El nuevo empaquetado de "Conejo Blanco": lección de propiedad intelectual para los chinos

Pueblo en Línea  2016:03:18.16:17

Por Diao Bo

Beijing,18/03/2016(El Pueblo en Línea)- Recientemente, la marca tradicional de caramelos de China, Conejo Blanco, junto con la marca de moda francesa “agnès b.”, lanzó cajas metálicas de caramelos en edición limitada de dos colores, azul y rosa, a un precio 9 a 10 veces superior al de la versión original de los caramelos de esta marca. A pesar del aumento drástico del precio en algunos lugares se agotaron estos dulces. Según algunos expertos del sector, la prueba del nuevo empaquetado de los caramelos Conejo Blanco es una exploración innovadora.

Con un empaquetado nuevo el producto se puede vender a un buen precio. Parece que es un engaño, pero por otra parte, aunque el alza del precio tiene que ver con la promoción de las ventas, no hay que olvidar que en este negocio, la marca, el nombre, la imagen y el diseño de la apariencia son fruto del trabajo de creadores, y también pertenece al campo de la propiedad intelectual.

Conejo Blanco ha invitado a diseñadores reconocidos para que diseñen su empaquetado, lo que se traduce en la contratación de un trabajo realizado por diseñadores, por lo que existe un aumento de los precios. Los clientes compran no sólo el caramelo, sino también el patrimonio cultural de la marca, y los trabajos intelectuales y creativos del nuevo diseño. El motivo de que el precio de un caramelo se eleve de 0,2 yuanes a más de 2 yuanes se encuentra principalmente en el diseño y cultura que lleva consigo.

Muchos usuarios de internet opinan que es irrazonable que el precio de los caramelos aumente de 9 a 10 veces, considerando erróneamente que el valor de los caramelos sólo debe ser el del producto en sí. La razón de este malentendido es la falta de reconocimiento y consenso de la propiedad intelectual del pueblo chino.

La gente ya está acostumbrada a identificar o juzgar las cosas negativas como la violación de la propiedad intelectual. Por ejemplo, se copia libremente cualquiera creación en Wechat, e incluso la edición pirateada de algunos libros se publica antes que la versión oficial. Además, los productos falsos de muchas marcas abundan en las tiendas de la calle y en internet. Entonces, cuando aparece un caso positivo de protección de los derechos de propiedad intelectual como el nuevo diseño de las cajas de Conejo Blanco, la gente lo considera extraño e incluso lo ve anormal.

Hay que reconocer que la propiedad intelectual se ha convertido en un factor independiente cada vez más importante de la producción. Los datos muestran que en 2011, la proporción de la contribución económica de la propiedad intelectual en el PIB de EE.UU. alcanzó el 37%, contribuyendo a cerca del 28% del empleo, y se ha convertido en la competitividad central del país. 

Para fabricar cada móvil, las compañías chinas de teléfonos tienen que pagar una cuota de licencia de patente, por lo que para dichas empresas es difícil sobrevivir ya que en realidad tienen muy bajas ganancias.

Otro ejemplo es que con el descubrimiento de la artemisinina, Tu Youyou ganó el Premio Nobel, pero el derecho de venta del producto patentado está en manos de extranjeros.

La subida del precio de los caramelos Conejo Blanco por su nuevo empaquetado creado por un diseñador de renombre da verdaderamente una lección de propiedad intelectual a los chinos. La civilización humana ya no se encuentra en una época en la que la gente se siente satisfecha sólo con comer y vestir bien, y tampoco el valor de un producto se encuentra sólo en la función o el material del mismo.

La competencia de la propiedad intelectual entre las naciones es cada vez intensa. Respetar los derechos de propiedad intelectual ayuda a convertir lo “fabricado en China” en lo “creado en China”.