianIncursionToChina" en China Sina Weibo, muchos ciudadanos chinos han expresado su preocupación sobre la hostilidad india contra China, añadiendo que no pueden entender la sed de guerra que emana de algunos mensajes escritos en las redes sociales por ciudadanos indios."
Sin embargo, los expertos consideran que China nunca ha "embellecido" maliciosamente la guerra de 1962 para consumo de su pueblo, sin embargo las autoridades de la India y los medios de comunicación de ese país sí han estado engañando sistemáticamente a los indios de a pie, envenenándolos con información distorsionada.
Incluso antes de la confrontación actual, una simple búsqueda en el sitio web oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la India relacionada con China podía ofrecer resultados con frases que contienen palabras como" invasión "o "infiltración".
"La India siempre se ha representado a sí misma como la víctima sufrida, por ello es por lo que es comprensible que los indios odien a China", analiza Guan.
"Históricamente, la India siempre ha estado atenta a los movimientos de China, y ésta última también ha seguido de cerca los movimientos de su vecino del sur. El actual enfrentamiento confirma la débil confianza mutua que existe y los insuficientes intercambios no gubernamentales que padecen las dos naciones. Si el gobierno y los medios de comunicación indios, apoyándose en manipulaciones y hechos distorsionados, continúan alimentando el encono contra China, las relaciones entre las dos naciones no podrán mejorar", concluyó Guan.
(Web editor: Elena G., Rosa Liu)