Los barcos patrulleros de la Viligancia Marítima de China (CMS, siglas en inglés) tuvieron un año atareado en 2012 debido a la escalada en la disputa territorial entre China y Japón relativa a las Islas Diaoyu, de acuerdo con funcionarios de la CMS.
Los marineros no pudieron tomarse vacaciones el año pasado, y algunos de ellos pasaron casi cuatro meses consecutivos en el mar.
Las relaciones entre China y Japón se tensaron después de que el gobierno japonés anunciara en 2012 que iba a "comprar" parte de las Islas Diaoyu, ubicadas en el Mar Oriental de China, y acerca de las cuales China insiste en que forman parte de su territorio soberano.
El gesto de Japón provocó protestas por parte del gobierno y los ciudadanos chinos. En septiembre de 2012, los barcos de vigilancia marítima de China iniciaron patrullas regulares por las aguas circundantes a las islas.
El lunes, la Administración Estatal de Oceanografía del país confirmó que una flota formada por cuatro buques de vigilancia continúa realizando operaciones de patrulla en las citadas aguas.
En 2011, las fuerzas de vigilancia marítima de China comenzaron a llevar a cabo patrullas regulares por las aguas cercanas a proyectos de petróleto y gas en el territorio nacional. También se envió embarcaciones para impedir aquellas actividades humanas que podrían suponer un peligro para el medio ambiente, de acuerdo con Li Xinmin, funcionario del cuerpo de vigilancia.
El rápido desarrollo de las islas cercanas a las regiones costeras del país ha conducido a la ocupación y expropiación ilegal de tierras, de acuerdo con Xie Hongyang, otro funcionario del organismo.
En los primeros tres trimestres del año pasado, la entidad verificó que 35 proyectos de desarrollo violaban las leyes relacionadas con la protección de islas, y decidió retirar dos de ellos.