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Brasil busca ser el mayor exportador mundial de maíz

Actualizado a las 23/03/2013 - 14:56
RIO DE JANEIRO, 22 mar (Xinhua) -- Brasil puede convertirse este año en el mayor exportador mundial de maíz, gracias a la cosecha récord que actualmente recolectan los productores nacionales y a la quiebra de la cosecha estadounidense, aunque a menudo, todo el esfuerzo se ve afectado por la dificultad de la infraestructura y el transporte dentro del país sudamericano.
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RIO DE JANEIRO, 22 mar (Xinhua) -- Brasil puede convertirse este año en el mayor exportador mundial de maíz, gracias a la cosecha récord que actualmente recolectan los productores nacionales y a la quiebra de la cosecha estadounidense, aunque a menudo, todo el esfuerzo se ve afectado por la dificultad de la infraestructura y el transporte dentro del país sudamericano.

Brasil nunca ha producido y exportado tanto maíz como ahora. En 2012, salieron del país casi 20 millones de toneladas, más del doble de lo exportado en 2011, y se espera que en 2013 la cifra aumente.

Tanto, que el Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos incluso llegó a declarar que Brasil debe sustituir a los norteamericanos en el primer lugar de la clasificación de los países que más grano exportan, que desde hace décadas ocupan los estadounidenses.

Las reservas estadounidenses aún están bajo mínimos debido a la fuerte sequía que afectó en 2012 a las principales regiones productoras y que provocó pérdidas cercanas a los 100 millones de toneladas de maíz.

Esa caída en la oferta mundial hizo que se disparara el precio internacional del grano y abrió el mercado al exterior para el maíz brasileño. Ese logro posiblemente será temporal, porque los Estados Unidos deberían recuperar, ya en la próxima temporada, el primer puesto de exportaciones.

Para el analista del mercado Camilo Motta, los productores brasileños aprendieron rápidamente las reglas de este juego y supieron aprovechar el espacio dejado por los estadounidenses.

"Brasil también puede convertirse en un gran exportador de maíz. Nos queda la lección aprendida de que podemos ser competitivos, podemos exportar nuestros excedentes de maíz y no debemos retroceder. Antes, nuestra producción de maíz se distribuía básicamente en el mercado interno porque no éramos competitivos en términos de costes, de logística, que aún necesitamos mejorar mucho pero que hoy en día ya estamos consiguiendo desarrollar", explicó Motta.

Las cifras estimadas para la segunda cosecha ciertamente son impresionantes. Según la previsión de la Conab (Compañía Nacional de Abastecimiento), Brasil debe producir en este año 41 millones de toneladas, casi un 5 por ciento más que la segunda cosecha del año anterior, que ya había sido considerada la mayor cosecha de maíz de la historia, habiendo ultrapasado incluso, el volumen producido en la cosecha de verano.

A pesar del optimismo que reina obviamente entre los productores, no se puede decir lo mismo de los que comercializan con el grano. Las empresas que compran ese maíz para exportar, por supuesto, aprovechan el buen momento del mercado, pero sin grandes inversiones y con mucha precaución.

El temor no tiene nada que ver con la producción, y sí con la logística posterior. Para Jorge Barzotto, socio de una empresa dedicada a la exportación del maíz, lo que hace poner el pie en el freno al exportador son algunos de los viejos problemas ya conocidos.

"Nuestra logística es una de las más caras del mundo. Transporte por carretera, peaje, la cuestión de los puertos, son factores que limitan excesivamente a Brasil para que se consolide como un gran jugador, un gran exportador de maíz en el mercado mundial", dijo.

Esa preocupación está justificada. Los gastos del transporte por carretera y los peajes encarecen el coste para la exportación, y aún quedan las tasas de los puertos.

"Más o menos tenemos alrededor de 24 reales (12 dólares) por tonelada para hacer la carga en el puerto, alrededor de 11 reales (5,5 dólares) por tonelada para el peaje y en torno a 90 reales (45 dólares) por tonelada para el transporte desde nuestra ciudad, en el sureste del país, hasta el puerto de Paranaguá. Diría que al final, por el coste de la logística en Brasil, nos sale alrededor de 8 a 9 reales (4 a 4,5 dólares) por saco", indicó.

Las exportaciones de maíz y soja se triplicaron sobradamente en los últimos años. En 2000, Brasil exportó 18 millones de toneladas y, ahora, en 2013, ese número debería llegar a 57 millones.

En los últimos meses, se han formado varias filas kilométricas en varios puntos estratégicos dentro de la logística del país, entre ellos el puerto de Santos (el principal de América del Sur), debido a que las estaciones operan por encima de su capacidad y no pueden atender toda la demanda de camiones que les llega.

Para el agrónomo y especialista en agronegocios Marcos Jank, los problemas de salida de la cosecha se pueden agravar, y prevé un periodo de dificultades.

"Este año el escenario va a ser absolutamente caótico porque vamos a exportar casi un 40 por ciento más por causa del gran crecimiento de exportación de maíz", dijo.

"Realmente existe un gran crecimiento, principalmente en la soja y en el maíz, que va a congestionar aún más la situación de estos puertos, principalmente en los meses que van de abril a junio", agregó.

En Brasilia, la Secretaria de Puertos de la Presidencia de la República cree que no hay riesgo de colapso en la salida de la cosecha.

"No hay riesgo de falta de atención. Lo que existe es que podemos llegar muy cerca del límite de capacidad de esos puertos, y es ahí donde tenemos un nivel de servicio un poco por debajo de lo que esperábamos. Se pueden crear filas y un coste algo mayor, pero es una situación totalmente inesperada", explicó Luis Claudio Montenegro, director de la Secretaria de los Puertos.

En los puertos, las empresas que tienen una terminal propia consiguen embarcar sin problemas, pero quien usa los corredores ordinarios de exportación se enfrenta a tener que hacer filas para poder cargar.

Los barcos esperan hasta 20 días en Paranaguá, en el estado de Paraná (sureste) y de 30 a 40 días en Santos, en el estado de Sao Paulo, y principal vía de salida de mercancías del país.

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