El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, consideró hoy en Panamá un acierto la Alianza del Pacífico (AP), al destacar la importancia de este mecanismo ante el potencial de la relación entre Asia y América Latina.
Reconoció el crecimiento a tasas envidiables de América Latina, pero observó que el mayor avance lo registra la región de Asia-Pacífico, y subrayó que la zona suma la mitad de la población mundial.
El príncipe dijo esto en un discurso en la inauguración del IX Encuentro Empresarial Iberoamericano y de la XXIV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL) en esta capital.
El evento de tres días se realiza en un hotel en el área bancaria de la capital panameña, y en el marco de la que será entre viernes y sábado la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, con la presencia de siete presidentes y unos 200 empresarios iberoamericanos.
Destacó que Asia-Pacífico representa el 40 por ciento del PIB mundial y atesora el 80 por ciento de las reservas de divisas y las tasas más altas regionales de crecimiento económico.
Recordó que la AP -fundada por Colombia, México, Colombia y Chile- nació con el propósito de promover un mercado sin trabas internas entre sus miembros y de responder al "desplazamiento de la riqueza" hacia Oriente.
España, recordó, es observador del mecanismo, pero aspira a ser un observador "activo" y no un simple observador "pasivo".
El heredero de la corona española afirmó que América Latina y el empresario iberoamericano no pueden dejar de mirar hacia Asia.
Observó que tampoco puede olvidarse dentro de esta visión a Europa, teniendo en cuenta que la Unión Europea (UE) representa una cuarta parte del PIB mundial y genera una proporción muy similar del PIB (Producto Interno Bruto) mundial.
El príncipe resaltó que la UE es el segundo socio comercial de América Latina y que será un actor aún más relevante cuando se apruebe el acuerdo de comercio e inversión con Estados Unidos, que certificará el nacimiento del área comercial más grande del mundo.
Destacó que Iberoamérica deberá enfrentarse a los procesos de integración, a la vez de resolver otros retos de envergadura como la mejora en el nivel de innovación tecnológica, educación e intercambio del conocimiento y el talento.
El príncipe resaltó la relevancia de iniciativas como el Mercado Común del Sur (Mercosur), Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) o del Pacto Andino, como respuesta a la globalización, pero dijo que deben avanzar a un ritmo más rápido en los próximos años.
Destacó la contribución de España a la evolución de la economía iberoamericana.
En esta sesión inaugural también pronunciaron sendos discursos el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y el presidente panameño, Ricardo Martinelli, anfitrión del encuentro.
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